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La COP28 pone en marcha el Fondo de Pérdidas y Daños

lunes, diciembre 18, 2023
Tras años de discusiones sobre la necesidad de un fondo para ayudar a los países vulnerables a enfrentar las pérdidas y daños que sufren por el cambio climático, la COP28 acordó ponerlo en marcha. La decisión fue recibida con una gran ovación, pero con el reconocimiento generalizado de que se trata sólo de un pequeño paso adelante.

 

La decisión de poner en marcha el fondo se tomó el día de la inauguración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, celebrada en Dubai (Emiratos Árabes Unidos) del 30 de noviembre al 13 de diciembre. Si bien a lo largo de la conferencia algunos temas resultaron polémicos, éste no fue el caso.

Los países habían acordado el año pasado crear el fondo (véase Pagar por el cambio climático), con el objetivo de ponerlo en marcha en la conferencia de este año. Un comité de transición se reunió cinco veces el año pasado para elaborar un marco de funcionamiento del fondo.

El Secretario General de la ONU, António Guterres, elogió el fondo como «una herramienta esencial para lograr la justicia climática» e instó a los líderes a realizar generosas contribuciones.

Alejarse de los combustibles fósiles

Uno de los principales puntos de discordia en Dubai tuvo que ver con el futuro de los combustibles fósiles. Tras largas y duras negociaciones que prolongaron la COP28 un día más del cierre previsto, el acuerdo final aboga por «abandonar los combustibles fósiles en los sistemas energéticos, de manera justa, ordenada y equitativa, acelerando la acción en esta década crítica, con el fin de alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en 2050, como indica la ciencia». Lea el texto completo del acuerdo aquí.

Los Emiratos Árabes Unidos y Alemania prometieron 100 millones de dólares cada uno para el nuevo fondo, y la Unión Europea prometió 145 millones más. Otras promesas iniciales fueron anunciadas por el Reino Unido (51 millones de dólares), Estados Unidos (17,5 millones) y Japón (10 millones).

La Primera Ministra de Barbados, Mia Mottley, que en los últimos años ha sido una de las voces más destacadas del mundo en materia de financiación climática, subrayó la necesidad de garantizar que el nuevo fondo esté «adecuadamente capitalizado».

La cuestión de las pérdidas y los daños es sólo una parte de la ecuación, dijo a sus colegas dirigentes, ya que los países también necesitan financiación para la adaptación antes de que se produzcan los desastres. Por cada dólar que los países invierten antes de una catástrofe, pueden ahorrar 7 dólares en daños y pérdidas de vidas humanas, afirmó.

La Primera Ministra de Barbados, Mottley, ha pedido a las petroleras que destinen una parte de sus beneficios a la financiación de la lucha contra el cambio climático. Crédito: Christopher Pike.

Como ya ha hecho otras veces, Mottley abogó por nuevos enfoques de la financiación de la lucha contra el cambio climático, incluido el reconocimiento de que los agentes no estatales deben poner de su parte. «De lo contrario, no conseguiremos que los países accedan a los fondos necesarios para evitar los daños», afirmó.

Según el acuerdo aprobado en Dubai, el nuevo fondo dispondrá de una secretaría independiente y estará dirigido por una junta de 26 miembros, para la cual las partes deberán presentar sus candidaturas antes de finales de enero. El consejo estará compuesto por 12 miembros de países desarrollados; tres de cada uno de los tres grupos regionales (Asia-Pacífico, África, América Latina y el Caribe); dos de pequeños estados insulares en desarrollo; y uno de un país en desarrollo no incluido en estos grupos y circunscripciones. El Banco Mundial acogerá el fondo durante un periodo provisional de cuatro años.

 

Se necesita más financiación

 

Los negociadores de la COP28 se centraron en cómo desbloquear la financiación climática y movilizar la inversión. Crédito Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

Varias organizaciones climáticas emitieron declaraciones en las que acogían con satisfacción el nuevo fondo, pero subrayaban que se necesitan sumas mucho mayores para enfrentar las circunstancias.

«El fondo para pérdidas y daños será un salvavidas para las personas en su hora más oscura, ya que permitirá a las familias reconstruir sus hogares después de una catástrofe, ayudar a los agricultores cuando sus cosechas queden arrasadas y reubicar a quienes se vean desplazados permanentemente por la subida del nivel del mar», declaró Ani Dasgupta, Presidenta y Directora General del Instituto de Recursos Mundiales.

«El éxito de este fondo dependerá de la velocidad y la escala en la que los fondos empiecen a fluir hacia las personas necesitadas», añadió. «La población de los países vulnerables se enfrentará a daños relacionados con el clima por un valor de hasta 580.000 millones de dólares en 2030 y esta cifra no hará más que crecer».

Harjeet Singh, de Climate Action Network International, expresó su preocupación por «la ausencia de un ciclo de reposición definido» que garantice la sostenibilidad del fondo.

«La responsabilidad recae ahora en los países ricos, que deben cumplir sus obligaciones financieras de forma proporcional a su papel en la crisis climática, que ha sido provocada principalmente por décadas de consumo desenfrenado de combustibles fósiles y por la falta de una financiación adecuada para el clima destinada al Sur Global», afirmó.

Joe Thwaites, del Consejo de Recursos Naturales, afirmó que «todos los países ricos y con grandes emisiones tienen ahora la responsabilidad de dar un paso adelante y contribuir al fondo». Además, señaló que las contribuciones también pueden proceder de otras fuentes.

«Las empresas de combustibles fósiles, que son las que más han contribuido a la crisis climática, también deberían contribuir, y si no lo hacen voluntariamente, los gobiernos deberían obligarlas a hacerlo», afirmó.

La Primera Ministra Mottley, por su parte, ha pedido a las empresas petroleras y gasísticas que destinen un porcentaje de sus beneficios a la financiación de la lucha contra el cambio climático y que reparen las fugas de sus oleoductos y pongan fin a la quema de metano. Además, señaló que el transporte marítimo internacional podría ser otra fuente importante de financiación, así como la aplicación de un pequeño recargo a los viajes aéreos internacionales.

El mundo necesita capital a largo plazo, dijo, y necesita mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, el objetivo establecido en el Acuerdo de París de 2015. Mottley señaló que un tercio de los días de este año superaron ese umbral.

«La realidad es que, a menos que cambiemos de rumbo y adoptemos políticas que contribuyan a mitigar el aumento de las temperaturas, vamos a ver cómo se pierden muchas más vidas y se producen muchos más daños», afirmó.


Imagen de portada: El Sultán Ahmed Al Jaber, de los EAU, habló en la ceremonia oficial de apertura de la COP28. Crédito: Mark Field.