A través de la iniciativa SECBI, la OEA ha prestado apoyo técnico y facilitado el diálogo directo entre gobiernos y los socios para el desarrollo del Caribe durante más de dos años. Estos esfuerzos dieron resultados tangibles en Antigua y Barbuda, Belice, República Dominicana y Trinidad y Tobago, algunos de los países beneficiarios del proyecto. A través de las intervenciones en estas naciones caribeñas, la OEA fue capaz de elevar la capacidad local de los organismos gubernamentales para valorar la naturaleza de los proyectos de energías renovables, utilizar los medios administrativos a su alcance para facilitar su aplicación, y utilizar instrumentos legales tales como acuerdos de compra de energía, para permitir la realización adecuada de nuevas iniciativas de energía renovable.
Entre las principales conclusiones de esta iniciativa financiada por el Departamento de Estado de los EE.UU. se encuentran la necesidad de esforzarse por mejorar la coordinación de las actividades llevadas a cabo por los distintos socios financieros y de desarrollo que apoyan la transformación del sector energético en el Caribe. Las agencias de cooperación necesitan evitar la duplicación y superposición de esfuerzos en sus acciones de colaboración como un medio para maximizar los beneficios de la cooperación y acelerar la transición hacia la energía limpia, confiable, renovable y disponible a nivel local. Los hallazgos del proyecto también hacen hincapié en la necesidad de los gobiernos de conservar su compromiso por alcanzar la seguridad energética. Intercambios sostenidos entre interesados en estos temas sugieren que un futuro apoyo debería prever asesoramiento técnico sobre la financiación de proyectos de energía renovable y la construcción de capacidades técnicas del personal de gobierno, el sector privado, las universidades y los educadores. SECBI sentó la base para el trabajo futuro en estos campos.