Aunque muchos países del Caribe citan razones económicas para cambiar a las energías renovables, ese no es el factor impulsor para Trinidad y Tobago. De hecho, el país tiene entre los precios de electricidad más bajos de la región, a alrededor de 4 centavos de dólar por kilovatio hora, dijo Anita Hankey, Oficial de Planeación Sénior de la División de Investigación y Planeación Energética del Ministerio de Energía e Industrias de Energía.
«Así que como pueden imaginar, no hay realmente un gran incentivo para que las personas realmente busquen la energía renovable y la eficiencia energética», dijo. Sin embargo, agregó, Trinidad y Tobago se ha comprometido a reducir las emisiones de carbono mediante el uso de energía renovable, la conservación de energía y la eficiencia energética.
Hankey habló durante la reunión en Puerto España celebrada antes de la próxima reunión de ministros de energía. En declaraciones a los delegados la noche anterior, el ministro de Energía, Franklin Kahn, atribuyó el retraso actual de su país en energías renovables a lo que él llamó «la maldición energética».
«Una vez que la economía del petróleo barato y del gas barato y la energía subsidiada, la gasolina subsidiada, el diésel subsidiado, se apodera de una economía, es difícil desbloquearse de ese síndrome», dijo. Pero independientemente de la economía, agregó, «tenemos que cambiar. Y tenemos que cambiar a las energías renovables.»
En la reunión preparatoria, Hankey-Punto Focal Nacional de Trinidad y Tobago para la Alianza de Energía y Clima de las Américas (ECPA) señaló que su país tiene el mandato de producir el 10 por ciento de su electricidad de fuentes renovables para 2021. Con el apoyo de la Unión Europea, están elaborando una hoja de ruta para alcanzar ese objetivo.
El país también se ha comprometido a una reducción general del 15 por ciento de las emisiones de carbono -incluyendo la generación de energía, el transporte y la industria- para 2030.
Además de las energías renovables, la eficiencia energética está «en la agenda», según Andra Francis-Nicholas, geofísica que forma parte del equipo de Energía Renovable y Eficiencia Energética del Ministerio de Energía. En una entrevista señaló además que las medidas de eficiencia energética no sólo ayudarían a reducir las emisiones, pero que aliviarían la escasez de gas natural que ha afectado a la industria petroquímica del país en los últimos años.
Otra prioridad es modificar la legislación actual para que las fuentes de energía renovable puedan ser incorporadas a la red eléctrica, dijo Francis-Nicholas.
Como muestra de la voluntad de cambio, el próximo mes la Cámara de Energía de Trinidad y Tobago tiene previsto celebrar una conferencia de dos días en energía limpia, en lugar de dedicar tiempo al tema de la energía verde durante una conferencia anual más amplia. Es esencial que el sector «asuma activamente un papel de liderazgo en la promoción de la generación de energía limpia y asegure que estamos utilizando los recursos energéticos de la manera más eficiente posible para gestionar eficazmente nuestros hidrocarburos y minimizar nuestra contribución al cambio climático,» según manifiesta la Cámara de Energía en su sitio web.
El gobierno también está tomando medidas para aumentar la sensibilización pública y educar a la próxima generación. Hasta el momento, ha capacitado a 85 docentes en energías renovables y eficiencia energética, y ha instalado sistemas solares fotovoltaicos y unidades de destilación solar en 21 escuelas.
«Reconocemos que los jóvenes son la mejor manera de hacer ese cambio social», dijo Francis-Nicholas.