Boletín de noticias de la ECPA

¡Vehículos eléctricos a la carga!

jueves, agosto 06, 2020

 

El viaje en auto es un clásico de la cultura popular estadounidense y la base de las vacaciones de verano: una oportunidad para recargar las pilas. Para los dueños de vehículos eléctricos, esta no es solo una metáfora. Lejos de sus puntos habituales de recarga en la casa o en el trabajo, consultan aplicaciones y trazan rutas que los llevarán a la siguiente estación de carga en el camino. El temor por quedarse sin carga (ansiedad de autonomía) siempre ha sido un obstáculo para la adopción de vehículos eléctricos, especialmente en un país tan grande como Estados Unidos. Pero esto puede empezar a cambiar a medida que vehículos eléctricos de mayor autonomía ingresan al mercado y la infraestructura de carga crece.

 

Para ser claros, en la mayoría de los casos los dueños de vehículos eléctricos cargan sus coches sin ansiedad, en el garaje de su casa o en un estacionamiento en el trabajo. Según la Asociación Americana del Automóvil (AAA), aproximadamente el 75 por ciento de las cargas se realizan en el hogar.

El desafío se presenta cuando los conductores se aventuran más allá del rango de autonomía de sus vehículos y necesitan averiguar dónde recargar y cómo hacerlo de la manera más eficiente. Recargar un vehículo puede tomar mucho más tiempo que llenar el tanque de gasolina, dependiendo del modo de carga que se utilice.

Según el Departamento de Energía de Estados Unidos (conocido como DOE por su acrónimo en inglés), la mayoría de los puntos de recarga públicos de vehículos eléctricos del país están clasificados como modo 2, lo que significa que brindan entre 15 y 30 kilómetros de autonomía por hora de carga. En cambio, los puntos de carga rápida modo 3 que usan corriente continua generalmente brindan una autonomía de 95 a 130 kilómetros en 20 minutos.

Estos puntos de carga rápida han comenzado a proliferar en todo el país, impulsados por una variedad de factores que incluyen el financiamiento local y estatal, incentivos fiscales federales y grandes inversiones de fabricantes de automóviles y empresas de servicios eléctricos. El avance en materia de vehículos eléctricos también está acelerando el ritmo del cambio. Varios modelos nuevos en proceso de desarrollo tienen baterías mejores y más grandes y pueden llegar mucho más lejos sin necesidad de recarga.

«Hay muchos avances tecnológicos» dijo Matthew Wade, Director General de una empresa en Baltimore, Maryland, denominada Electric Vehicle Institute (EVI). En una entrevista afirmó que ahora que se están desarrollando más vehículos eléctricos de alta potencia parece haber consenso en torno a que, «está bien, ya llegan, así que empecemos a construir la infraestructura que necesitamos para estos futuros vehículos que están en curso de producción».

 

El huevo y la gallina

 

¿Qué tiene que ir primero? ¿Más vehículos eléctricos o más puntos de carga? Este ha sido un enigma de larga data en la industria de los vehículos eléctricos. Tesla, de lejos el mayor fabricante de automóviles eléctricos del mercado estadounidense, resolvió el problema construyendo su propia infraestructura desde el principio. Los dueños de coches Tesla tienen acceso exclusivo a las estaciones de carga «ultra rápida» de la empresa en todo el país, o pueden usar un adaptador para recargar sus vehículos en otro lugar.

Los dueños de otros tipos de vehículos eléctricos cuentan con una creciente cantidad de opciones de carga, pero la disponibilidad varía ampliamente de un estado al otro. Maryland, por ejemplo, ocupa una posición alta en el ranking de puntos de carga per cápita, dijo Wade. El vecino estado de Virginia aún tiene un largo trecho por recorrer.

A fines del año pasado, periodistas de E&E News, medio de comunicaciones enfocado en la energía y el medio ambiente, recorrieron casi 13.000 kilómetros por carretera en seis autos eléctricos diferentes en una amplia franja del país para evaluar el estado de los viajes en coche eléctrico y de la industria de estos vehículos. Describieron un amplio abanico de insólitas opciones de carga que habían surgido aparentemente al azar:

¿Por qué el Holiday Inn en el centro de Columbus, Ohio, tiene una estación de carga, pero no el Sheraton o el Marriott? ¿Por qué el cargador que usamos en Eugene, Oregon, está lejos de cualquier sitio en el que uno pueda comer o alojarse? ¿Por qué el empobrecido caserío rural de Huron, California, tiene casi tantos puntos de carga como toda la ciudad de Memphis, Tennessee?

En los últimos años se han desarrollado algunas redes públicas de carga. Un actor importante es Electrify America, empresa fundada por Volkswagen como parte del acuerdo judicial por violaciones de emisiones de diesel hace varios años. Según los términos del acuerdo de 2016, Volkswagen acordó realizar una inversión de US$2 mil millones en Estados Unidos (de los cuales US$800 millones en California) en infraestructura de carga y en la promoción de vehículos de emisiones cero durante un período de 10 años entre 2017 y 2027.

En junio de este año, Electrify America anunció la conclusión de su primera ruta de puntos de carga a lo ancho del país, ubicados a una distancia promedio de 130 kilómetros unos de otros entre Washington y Los Ángeles en el tramo de las autopistas interestatales 15 y 70 que tiene una extensión aproximada de 4.400 kilómetros. En septiembre se espera concluir una segunda ruta que atraviesa el país por el sur.

En la actualidad la empresa tiene unos 2.000 cargadores en más de 450 puntos del país, y a fines de 2021 espera tener 3.500 cargadores en 800 puntos según Wayne Killen, Director de Planificación de Infraestructura y Desarrollo de Negocios para Electrify America. Se trata de cargadores de alta potencia con una capacidad máxima de 350 kW, más de lo que cualquier vehículo actualmente requiere, pero no de lo que los fabricantes de automóviles están desarrollando, dijo Killen.

«Definitivamente estamos construyendo con vistas al futuro», dijo en una entrevista. «Eso les da a las empresas automotrices confianza para incorporar esta tecnología y no solo arreglárselas con una carga rápida de 50 kW en corriente continua que durante muchos años fue el estándar más alto».

Electrify America no es la única en la industria de recarga. Entre otras marcas importantes se incluyen ChargePoint, que afirma contar con la red de estaciones de carga de vehículos eléctricos más grande del mundo, y Greenlots, que pasó a ser propiedad de Shell. EVgo ha existido por una década y afirma ser dueña de la red pública de carga rápida más grande de Estados Unidos «y la primera que funciona con energía 100 por ciento renovable».

EVgo y General Motors acaban de anunciar que se están asociando para construir más de 2.700 estaciones de carga rápida en cinco años, triplicando la red de cargadores rápidos de EVgo. Esta nueva alianza se enfocará en añadir infraestructura de carga en las grandes ciudades, donde muchos residentes no tienen un garaje en el que puedan cargar un vehículo eléctrico. En un comunicado de prensa, EVgo señaló que General Motors planea llevar al mercado por lo menos 20 modelos de vehículos eléctricos para 2023.

Si bien es cierto que los vehículos eléctricos representan tan solo una pequeña fracción de los automóviles vendidos en los Estados Unidos, menos del 2 por ciento en 2019, es importante crear una «conciencia previa» mediante la disponibilidad de una amplia infraestructura de carga que sea visible, según Killen de Electrify America. La gente necesita saber que «si doy el salto, no habrá ansiedad», dijo. «No solo es un buen automóvil, sino que sé dónde voy a poder recargarlo».

El sitio web del Centro de Datos de Combustibles Alternativos del DOE muestra que en Estados Unidos hay 26.418 puntos públicos de carga, de los cuales 3.899 (aproximadamente el 15 por ciento) disponen de carga rápida en corriente continua. Wade, del EVI, advirtió que la base de datos depende del envío voluntario de datos y que por lo tanto probablemente no tenga toda la información. Sin embargo, considera que los datos de los puntos de carga rápida más visibles son bastante confiables.

Estas son algunas de las tendencias observadas en la infraestructura estadounidense de carga de vehículos eléctricos:

  • Esta no es la estación de servicio del abuelo. La mayoría de los puntos de carga de vehículos eléctricos nunca podría confundirse con una tradicional estación de servicio y su hilera de surtidores bajo un techo elevado. Las estaciones de carga pueden ser simples cajas o llamativas torres. La empresa Volta vende anuncios luminosos en sus estaciones y ofrece recarga gratuita. La estación de servicio RS Automotive en Takoma Park, Maryland, es la excepción. El año pasado se convirtió en el primer caso notorio de una estación de servicio estadounidense que dejó de lado la gasolina y se volvió totalmente eléctrica. Se deshizo de los tanques de gasolina soterrados, pero mantuvo la estructura externa de la estación. Wade, cuya empresa es socia en este emprendimiento, dijo que en general, dejando de lado algunos «datos inusuales» relacionados con la pandemia, el uso ha aumentado. «En definitiva, cuantos más vehículos eléctricos haya en las calles, mejor le irá a la estación de servicio», dijo.
  • Planifique ir de compras mientras recarga. El tiempo necesario para recargar un vehículo eléctrico varía ampliamente, pero en todos los casos sigue siendo mucho más que para llenar el tanque de gasolina de un vehículo de combustión interna. Esto ha llevado a una asociación lógica entre la recarga y el comercio minorista. Los estacionamientos de centros comerciales y áreas de compra son óptimos para encontrar estaciones de carga. Una empresa que le ofrece emplazamientos a Electrify America es Walmart, que cuenta con numerosos locales en todo el país, los cuales no sólo se ubican cerca de los accesos a las autopistas, sino que están abiertos las 24 horas los siete días de la semana, tienen baños limpios y venden «casi cualquier cosa que alguien necesite comprar cuando está de viaje» señaló Killen. Los distintivos cargadores verdes brillante de su empresa también se ubican en los lugares más inesperados como el Museo Nacional Corvette en Bowling Green, Kentucky, o el Firefly Grill, un emblemático restaurante en Effingham, Illinois.
  • Hay una aplicación para eso. Las redes de carga tienen sus propias aplicaciones para alentar el uso reiterado mediante recompensas y descuentos para miembros. Cuando circula en su Nissan Leaf, Wade usa PlugShare, una aplicación gratuita que permite a los conductores de vehículos eléctricos compartir opiniones sobre los puntos de carga y planificar sus viajes teniendo en cuenta las estaciones adecuadas. «Si quiero ir de picnic con mi esposa, buscaré una cerca de un parque», explicó.
  • Para aliviar la ansiedad de autonomía hay que ser dueño de un vehículo eléctrico. En una encuesta realizada a más de 1.000 dueños de vehículos eléctricos a fines del año pasado, la AAA descubrió que el 77 por ciento de los que se preocupaban por la autonomía antes de comprar su automóvil dijeron que ya no lo estaban o que estaban menos preocupados por el problema, y el 96 por ciento dijo que compraría o alquilaría otro vehículo eléctrico la próxima vez que buscara un auto nuevo. Estudios anteriores de la AAA develaron que las dos principales razones esbozadas por los consumidores para no conducir vehículos eléctricos eran la falta de puntos de carga suficientes (58 por ciento) y el temor a quedarse sin carga mientras conducían (57 por ciento).
  • A veces hay que ir más despacio. David Ferris, que formó parte del equipo de E&E News que viajó por el país en vehículos eléctricos el año pasado, le dijo a National Public Radio que le pareció que para este tipo de viaje en auto hace falta tener «una mentalidad diferente».

“Viajo mucho más despacio. Forma parte del tema del ahorro de la batería. Si paras, debes hacerlo por períodos más largos. Cuando paras, quizá lo hagas en un lugar inesperado”, dijo. “Creo que es posible que debido a que los vehículos eléctricos tardan más en cargar combustible, podrían cambiar el ritmo de los viajes y tornarlos más relajados, con paradas más largas. Lo considero una opción llamativa. Esa es la parte de viajar en coche eléctrico que realmente disfruté”.