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Edificios sin carbono

jueves, febrero 11, 2021
Una empresa de tecnología energética denominada BlocPower espera lograr en gran escala con los edificios lo mismo que Tesla está logrando con los automóviles. «Hay que eliminar los combustibles fósiles de los edificios del mismo modo que debemos eliminarlos de los coches», dijo Donnel Baird, Director Ejecutivo de la start-up con sede en Brooklyn, Nueva York. «No hay otra manera de abordar el cambio climático».

 

Los edificios emiten un gran volumen de gases de efecto invernadero. Pensemos en todas esas calderas y todos esos tanques de agua caliente que consumen gas natural, propano u otros combustibles fósiles. Según la Administración de Información sobre la Energía de Estados Unidos, en ese país los sectores residencial y comercial representan el 27 por ciento del consumo directo de gas natural, excluyéndose de ese porcentaje a la generación eléctrica.

En una entrevista con la Alianza de Energía y Clima de las Américas (ECPA), Baird afirmó que si bien es importante aumentar la producción de energía renovable y lograr la conversión al transporte eléctrico, es igualmente necesario reducir las emisiones de los edificios para reducir drásticamente las emisiones.

“No hay forma de llegar a ese objetivo sin que reacondicionemos todos los edificios y los hagamos más eficientes”, dijo. “Creo que si no logramos una eficiencia adecuada, no hay manera de evitar un desastre climático”.

Baird fundó BlocPower en 2012, cuando asistía a la Escuela de Negocios de Columbia. Desde aquel entonces, la compañía transformó más de 1.000 edificios de departamentos, iglesias, sinagogas y escuelas en estructuras verdes, principalmente en vecindarios de bajos ingresos de la ciudad de Nueva York.

Antes de fundar BlocPower, Baird fue organizador comunitario y político por años, incluso durante la campaña de Barack Obama en 2008. Con base en esa experiencia, armó un equipo que empezó a trabajar con las comunidades para ayudarlas a entender el valor de la eficiencia energética creando la confianza necesaria para que los proyectos se concreten.

“Estás vendiendo ahorros energéticos a futuro”, explicó, “por lo que la gente debe confiar en que realmente vas a cumplir”.

Si bien a Baird le costó atraer capital de riesgo en los primeros años, en la actualidad su compañía cuenta con un respaldo de alto perfil que incluye a los primeros inversores de Uber, Twitter y AirBnB. Recientemente BlocPower recaudó US$65 millones en capital de deuda y acciones. Baird está listo para empezar a expandir la empresa apuntando a edificios en 20 ciudades. Con el tiempo, se propone lograr que millones de edificios en todo el país sean “más ecológicos, inteligentes y saludables”.

 

Justicia Ambiental

 

El enfoque de Baird en edificios en zonas de bajos ingresos se basa tanto en sus convicciones personales como en consideraciones prácticas.

A título personal, sabe lo que es ser pobre. Sus padres emigraron de Guyana antes de que él naciera para instalarse en Estados Unidos y al principio tuvieron que desempeñarse en oficios de baja categoría. Cuando Baird y su hermana eran pequeños, la familia vivía en un edificio de apartamentos situado en Brooklyn, en el que la caldera no funcionaba. La calefacción consistía en un horno con la puerta abierta.

“En cierto modo, esa fue mi más temprana experiencia en justicia ambiental y la relación entre pobreza, equipamiento energético y salud”, dijo Baird durante un reciente podcast publicado por Greentech Media.

Apuntar a zonas de bajos ingresos no solamente es justo, sino que también tiene sentido porque esos son los edificios que suelen ser los más ineficientes desde la perspectiva energética, dijo Baird en la entrevista con ECPA. En muchos casos, los propietarios no pueden costear el mantenimiento adecuado y no tienen acceso ni al capital ni a la experiencia técnica necesaria para realizar las refacciones.

BlocPower analizó 5 millones de edificios en todo el país y calculó que, en su conjunto, estaban desperdiciando hasta US$100 mil millones al año, cifra que podría ser invertida en la creación de empleos y la reconstrucción de la infraestructura a nivel nacional, tal como señaló Baird.

“Hay mejores usos para este capital que el pago por combustibles fósiles, especialmente tratándose de comunidades de bajos ingresos que carecen de servicios financieros adecuados”.

 

El Modelo de Negocios

 

Siguiendo la descripción de Baird, su empresa está tomando “las mejores innovaciones de Silicon Valley y Wall Street, así como las prácticas óptimas del movimiento de derechos civiles y la tradición de organización comunitaria” para aplicarlas a un desafío central: “¿Cómo juntar a la gente para resolver un gran problema?”

Según Baird, en el pasado fue difícil incrementar la escala de los esfuerzos en materia de eficiencia energética, en parte debido al elevado costo de las evaluaciones de ingeniería de cada edificio y la dificultad de obtener suficiente financiamiento.

Gracias a los inversores de BlocPower, dijo, la compañía pudo desarrollar un software de ingeniería que se encarga de la evaluación inicial del edificio y utiliza macrodatos para analizar la viabilidad y los ahorros potenciales de los reacondicionamientos energéticos. La plataforma de software permitirá que millones de propietarios puedan buscar sus edificios en la base de datos y generar un informe gratuito sobre el tipo de medidas que podrían adoptar para reducir las emisiones de carbono y recortar los costos energéticos, dijo Baird.

Junto a Goldman Sachs y otras instituciones, BlocPower también desarrolló una nueva herramienta financiera que permitirá que el aspecto relativo al financiamiento sea más sencillo y asequible, según Baird. El financiamiento puede incluso configurarse de manera tal que los grupos comunitarios locales puedan tener una participación en la propiedad del equipo.

En cierto modo, el modelo de negocio de BlocPower guarda una semejanza con el de las tradicionales empresas de servicios energéticos, las cuales realizan la inversión inicial en proyectos de eficiencia energética y obtienen sus ingresos en un plazo de años, a través de las facturas por servicios públicos de los clientes. Aunque estén solventando la inversión, los clientes pagan mucho menos que antes por mes gracias al ahorro de energía.

Baird dijo que BlocPower se destaca en cuanto a la modernidad del software, la tecnología, el análisis, el aprendizaje automático y la computación en la nube que aplica. Afirmó que todo esto permitirá implementar mejoras energéticas a gran escala en edificios. Dijo que lo que tiene que suceder es una escala masiva, dado el alcance y la urgencia del problema del cambio climático.

 

Desarrollos tecnológicos

 

Los proyectos que BlocPower administra varían de un lugar a otro, pero una pieza fundamental del equipo que a menudo instala es una moderna bomba eléctrica de calor a la que Baird se refiere como una “solución milagrosa” para ecologizar edificios.

Las bombas de calor se utilizan desde hace mucho tiempo tanto para calefaccionar como para refrigerar. Llevan aire caliente a un espacio o lo extraen, según la estación. Sin embargo, hasta hace algunos años no eran eficaces en condiciones de frío extremo. Ello significaba que, en lugares donde los inviernos eran gélidos, los edificios debían contar con un sistema de respaldo que les permitiera usar petróleo o gas cuando hiciera mucho frío.

El desarrollo de bombas de calor aptas para temperaturas muy bajas implica que los sistemas de calefacción, refrigeración y agua caliente de un edificio puedan ser eléctricos y funcionar incluso con energía solar o eólica con almacenamiento en baterías.

“Ese edificio podría ser 100 por ciento verde”, dijo Baird. “No se podría haber hecho esto hace cuatro o cinco años porque la tecnología no era lo suficientemente madura como para funcionar cuando hacía un frío glacial”.

Eso no quiere decir que las bombas de calor solamente puedan utilizarse en zonas con crudos inviernos. Como también sirven para refrigerar espacios y calentar agua, pueden funcionar en cualquier edificio sin importar su ubicación. Al igual que algunos países del hemisferio sur no llegaron a realizar cuantiosas inversiones en sistemas de telefonía terrestres y pasaron directamente a la telefonía celular, Baird espera que los países que estén desarrollando su infraestructura edilicia pasen por alto los combustibles fósiles en su totalidad y pasen directamente a la electricidad limpia.

Es evidente que, a medida que los edificios se acerquen a la electrificación, se tornará más importante garantizar que el sistema eléctrico sea robusto, estable, seguro e inteligente. “En algún momento deberemos actualizar la red eléctrica de nuestra nación a fin de que esta pueda abastecer el incremento de la demanda eléctrica en su totalidad”, dijo Baird. Espera que sea posible aprobar legislación sobre redes inteligentes que goce del apoyo de ambos partidos políticos y que aborde las mejoras que se necesitan desde hace mucho tiempo.

 

Centrarse en el Clima en Vez de los Kilovatios

 

La organización sin fines de lucro New Buildings Institute (NBI) promueve la mejora del desempeño energético de los edificios desde hace más de veinte años. Según Cathy Higgins, Directora de Investigación del instituto, hasta hace algunos años el enfoque del sector se centraba primordialmente en los kilovatios hora: ¿Cuánta energía se está utilizando? Las mejoras que resultaron de este proceso hicieron que los nuevos edificios sean más cómodos y mucho más eficientes que antes en cuanto al consumo de energía.

En la actualidad, a medida que un creciente número de ciudades estadounidenses adopta ambiciosos objetivos climáticos, la conversación se está ampliando para analizar no solo el consumo de energía sino también el impacto del carbono, dijo Higgins. Entonces la pregunta pasa a ser: “¿Cómo puede ser que estés desarrollando un plan de acción climática y sigas quemando combustibles fósiles en tu edificio?”

Afirmó que la solución consiste en hacer funcionar a los edificios con electricidad generada mediante una red cada vez más limpia. En Estados Unidos, decenas de ciudades (más de 40 tan solo en California) han desarrollado regulaciones o incentivos que alientan la descarbonización de los edificios, según Higgins. Este mes, Seattle se convirtió en la última gran ciudad estadounidense en dar este paso mediante una reforma del Código de Energía Comercial.

Higgins fue la coautora de un nuevo estudio técnico del NBI, “The Building Electrification Technology Roadmap (BETR)”, cuyo objetivo consiste en ayudar a guiar a las ciudades, las empresas de servicios públicos y otras organizaciones en este proceso.

Higgins dijo que toda la tecnología necesaria para llevar electricidad a los edificios ya existe. Hacen falta tres elementos claves para darle un mayor impulso al proceso, dijo: políticas que exijan o faciliten tecnologías edilicias exclusivamente eléctricas, modelos de entrega (como BlocPower) que permitan una implementación más rápida y ágil y mayor confianza y conocimiento del mercado.

 

Un Modelo para la Comunidad

 

 

La Iglesia Bautista Cornerstone, ubicada en la sección Bedford-Stuyvesant de Brooklyn, es una suerte de centro comunitario, al menos en épocas normales. No solo celebra oficios religiosos para una congregación de más de 1.200 personas, sino que además tiene un gimnasio y cuenta con programas para personas mayores, jóvenes y padres. Son programas para todos los “ciclos de la vida”, como expresó el pastor Lawrence E. Aker III. Recientemente, la iglesia incluso se convirtió en un lugar temporario de vacunación, algo que se volverá a hacer a finales de este mes para que las personas puedan recibir su segunda dosis.

Para Aker, el concepto de comunidad no abarca tan solo al vecindario, sino que también incluye al planeta. Considera que su iglesia puede convertirse en un modelo para los demás en lo que atañe a la reducción de emisiones. Durante los últimos años, Cornerstone ha estado trabajando con BlocPower en la puesta en marcha de mejoras energéticas en el edificio principal de la iglesia, que data de finales del siglo XIX, así como en la gran casa parroquial construida a principios del siglo XX.

El trabajo se está haciendo en fases, y la pandemia ha ralentizado el progreso (en los últimos meses también se suspendieron los oficios religiosos en persona). Sin embargo, hasta ahora, el edificio de la iglesia tiene un nuevo sistema de refrigeración y, en la casa parroquial, un nuevo sistema de bomba de calor remplazó la caldera. Se espera que esta mejora reducirá las cuentas de servicios públicos en más de la mitad. Mediante un contrato de arrendamiento de largo plazo, la iglesia podrá reembolsar a BlocPower en un plazo de 10 a 15 años.

“Estamos muy entusiasmados con las nuevas formas de contar con hogares cómodos ahorrando energía”, dijo Aker. Con el correr del tiempo, se realizará una remodelación similar en el edificio principal de la iglesia, que todavía depende de combustibles fósiles para la calefacción.

 

En diciembre de 2019, el ex presidente de los Estados Unidos Bill Clinton visitó Cornerstone en carácter de representante de la Fundación Clinton para ver las mejoras de eficiencia energética realizadas hasta el momento. Aker dijo que, durante la visita, Clinton lo alentó a ser “el pastor verde”.

“Definitivamente me gusta la idea de tomar ese manto”, dijo Aker, y agregó que espera completar el proyecto y compartir la experiencia de Cornerstone con líderes de otras iglesias. En un video sobre la visita de Clinton, el expresidente elogió el proyecto BlocPower, reconociéndolo como una forma de hacer algo en respuesta al cambio climático. “Esta es una imagen a través de la cual se puede observar un futuro mejor”, dijo Clinton.

 


Crédito/Fuente de las imágenes (de arriba hacia abajo):
(1) Bloc Power: https://www.blocpower.io/
(2) New Buildings Institute:  https://newbuildings.org/
(3) Iglesia Bautista Cornerstone
(4) Raymond Hagans/BKReader. Esta foto Donnel Baird está discutiendo las iniciativas de BlocPower con el ex presidente Bill Clinton, durante una visita en 2019 a la Iglesia Bautista Cornerstone.