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Perspectivas energéticas de América Latina: «El potencial es enorme»

miércoles, noviembre 22, 2023
América Latina tiene ventajas competitivas que podrían convertirla en una «potencia de la energía limpia», pero la inversión en el sector debe duplicarse para 2030. Este fue el mensaje clave de Fatih Birol, Director Ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), en la presentación del primer informe de la organización que profundiza sobre la región.

 

Según el informe, América Latina necesitará unos 150.000 millones de dólares anuales en inversiones en energías limpias -frente a los 75.000 millones actuales- para poder llevar a cabo una transición energética ordenada, afirmó Birol durante la presentación virtual del informe Perspectivas Energéticas de América Latina, el pasado 8 de noviembre. «Esto está definitivamente al alcance», añadió, «porque el potencial es enorme».

Birol señaló que la región tiene una huella de carbono relativamente baja, una riqueza de recursos minerales críticos y la oportunidad de una gran expansión de las energías renovables, junto con otras ventajas como los gobiernos democráticos y el estado de derecho. Con las políticas adecuadas, dijo, «la inversión fluirá y duplicará las cifras actuales».

La transición hacia las energías limpias en América Latina no sólo será beneficiosa para los países, sino también para la economía mundial, afirmó Birol, quien pidió apoyo en este esfuerzo a las organizaciones internacionales y a los países de otras regiones. Además, subrayó la importancia de la cooperación regional a medida que los países tratan de alcanzar sus objetivos climáticos y energéticos.

El informe de la AIE presenta datos y proyecciones energéticas para 33 países de América Latina y el Caribe, aunque su análisis se centra en América Latina. El estudio señala que los países del Caribe concentran alrededor del 5% de las necesidades energéticas totales de la región y se enfrentan a «retos energéticos únicos relacionados con su ubicación.»

En su intervención en la presentación del informe, Birol subrayó la importancia de América Latina como fuente de muchos de los minerales críticos esenciales para la transición energética mundial, como el litio, el cobre, la plata, el grafito y el níquel. «Por supuesto, tener el potencial es algo, aprovecharlo económicamente es otra cosa», afirmó.

En lugar de limitarse a exportar materias primas, los países con yacimientos de minerales críticos deberían explorar oportunidades para procesarlos y refinarlos internamente, con el fin de añadir más valor a la economía local, afirmó Birol. Los países latinoamericanos tienen una ventaja en este sentido, añadió, ya que sus redes eléctricas limpias permitirán que la huella de carbono del procesamiento sea muy baja.

De hecho, según el informe, América Latina ya cuenta con uno de los sectores eléctricos más limpios del mundo, con algo más del 60% del suministro procedente de energías renovables, principalmente hidroeléctrica, y con potencial para una producción mucho mayor de energía eólica y solar. La huella de carbono per cápita actual de la región es aproximadamente la mitad de la media mundial; sólo África tiene emisiones más bajas.

Según Birol, los abundantes recursos renovables de América Latina también darán a la región una ventaja a medida que los países traten de producir hidrógeno limpio y de bajo coste.

También se refirió al potencial de aumento de la producción de petróleo. «Aunque estamos asistiendo a una transición hacia las energías limpias, también somos conscientes de que el petróleo y el gas seguirán con nosotros durante muchos años», afirmó.

El informe destaca el aumento en la producción de petróleo en Guyana y Brasil, que son dos de los tres países del mundo donde se prevé un mayor incremento de las exportaciones netas de petróleo hasta 2035, sólo por detrás de Estados Unidos.

En el acto de presentación, la autora principal, Stéphanie Bouckaert, afirmó que si los países latinoamericanos cumplen con sus compromisos de reducir su consumo de combustibles fósiles, la región podría aumentar las exportaciones netas de petróleo en unos 2 millones de barriles diarios, lo que «ofrecería algunos beneficios de diversificación al suministro mundial de petróleo».

«Sin embargo, cualquier nuevo proyecto se enfrentaría a grandes riesgos comerciales si el mundo se encamina a alcanzar cero emisiones netas en 2050, ya que la demanda de petróleo disminuiría rápidamente en este escenario», afirmó.

 

Aportaciones oportunas

 

La AIE decidió realizar un análisis exhaustivo de la región latinoamericana porque las transiciones hacia las energías limpias están avanzando más rápido de lo previsto en todo el mundo. La agencia cree que la región está preparada para beneficiarse «inmensamente», dijo Birol.

«América Latina tiene una gran oportunidad al alcance de la mano», afirmó. Muchos gobiernos de la región están priorizando las energías limpias y la acción por el clima, y la AIE cree que un informe de esta naturaleza podría aportar información oportuna a la hora de diseñar sus políticas y estrategias.

«La transición hacia las energías limpias debe ser ordenada», afirmó Birol, añadiendo que los países no pueden pretender cambiar el rumbo de sus economías, desde petróleo y el gas a las energías limpias, de un día para otro. La transición debe ser justa y equitativa para que se beneficien todos los segmentos de la población, afirmó.

Según Birol, la elaboración de la Perspectiva Energética de América Latina llevó cerca de un año. El proceso se nutrió de talleres regionales y consultas con los gobiernos, la industria, las organizaciones no gubernamentales y el mundo académico, dijo.

El informe también recibió el apoyo de varias organizaciones, entre ellas el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) y la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL). Representantes de estas organizaciones hicieron breves comentarios desde Sudamérica durante la presentación del informe.

La Agencia Internacional de la Energía se fundó en 1974 -en respuesta a la crisis del petróleo de aquella época- para garantizar la seguridad del suministro de petróleo. Con sede en París, es una organización intergubernamental autónoma en el marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). A lo largo de los años, ha ampliado su misión original para centrarse no sólo en la seguridad energética, sino también en la tecnología de energías limpias y la eficiencia energética, entre otros ámbitos.

Bajo el liderazgo de Birol, un economista turco que dirige la AIE desde 2015, la agencia también ha reforzado su compromiso con las economías emergentes, según el sitio web de la AIE. México fue el primer país latinoamericano en convertirse en miembro, en 2018, mientras que Chile y Colombia están en proceso de solicitar la plena adhesión. Argentina y Brasil también se consideran parte de la «familia» de la AIE a través del programa de asociación de la agencia, que permite a la organización profundizar la cooperación con un número más amplio de países.


Imagen de portada: Cerro Dominador, una central de energía solar concentrada situada en el desierto chileno de Atacama, utiliza espejos para concentrar la luz solar en un receptor de calor. De este modo se calienta un fluido que acciona una turbina de vapor para producir electricidad. Crédito: Grupo Cerro.