San Vicente y las Granadinas, ubicada en las islas de Barlovento de las Indias Occidentales, comprende la isla principal de San Vicente, sede del gobierno y hogar de la mayoría de la población del país con unos 110.000 habitantes, así como 32 islas y cayos más pequeños.
En la actualidad, la isla de San Vicente suministra alrededor del 20 por ciento de la electricidad mediante energía hidroeléctrica, y está impulsando el desarrollo recursos geotérmicos. Se espera que la perforación comience a principios de este año, según Ellsworth Dacon, Director de Energía en el Ministerio de Seguridad Nacional del país. San Vicente se encuentra en una zona geotérmica y tiene un volcán activo. Si la perforación es exitosa, el país espera ser un 75 por ciento renovable para 2021, dijo Dacon en una entrevista en noviembre pasado.
Para las islas más pequeñas, cuya electricidad ahora proviene de las centrales eléctricas diésel, la energía solar es la solución a la cual acudir. En la isla Union, una de las siete islas granadinas habitadas del país con una población de aproximadamente 2.700 personas, un proyecto híbrido a punto de concluir utilizará paneles solares y almacenamiento en baterías para suministrar energía eléctrica durante el día, apoyándose en la planta diésel existente por la noche.
«No va a ser renovable al 100 por ciento, pero ayudará considerablemente y ahorrará mucho combustible», dijo Dacon. El proyecto, financiado con una donación de los Emiratos Árabes Unidos, abastecerá las necesidades de electricidad diurnas de la isla con una central solar fotovoltaica de 600 kW combinada con una batería de ion litio de 600 kWh para compensar las fluctuaciones intermitentes.
«La nubosidad afecta a la energía solar», explicó Dacon. «Cuando tienes una isla pequeña con un sistema de carga muy pequeño, una cubierta de nubes puede afectar a toda la isla a la vez».
Eso causa problemas cuando la red eléctrica no puede manejar las repentinas caídas de potencia, afirmó. De hecho, en Bequia, la segunda isla más grande del país, con una población de más de 4.000 personas, la empresa eléctrica tuvo que detener una expansión más amplia de los emprendimientos solares conectados a la red a fin de protegerse contra los apagones, según Dacon.
Al disponer de energía proveniente de baterías, si una nube cubre momentáneamente el sol, automáticamente el sistema utiliza las baterías para mantener la estabilidad del flujo eléctrico. Los recientes avances tecnológicos de almacenamiento en baterías han hecho que estos dispositivos sean más accesibles, dijo Dacon, agregando que hoy en día las baterías tienen mucho más capacidad y cuestan mucho menos que antes.
Por la noche, la isla Union seguirá dependiendo del diésel, pero gracias a la electricidad generada durante el día mediante energía solar, se transportará mucho menos combustible desde San Vicente. Esto significa que la empresa estatal de servicios eléctricos, St. Vincent Electricity Services Limited (VINLEC), ahorrará en costos de operación, afirmó Dacon, ya que el transporte de combustible es costoso y los contribuyentes de todo el país pagan la misma tarifa eléctrica sin importar la isla en la que vivan.
La tecnología solar y de baterías no es barata. San Vicente recibió una donación de casi US$3 millones de los Emiratos Árabes Unidos para el proyecto Union Island. (Véase la historia relacionada en este número). Pero también es importante destacar los beneficios ambientales derivados de la reducción del consumo de combustibles fósiles y los beneficios en seguridad energética al reducir la dependencia con respecto a las importaciones de petróleo, dijo Dacon. Una mayor previsibilidad de los precios es otro factor importante. Después de todo, aun si los precios del petróleo se disparan, el sol sigue brillando de forma gratuita.
«Somos un destino turístico. La estabilidad de precios facilita la planificación hotelera», dijo Dacon.
En el futuro, San Vicente y las Granadinas se propone asegurar que cada una de las islas habitadas en su archipiélago pueda llegar a ser autosuficiente en electricidad a través de fuentes renovables, dijo Dacon. Además del proyecto Union Island, el país está desarrollando un proyecto piloto más pequeño en la pequeña isla de Mayreau, que tiene una superficie de solo 3,9 km2 y una población de menos de 300 personas. Ese proyecto, que sería 100 por ciento renovable y proporcionaría 150 kW de energía solar con almacenamiento en batería, serviría como proyecto demostrativo, según Dacon.
«Intentaremos trabajar en cada una de las islas con base en los fondos de los que disponemos y con el apoyo de organismos internacionales», dijo.