En una declaración firmada en Glasgow, Escocia, los cuatro líderes latinoamericanos se comprometieron a trabajar en forma mancomunada con el objeto de crear una Reserva de la Biosfera Marina en el corredor del Océano Pacífico que conecte las islas pertenecientes a cada uno de sus países. La zona, conocida como Corredor Marino del Pacífico Este Tropical, sirve de vía migratoria para ballenas, tiburones, atunes, tortugas marinas y una gran cantidad de animales marinos.
«Esto que estamos haciendo esta tarde es histórico en lo ambiental, es histórico en conservación, es histórico en la protección de los mares y los océanos», dijo el Presidente de Colombia, Iván Duque, durante la ceremonia de firma.
El Presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, afirmó que gracias a este acuerdo los cuatro países protegerán «los ecosistemas más valiosos del mundo».
«La protección de la naturaleza es un paso fundamental para hacerle frente al cambio climático», aseguró Alvarado. «Es vital contar con océanos saludables para poder proteger a cientos de especies marinas que son importantes para los ecosistemas y para las personas de nuestra región».
La zona que conformará la nueva reserva comprende el Parque Nacional Isla del Coco, de Costa Rica, el Parque Nacional Isla Coiba, de Panamá, el Santuario de Flora y Fauna Malpelo, de Colombia, y el Parque Nacional Galápagos, de Ecuador. Los estudios científicos muestran que las zonas que conectan estas islas constituyen «un ecosistema único interconectado» y sirven de vía migratoria para la vida marina, según un comunicado de prensa del gobierno costarricense.
Cada país adoptará diferentes medidas a nivel nacional y regional con el objeto de ampliar su área protegida. El Presidente del Ecuador, Guillermo Lasso, anunció en la COP26 que su país le agregará 60.000 km2 a la reserva marina existente en la zona que rodea a las Islas Galápagos, que actualmente abarca aproximadamente 138.000 km2.
Treinta por treinta (30×30)
Los océanos cubren más del 70% de la superficie de la Tierra. Desempeñan un papel fundamental en la absorción de dióxido de carbono y la regulación del clima, y son una abundante fuente de biodiversidad. Decenas de países de todo el mundo —incluidos los cuatro que firmaron el acuerdo— se han fijado el objetivo de proteger al menos el 30% de sus áreas oceánicas y terrestres a 2030 a través de la iniciativa conocida como 30×30.
Al pronunciarse durante la ceremonia de firma, el Presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, afirmó que desde ahora el 30,5% de la superficie oceánica de su país está protegida, nueve años antes que el calendario 30×30. «Cuatro países le mandan un mensaje al resto de los países del mundo, que con acción estamos protegiendo el 30% de las especies marinas», dijo. «Eso es un mensaje potente».
Por su parte, Duque aseguró que Colombia duplicará con creces su área marina protegida, agregando nuevas áreas protegidas o ampliando las existentes tanto en el Pacífico como en el Caribe. Colombia alcanzará la meta del 30% en 2022, concluyó.
Al anunciar la ampliación del área protegida que circunda el archipiélago de Galápagos, Lasso dijo que su gobierno se propone buscar un «canje de deuda por conservación», que otorgaría los fondos necesarios para administrar la zona y realizar las imprescindibles mejoras de la infraestructura en las islas habitadas.
La idea subyacente a estos tipos de canjes de deuda es que un acreedor condone parte de la deuda soberana de un país a cambio de que ese país invierta en conservación o acción climática, por ejemplo. En lugar de efectuar los pagos de la deuda, la nación deudora realiza una contribución a un fondo que se utilizará para los fines acordados.
Si bien no proporcionó mayores detalles, Lasso sugirió que el Ecuador podría trabajar con una institución crediticia multilateral a fin de establecer un fondo fiduciario que otorgaría fondos a perpetuidad para conservar las áreas designadas. Agregó que el gobierno está en proceso de estudiar las propuestas que ha recibido en este sentido.
«Seremos muy cuidadosos en evaluar cada una de las propuestas a efectos de maximizar los beneficios en conservación del medio ambiente en esta zona de reserva marina», argumentó Lasso. «Invertiremos esos recursos para preservar esta reserva marina y también el Parque Nacional Galápagos».
En una conferencia de prensa en Glasgow, Lasso explicó que una mitad del área ampliada bajo protección será una «zona de no producción pesquera» y la otra mitad será una «zona de no palangre». Dijo que la ampliación del área protegida es el resultado de cinco meses de diálogo tanto con las comunidades pesqueras artesanales como con la industria pesquera. Lasso dijo que, en última instancia, entienden que este tipo de protecciones los beneficiará al aumentar la población de peces en general, lo que significa que fuera de las áreas protegidas, se podrá capturar una mayor cantidad de peces.