El curso de cuatro días, dirigido a funcionarios públicos y miembros de la sociedad civil que trabajan en procesos de planificación y desarrollo urbano, ofreció una visión integral de los diferentes aspectos que contribuyen a la construcción de comunidades sostenibles. El formato incorporó presentaciones teóricas, la participación de los estudiantes, estudios de casos, ejercicios prácticos, visitas de campo y diálogos en grupo.
El objetivo de eventos de esta naturaleza es abordar el impacto cada vez más intenso que los cambios demográficos y los avances tecnológicos ejercen sobre la vida de los habitantes de toda la región. Según estudios recientes, las regiones de America Latina y el Caribe tienen una de las tasas más altas de urbanización del mundo en desarrollo. En ese sentido, la proporción de la población regional que vive en ciudades se ha duplicado, de 41 a 80%, en los últimos 60 años. La urbanización acelerada presenta desafíos urgentes relacionados con la vivienda, los espacios comunes, el transporte sostenible, el control de la contaminación, la recolección y eliminación de desechos industriales y electrónicos y la adopción de energías renovables y limpias, entre otros aspectos. Las ciudades suelen crecer más allá de lo planificado y los sistemas tanto oficiales como informales de provisión de agua, alcantarillado, eliminación de desechos y otros servicios a menudo son insuficientes e ineficientes.
El evento en Santa Lucía –la cuarta edición del Curso sobre Ciudades Sostenibles– fue organizado conjuntamente por la Organización de los Estados Americanos (OEA), el Ministerio de Desarrollo Sostenible, Energía, Ciencia y Tecnología del país y la organización Saint Lucia National Trust.
A través de su iniciativa Comunidades Sostenibles en America Central y el Caribe, la Alianza de Energía y Clima de las Américas (ECPA, por sus siglas en inglés) busca fortalecer la capacidad de organizaciones no gubernamentales y asociaciones comunitarias de avanzar la agenda hemisférica de ciudades sostenibles. La primera fase de la iniciativa concluyó exitosamente en 2014. La OEA, a través del Departamento de Desarrollo Sostenible, ha comenzado a implementar la segunda fase con apoyo financiero de la Misión Permanente de los Estados Unidos ante la OEA.