Boletín de noticias de la ECPA

Autobuses eléctricos puestos a rodar en Barbados

martes, octubre 13, 2020

Foto: Barbados Today
Con los 33 autobuses eléctricos recién salidos de fábrica que están recorriendo la isla, Barbados avanza a toda velocidad en la modernización de su flota de transporte público y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Los pasajeros están encantados con los beneficios adicionales (para comenzar, los autobuses tienen aire acondicionado), pero todavía se están acostumbrando a un cambio grande: la ausencia de ruido.

 

«Una de las primeras quejas que recibí fue que eran demasiado silenciosos», dijo Lynda Holder, Directora de Operaciones de la Junta de Tránsito de Barbados, con una sonrisa. Explicó que muchas personas que viven a lo largo de una ruta de autobús escuchan el sonido de un autobús diésel que pasa y miden cuánto tiempo tienen antes de que regrese en la dirección contraria, para asegurarse de llegar a la parada a tiempo. «Ahora es demasiado silencioso, así que no se puede saber cuándo pasa», dijo.

Holder dirigió un proyecto de un año para estudiar, comparar, seleccionar, adquirir e instalar los autobuses. Los vehículos de combustibles fósiles no eran una opción, dijo en una entrevista; después de todo, la política nacional de energía de Barbados 2019-2030 establece elevados estándares en materia de energía limpia, con metas de energía 100% renovable y neutralidad de carbono en el plazo de diez años.

Los autobuses eléctricos no eran una idea nueva. Si bien todavía constituyen una pequeña fracción de los automóviles que están circulando, Barbados ha sido un líder en la adopción de vehículos eléctricos privados en el Caribe y el Gobierno ha puesto la mirada en el transporte público eléctrico desde hace tiempo. El Ministerio de Energía había sentado algunas de las bases a través del programa Energía Inteligente para el Sector Público de Barbados, apoyado por el Banco Interamericano de Desarrollo y la Unión Europea.

El año pasado el Gobierno autorizó la compra de autobuses eléctricos por la Junta de Transporte y el equipo de Lynda Holder se dispuso a hacerlo realidad. Para aportar experiencia externa y aumentar la transparencia del proceso se nombró un colegio de negociadores, un grupo selecto y multidisciplinario de profesionales que podrían ayudar a estudiar propuestas, analizar ofertas y formular recomendaciones a la Junta de Transporte.

El proceso culminó en la selección del fabricante BYD de China. El acrónimo significa Build Your Dreams. La señora Holder dijo que antes de que se tomara una decisión final la Junta de Transporte envió, de su propio peculio, representantes a dos lugares donde un gran número de autobuses BYD ya están en funcionamiento – California y Chile – para observar cómo se desempeñaban los vehículos en diferentes condiciones y comprender mejor algunos de los aspectos a tener en cuenta.

En julio de este año, 33 nuevos autobuses BYD salieron de un barco en el puerto de Bridgetown. Después de algunas semanas de inspecciones, licencias y capacitación de los conductores, los vehículos se pusieron oficialmente en marcha a fines de agosto.

En una ceremonia con motivo del evento el Ministro de Transporte, Obras y Recursos Hídricos de Barbados, Ian Gooding-Edghill, destacó que los autobuses «sin emanaciones de humo» contribuirán a un medio ambiente más limpio, reducirán los costos del combustible y ayudarán a abordar la situación «insostenible» de escasez de transporte público del país.

Señaló que el Gobierno autorizó a la Junta de Tránsito a gastar un total de US$ 22,5 millones para comprar autobuses eléctricos, garantizar que la infraestructura de carga se ponga en marcha y cubrir otros gastos relacionados. El costo de este grupo inicial de autobuses fue de unos US$ 10 millones, según Holder.

 

Una mejora tardía

 

Barbados es un país pequeño, con solo 21 millas de largo y casi 14 millas de ancho, pero cuenta con una densa red de carreteras. Los autobuses de la Junta de Transporte, que son actualmente unos ciento cincuenta, transportan tanto a viajeros como a escolares y la flota presta servicios a toda la isla, en algunos casos viajando por carreteras que «no están al 100%», dijo Holder.

«El desgaste de los autobuses es muy, muy grave, por lo que realmente necesitábamos contar con nuevas reservas», dijo. Algunas rutas todavía están fuera del alcance de los nuevos autobuses, debido a reparaciones en la carretera y la poda de árboles. Las baterías de los autobuses BYD están en el techo y no se adaptarían bien a las ramas colgantes.

En los últimos dos años, la Junta de Transporte creó un Programa de Aumento del Transporte para permitir que algunos autobuses privados funcionen bajo su dirección y administración. También se actualizó el diseño de algunos de sus antiguos autobuses diésel.

Pero no se había podido comprar ningún autobús desde 2006 y los vehículos más antiguos de la flota datan de 1997. «Cualquier cosa hubiera sido una mejora», dijo Holder, pero agregó que los nuevos autobuses vienen equipados con todo tipo de comodidades, incluida la accesibilidad para sillas de ruedas, cámaras de seguridad y Wi-Fi.

«Es una experiencia totalmente nueva para el pasajero», dijo Antonio Sealy, ingeniero de sistemas de la compañía Light & Power de Barbados. El señor Sealy ha participado activamente en discusiones sobre autobuses eléctricos durante los últimos dos años, tanto en el Ministerio de Energía como en la Junta de Transporte, como representante de la empresa eléctrica local.

Los autobuses modernos no solo tendrán un gran impacto en términos de reducción de carbono y ahorro de combustible, dijo, sino que refuerzan una imagen positiva de los vehículos eléctricos. Por supuesto, sería posible equipar un autobús diésel con aire acondicionado, pero actualmente los únicos autobuses públicos que ofrecen este nivel de confort son los eléctricos. «Es bueno para la imagen de la electrificación», dijo Sealy.

 

Las dificultades para recargar los vehículos

 

La electrificación del sector del transporte es un aspecto fundamental de la transición a una energía más limpia, dijo Sealy, y el transporte público ofrece el «máximo rendimiento del dinero», teniendo en cuenta el número de horas que estos vehículos pasan en la carretera todos los días y las millas que recorren.

Los autobuses BYD están estacionados en tres depósitos, cada uno de los cuales tiene su propia infraestructura de carga rápida (80 kW). El tiempo normal de carga sería de tres horas, con una posible «recarga» durante el día, dijo Sealy.

Estos son los primeros tiempos de los nuevos autobuses y todos aquellos que participan en ello todavía están aprendiendo cómo hacer que el sistema funcione con eficiencia óptima. Uno de los desafíos se relaciona con el aprovechamiento de las mejores tarifas eléctricas disponibles. Aunque en teoría es más barato recargar los autobuses durante la noche, los picos bruscos en el uso de electricidad de un cliente pueden aumentar una porción de la cuenta, ya que la empresa de servicios públicos toma en consideración la demanda máxima.

La Junta de Transporte está invirtiendo en un sistema que eliminará gran parte de las conjeturas. Una vez que se ponga en marcha, explicó Sealy, el software se puede programar para que tenga en cuenta todas las variables. Los conductores simplemente enchufarán los autobuses en la estación y dejarán que el sistema determine cuándo cargar y por cuánto tiempo.

En el futuro, si se aprueba una nueva tarifa de electricidad para incentivar los vehículos eléctricos (la empresa de servicios públicos está trabajando para desarrollar una propuesta de diseño de tarifa), el sistema puede reprogramarse para incluir ese factor. Además, Sealy dijo que, a medida que Barbados aumente su generación de energía a partir de energías renovables la carga se puede adaptar para aprovechar cualquier excedente de energía solar.

Por ahora, los conductores de la Junta de Transporte se están adaptando a la nueva tecnología y están aprendiendo a perfeccionar sus hábitos de conducción para mantener las baterías lo más cargadas posible. Frederick Bovell, un operador de autobuses de mucha experiencia que está encargado de capacitar a sus colegas sobre las nuevas unidades, dijo que conducir un autobús eléctrico requiere un «reinicio» mental; por ejemplo, el toque del acelerador es completamente diferente al de un vehículo normal.

«Este es el camino a seguir», dijo Bovell, con respecto a los autobuses eléctricos, «y todos deben poder hacer la transición», incluidos los pasajeros que tienen que acostumbrarse a esperar el autobús en lugar de escucharlo, agregó.

Por supuesto, la pandemia ha requerido otros ajustes, incluidos los protocolos de higiene y el requisito de mascarilla. El número de pasajeros es todavía menos del 50% del nivel normal, debido a la desaceleración económica y los cambios en los horarios escolares, según Holder.

Sin embargo, a largo plazo, Bovell espera que los nuevos autobuses atraigan a algunos de los muchos pasajeros que abandonaron el transporte público y comenzaron a conducir sus automóviles al trabajo. Su mensaje para ellos es: «Súbanse y vuelvan con nosotros».