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Convocatoria a una acción climática más ambiciosa

miércoles, mayo 05, 2021
En el Día de la Tierra, líderes de todo el mundo se reunieron virtualmente en la Casa Blanca para enfatizar la importancia de elevar la ambición de la acción climática. El Presidente Joe Biden dio a conocer los nuevos compromisos estadounidenses enmarcados en el Acuerdo de París e instó a sus homólogos a concebir la crisis climática no solo como una amenaza existencial, sino también como una oportunidad sin parangón. «Cuando la gente habla de clima», dijo, «pienso en empleos. En nuestra respuesta climática hay un motor extraordinario de creación de empleo y oportunidades económicas listas para ser activadas».

 

Biden describió el tipo de empleo que tiene en mente: operarios que instalan tendidos aéreos de transmisión para una red eléctrica moderna y resiliente. Trabajadores del petróleo y el gas que tapan pozos abandonados y ponen fin a las fugas de metano. Obreros de la industria automotriz que fabrican vehículos eléctricos de última generación. Ingenieros y obreros de la construcción que erigen nuevas plantas para capturar carbono o producir hidrógeno verde. Agricultores que despliegan herramientas innovadoras que tornan al suelo en un terreno fértil para la innovación en carbono.

«Los países que adopten medidas categóricas hoy para crear las industrias del futuro serán los que cosecharán los beneficios económicos del auge de la energía limpia que se avecina», dijo.

Ese mensaje fue reiterado y reforzado durante los dos días de la Cumbre de Líderes sobre el Clima, que convocó a 40 presidentes y primeros ministros de países grandes y pequeños, así como a ministros de energía, clima, finanzas, agricultura y defensa. Más de la mitad de los miembros del gabinete de Biden ofreció comentarios o moderó paneles de debate.

Hubo unos 120 oradores entre los que se destacaron directores ejecutivos de importantes empresas, directores de bancos de desarrollo, alcaldes y gobernadores, líderes sindicales y representantes de comunidades indígenas. Mientras se desarrollaba el evento principal, el Enviado Presidencial Especial de Estados Unidos para el Clima, John Kerry, organizó dos mesas redondas de ministros para escuchar a 63 países más, un grupo que, dijo, iba «literalmente desde Armenia hasta Zambia».

El Papa Francisco saludó a los participantes de la cumbre y exhortó al mundo a «cuidar la naturaleza para que ella nos cuide a nosotros». El cofundador de Microsoft, Bill Gates, habló sobre la necesidad de invertir en innovación y «construir la infraestructura para la transición a una economía limpia». Mientras tanto, la joven activista mexicano-chilena, Xiye Bastida, exigió poner fin a la dependencia con respecto a los combustibles fósiles y destacó que «la justicia climática es justicia social».

La Vicepresidenta Kamala Harris también abordó el tema de la justicia al darle la bienvenida a los líderes. «Las comunidades más afectadas por el cambio climático son las mismas comunidades afectadas por la desigualdad de la riqueza y el género, la contaminación tóxica del aire y mucho más», dijo. «Esta verdad se mantiene en todo el mundo».

El Secretario de Estado, Antony Blinken, aseguró a los participantes que Estados Unidos movilizará recursos y experiencia técnica de todo el gobierno, el sector privado, la sociedad civil y las universidades a fin de apoyar los esfuerzos de los países por cumplir con sus objetivos climáticos, elevarlos y, al mismo tiempo, promover el crecimiento económico y la equidad.

«Hay muchos temas en los que no estamos todos de acuerdo. Este no es uno de ellos», dijo. «No importa de qué país somos, sabemos qué mundo queremos dejarle a nuestros hijos y nietos. No puedo pensar en una causa mejor o más urgente para unirnos».

La urgencia de la tarea se manifestó en las declaraciones del Primer Ministro Gaston Browne, de Antigua y Barbuda, quien habló en nombre de la Alianza de Pequeños Estados Insulares. «Los efectos nocivos del cambio climático están aumentando», dijo, «y la mitigación y recuperación le está costando a la humanidad vidas y medios de subsistencia».

Browne, cuyo país sufrió los devastadores efectos del huracán Irma en 2017, dijo que a lo largo de los años, la deuda de muchos pequeños Estados llegó a niveles «insostenibles» debido a los repetidos desastres naturales derivados del cambio climático. «La situación económica de nuestros países era grave antes de la pandemia del COVID-19», dijo. «Ahora es desesperante».

Jamaica se hizo eco de la necesidad de más fondos para abordar el desafío climático (léase el artículo relacionado «Precio del clima» en esta edición). «El mundo prometió US$100 mil millones por año para apoyar la acción climática en los países en desarrollo», recordó el Primer Ministro Andrew Holness a los líderes. «Es fundamental que este compromiso no solo se cumpla, sino que se incremente la ambición y que los principales emisores contribuyan más para financiarlo».

 

Establecer metas altas

 

Desde el inicio de la Cumbre de Líderes, Estados Unidos dejó en claro que no solo se ha reincorporado al Acuerdo de París, sino que también está intensificando su apoyo a la acción climática, comenzando por establecer una meta más ambiciosa de reducción de sus propias emisiones de gases de efecto invernadero. Su nueva contribución determinada a nivel nacional compromete a Estados Unidos a lograr una reducción del 50 al 52 por ciento con respecto a los niveles de 2005 para 2030, en comparación con la reducción del 26 al 28 por ciento que el gobierno de Obama prometió para 2025.

Varias economías anunciaron sus mejoradas contribuciones determinadas a nivel nacional, o destacaron las medidas específicas que están adoptando a fin de limitar el calentamiento global a 1,5° Celsius por encima de los niveles preindustriales y alcanzar cero emisiones netas.

Entre las economías más grandes, Canadá, la Unión Europea y Japón fortalecieron sus compromisos por reducir emisiones, y el Reino Unido dijo que su nueva meta de reducción del 78 por ciento para 2035 se convertirá en ley. Corea del Sur dijo que pondrá fin a todo el financiamiento público de nuevas centrales eléctricas de carbón en el extranjero, mientras que China dijo que «limitará estrictamente el aumento del consumo de carbón» durante la primera mitad de esta década y comenzará a reducirlo gradualmente durante la segunda mitad. India reiteró su objetivo de 450 gigavatios de energía renovable para 2030.

El Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, describió algunas de las medidas que su país está adoptando para alcanzar su nuevo objetivo de reducción del 40 al 45 por ciento de los niveles de emisiones con respecto a 2005 para 2030, incluyendo el establecimiento de un precio por contaminación. «Si las principales economías en la sala siguieran el ejemplo de Canadá y adoptaran un precio progresivo por contaminación y se comprometieran a eliminar gradualmente las plantas de carbón, aceleraríamos nuestro camino global hacia un futuro seguro, próspero y de cero emisiones netas», dijo.

Por su parte, el Presidente brasileño, Jair Bolsonaro, anunció que su país será carbono neutral en 2050, adelantando una década su objetivo anterior. También se comprometió a fortalecer la aplicación de las leyes forestales y poner fin a la deforestación ilegal en Brasil para 2030. Dijo que esta medida reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero a casi la mitad de los niveles nacionales de 2005.

Países como Argentina, Canadá, Colombia y México también aludieron a la protección de los bosques y la plantación de árboles como parte de sus planes de acción climática. El Presidente argentino Alberto Fernández dijo que su país adoptará medidas de protección de los bosques nativos e impondrá sanciones más estrictas a la deforestación ilegal.

El Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, describió el programa de reforestación denominado Sembrando Vida, en el que el gobierno le paga a 450.000 agricultores un salario mensual de 5.000 pesos mexicanos (unos US$250) para plantar árboles frutales y maderables en sus parcelas. Hasta ahora, dijo, se han plantado alrededor de 700 millones de árboles de los mil millones planeados.

Por su parte, Chile subrayó el papel fundamental que desempeñan los océanos en la regulación del clima, y pidió el establecimiento de dos áreas marinas protegidas, una en la Antártida y otra en una zona del Pacífico rica en biodiversidad, conocida como la Dorsal de Nazca.

Varios líderes abordaron el tema de la energía renovable, incluyendo los presidentes de Argentina, Brasil, Chile y Colombia.

El Presidente colombiano, Iván Duque, señaló que cuando asumió su gobierno en 2018, las fuentes de energía renovables no convencionales representaban solo el 0,5 por ciento de la matriz eléctrica del país. Dijo que en agosto de 2022 será del 14 por ciento. Agregó que Colombia es el líder de América Latina y el Caribe en electrificación del transporte público urbano y de vehículos de carga.

El Presidente chileno, Sebastián Piñera, dijo que su país aprovechará sus vastos recursos solares y eólicos para producir hidrógeno verde. «Estamos descarbonizando nuestra red eléctrica, nos estamos convirtiendo en un país carbono neutral y estamos electrificando nuestro sistema de transporte», dijo.

 

Un paso adelante

 

En la Cumbre de Líderes sobre el Clima, nadie sugirió que el mundo haya avanzado lo suficiente. De hecho, Kerry dijo que, durante sus deliberaciones en la mesa redonda de ministros, escuchó «una frustración cortés pero evidente» acerca de la insuficiencia de la acción mundial hasta la fecha.

El Secretario General de la ONU, António Guterres, encuadró la necesidad de acción en términos enfáticos. Dijo que los gases de efecto invernadero están en niveles nunca antes vistos en 3 millones de años y que las temperaturas mundiales han aumentado en 1,2° Celsius. El planeta está «en alerta roja», acosado por «niveles del mar en constante aumento, tórridas temperaturas, devastadores ciclones tropicales y atípicos incendios forestales».

«Estamos al borde del abismo», dijo Guterres. «Debemos asegurarnos de que el próximo paso sea en la dirección correcta». Pidió a los líderes de «todos los países, todas las regiones, todas las ciudades, todas las empresas y todas las industrias» que adopten medidas climáticas y hagan de la década de 2020 «una década de transformación».

«Todos los países, empezando por los principales emisores, deben presentar nuevas contribuciones determinadas a nivel nacional de mitigación, adaptación y financiamiento que sean más ambiciosas y establezcan acciones y políticas para los próximos 10 años alineadas con la ruta cero emisiones netas para 2050», dijo.

En noviembre de este año, el Reino Unido celebrará la 26ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático —COP26, en el lenguaje de las Naciones Unidas— en Glasgow, Escocia.

En una conferencia de prensa durante la Cumbre de Líderes, Kerry dijo que los próximos seis meses de diplomacia serán «absolutamente determinantes» para aumentar la ambición sobre el cambio climático, especialmente entre las 20 economías responsables de más del 80 por ciento de las emisiones mundiales, cuyos líderes asistieron a la cumbre de la Casa Blanca.

«Creo que Glasgow sigue siendo nuestra última y mejor esperanza para poder unir al mundo en la dirección correcta», dijo.

Kerry dijo a los periodistas que la nueva meta estadounidense de emisiones será difícil de cumplir, pero posible. «Creo que muchos de nosotros terminaremos excediendo las predicciones que estamos haciendo porque estamos midiendo las predicciones con base en las economías que tenemos hoy y con las tecnologías que tenemos hoy», dijo.

Cuando John F. Kennedy anunció el objetivo de llevar un hombre a la luna en una década, dijo Kerry, nadie sabía exactamente cómo se iba a hacer, pero se hizo. Con toda la investigación y el capital de riesgo que se le dedica a los diferentes aspectos del desafío climático actual, ya sea almacenamiento de energía, hidrógeno verde o captura directa de carbono en el aire, Kerry dijo que es «realmente optimista» acerca de la posibilidad de lograr importantes avances.

Cuando se le preguntó cómo podía estar seguro de que el compromiso de Estados Unidos con la acción climática no se revertiría nuevamente de un plumazo, como sucedió durante el gobierno anterior, Kerry señaló las tendencias del mercado. Tesla, la compañía automotriz de mayor valor en el mundo, solo fabrica vehículos eléctricos, señaló, y otros dos importantes fabricantes estadounidenses de automóviles, Ford y General Motors, también están viendo el futuro en la electricidad.

«Ese es el rumbo del mercado», dijo Kerry. «Ningún político», agregó, «va a poder cambiar lo que está haciendo ese mercado, porque se habrá movido. Tendrá cuatro años de arraigo. Y esos trabajos estarán ahí. Y la gente verá que este es el producto que la gente quiere comprar».

Los trabajadores de todas las naciones afrontarán los desafíos y las oportunidades del cambio climático, dijo el Presidente Biden a sus pares. «A medida que hacemos la transición hacia un futuro de energía limpia, debemos asegurarnos de que los trabajadores que han prosperado en las industrias de ayer y de hoy puedan lucirse en las nuevas industrias del mañana, así como en el lugar donde viven, en las comunidades que han construido», dijo.

«Cuando invertimos en infraestructura y resiliencia climática», agregó Biden, «creamos oportunidades para todos».

 

Una voz impaciente

Xiye Bastida, una activista de la justicia climática de 19 años, dijo a los líderes mundiales que en lugar de limitarse a hablar sobre la crisis climática, deben resolverla. «Ya tenemos todas las soluciones que necesitamos, así que lo único que tenemos que hacer es implementarlas», dijo.

Nacida y criada en México, Bastida vive en la ciudad de Nueva York, donde es líder local de Fridays for Future, un movimiento internacional de estudiantes que exige acciones de prevención del cambio climático.

«Ella y sus compañeros, jóvenes líderes, se ganaron una silla en la mesa», dijo el Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, al presentar a Bastida en la Cumbre de Líderes sobre el Clima. «No solo porque padecerán la mayor parte de las consecuencias del cambio climático o la inacción del mundo respecto al clima, sino también por la urgencia, el ingenio y la absoluta dedicación que han aportado a este esfuerzo».

En sus comentarios, Bastida afirmó que las comunidades del Sur Global han enfrentado desproporcionadamente los impactos negativos del cambio climático y el «saqueo ambiental».

Les dijo a los líderes que «hay que aceptar que la era de los combustibles fósiles ha terminado. Necesitamos una transición justa a las energías renovables en todo el mundo, para que podamos dejar de emitir carbono y nos centremos en reducir el carbono».

A los activistas climáticos de hoy en día a menudo se les dice que sus demandas son «irreales y poco razonables», pero lo que es irrazonable es que los países presenten soluciones «poco ambiciosas» y busquen maneras de eludir para eludir sus obligaciones, dijo Bastida.

«Es hora de que todos juntos nos alcemos y reconozcamos que la crisis climática no solo es el mayor desafío que la humanidad ha enfrentado, sino que también es la mayor oportunidad que tenemos de cambiar el mundo», dijo.

John Kerry, Enviado Presidencial Especial de Estados Unidos para el Clima, dijo más tarde a los periodistas que se identificaba con la pasión de Bastida y de otros activistas de su generación en las conversaciones sobre el clima. «Creo en lo que los jóvenes están haciendo hoy», dijo. «Están tratando de que los adultos se conviertan en adultos y hagan lo que se supone que debemos hacer».