Los países de la región han comprendido desde hace mucho tiempo que la transición hacia la energía limpia y la eficiencia energética es fundamental si desean lograr sus objetivos y compromisos ambientales. En la actualidad, están examinando otro posible beneficio de la transición energética – el papel que podría desempeñar para ayudar a estimular la recuperación económica posterior a la pandemia.
La expansión del sector de la energía renovable en los últimos años ha generado un número cada vez mayor de empleos en la cadena de valor. Muchos países han tomado nota de ello a medida que reanudan sus economías y la gente regresa a trabajar.