El agua y la energía son esenciales para el bienestar humano y para el desarrollo sostenible. Las interacciones entre el agua y la energía pueden mejorar o afectar la calidad de vida de los ciudadanos de las Américas. Con este panorama en mente, la Organización de Estados Americanos (OEA) celebró el “Diálogo regional sobre el nexo agua-energía” el 24 y 25 de mayo. El evento realizado de la mano de la Secretaría Nacional de Energía (SNE) y con la colaboración del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), tenía como objetivo principal establecer un marco interamericano de colaboración que fomente la gestión integrada del recurso agua y energía en América Latina.
Pedro Vuskovic, Representante de la OEA en Panamá, ofreció palabras de apertura ante más de 40 asistentes, quien dijo que el cambio climático es uno de los principales determinantes de disponibilidad hídrica, por lo que se hace necesario prestar especial atención a la gestión del nexo agua-energía, revisar los lineamientos actuales, y hacer ajustes de ser necesario.
También estuvo presente en la sesión inaugural el doctor Víctor Carlos Urrutia, Secretario Nacional de Energía, y aprovechó para reafirmar el interés del Gobierno Nacional por avanzar hacia una gestión más integrada y eficiente del agua y la energía, recursos fundamentales para el desarrollo y bienestar humano del País. “En este diálogo abordaremos temas comunes en los sistemas de agua y energía, elementos básicos que se requieren para mejorarlos y garantizar ambos recursos, y se expondrán ejemplos concretos de América Latina”, puntualizó el Secretario Urrutia.
Durante su intervención, la Ministra de Ambiente de Panamá, Mirei Endara, destacó que actualmente el 23 por ciento del uso total del agua corresponde a la generación de energía eléctrica, convirtiendo al sector en el mayor consumidor de agua. “Según el Plan Energético Nacional, actualmente consumimos cerca de 10 mil Gigawatios (GW) de energía eléctrica de las cuales el 70% proviene de fuentes hídricas. Esta cifra alcanzará 31.000 kilowatts para 2050.”, añadió la Ministra Endara.
Desde el punto de vista de los recursos hídricos a nivel hemisférico, se abordaron una serie de temas que dibujaron un panorama en mora de reconocer su importancia. Los temas que mayor atención recibieron fueron el impacto negativo y el detrimento de los ecosistemas a causa del uso excesivo de recursos naturales, el alto número de habitantes de la región viviendo aún con limitados, o ningún acceso a servicios básicos de agua y electricidad, y las dificultades que los gobiernos y la sociedad tienen para enfrentar los daños asociados a los desastres naturales, debido a sus complejas naturalezas.
En cuanto al panorama del Hemisferio desde el punto de vista energético, el primer punto que saltó a relucir fue cómo la disponibilidad del agua afecta la generación energética, dejando al sector cada vez más vulnerable a la creciente escasez del agua, y aumentando su importancia como criterio de evaluación de viabilidad física, económica y ambiental para la realización de proyectos de energía. Adicionalmente se reafirmó que cobra urgencia abordar el nexo de manera integral y efectiva considerando factores como el cambio climático, el crecimiento demográfico y las corrientes migratorias, y las nuevas tecnologías de generación energética, de gestión hídrica y de eficiencia energética.
Otro tema que recibió especial atención fue a la necesidad de desarrollar políticas articuladas que aborden el plano del agua y de la energía de manera integral. Los elementos fundamentales analizados para la elaboración de una política conjunta de agua y energía idónea, fueron reforzar la gobernanza mediante una mejor coordinación y planificación intersectorial, fortalecer el papel del estado, ampliar y modernizar la red de medición e introducir nuevas tecnologías, enfatizar el valor económico del agua, y fomentar la eficiencia energética y el uso racional del agua.
Asimismo se analizó el nexo agua-energía desde otros contextos y sectores como la integración energética, específicamente desde el SIEPAC, sistema modelo que optimiza el aprovechamiento de los recursos hídricos dedicados a la generación eléctrica. En efecto, al establecerse un mercado energético regional, varios actores que usan diferentes recursos para la generación de electricidad contribuyen al abastecimiento de todos los consumidores en una región geográfica determinada.
Desde el sector industrial centroamericano, se manifestó la necesidad de establecer una posición regional en temas de energía dirigida a fortalecer a la industria a partir del desarrollo del sector energético, y fortalecer la comercialización de energía y promover la libre competencia del mercado eléctrico. Aprovechar fuentes alternativas energéticas como el gas natural, y fomentar incentivos para que el sector empresarial invierta en eficiencia energética, en ausencia de medidas ‘coercitivas’ impuestas por el gobierno. También se comentó sobre la gran dificultad en identificar oportunidades de colaboración del sector privado para impulsar un uso racional del agua.
Adicionalmente se analizó el nexo agua-energía desde el sector portuario, ya que cerca del 90 por ciento del comercio mundial de mercaderías se mueve por vía marítima. En este contexto, la eficiencia energética se configura como uno de los pilares fundamentales que en el presente y futuro de los puertos facilitará la consecución de la sostenibilidad, y se plantea como una medida para abaratar costos y reducir la huella de carbono del transporte marítimo
También se mencionó la necesidad de prestar mayor atención a los conflictos sociales que se originan de la creciente demanda de agua y acceso a energía, un tema de preocupación que requiere de una mayor y activa participación ciudadana, y de una comunicación más efectiva a nivel intersectorial.
El Diálogo regional sobre el nexo agua-energía fue una actividad realizada bajo el marco de la Alianza de Energía y Clima de las Américas (ECPA), iniciativa hemisférica enfocada a facilitar el diálogo en torno a la energía sostenible y el cambio climático. Este encuentro surgió de una conversación entre los secretarios de energía de Panamá, México y Estados Unidos que tuvo lugar durante la segunda reunión ministerial de la ECPA en Mérida en mayo de 2015.