Noticias de las iniciativas

Construyendo puentes hacia un futuro energético sostenible

viernes, diciembre 07, 2012

Las Américas están experimentando una transición en el sector energético que tendrá ramificaciones globales geopolíticas. Al mismo tiempo que los Estados Unidos se presenta como el mayor productor mundial de petróleo en el 2020, y un exportador neto en el 2030, países como Brasil, Nicaragua y Panamá presentan la mayor promesa para convertirse en centros regionales no sólo para la inversión en energía limpia, pero para tener un crecimiento económico sostenido y bajo en carbono (ver historia relacionada: «EE.UU. supera a Arabia Saudita y Rusia, como el principal productor de energía en el mundo»).

A pesar que América Latina y el Caribe van atrás de los Estados Unidos y Canadá en términos de implementación de políticas de energías limpias y financiación de proyectos, el 7 por ciento de la capacidad total instalada en la región proviene de energías renovables, y se espera que crezca rápidamente en los próximos años. (Véase el mapa interactivo relacionado: «La Mezcla de Electricidad Global”) Frente a las siempre cambiantes realidades económicas y políticas, las colaboraciones regionales de creación de conocimiento y el intercambio son importantes para el fomento de alianzas duraderas que pueden hacer «ciencia sostenida’, bueno, sostenible.

Las alianzas internacionales que llevan a la adopción de medidas concretas son a menudo los signos más claros de la innovación. En nivel estatal, la Alianza de Energía y Clima de las Américas (ECPA) y a nivel interpersonal, el programa Fulbright NEXUS ofrece evidencias claras de colaboraciones regionales que esta cambiando de forma clara los modos de compromiso en el hemisferio. Uno de nosotros acaba de regresar de un viaje a Nicaragua patrocinado por ECPA para consolidar alianzas. Este viaje fue coordinado por la Embajada de los Estados Unidos en Managua y blueEnergy, una ONG local enfocada en energía comunitaria de la cual hablaremos más adelante.

Apenas dos años después de su lanzamiento por el presidente Obama en el 2009, ECPA ha ido más allá de su enfoque inicial en el intercambio de conocimientos en torno a la energía más limpia y eficiente, y ahora también apoya el uso sostenible de la tierra y silvicultura sostenible, así como las estrategias de adaptación al cambio climático. Los gobiernos e instituciones como la Organización de los Estados Americanos (OEA), el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), han trabajado juntos para apoyar talleres técnicos regionales, estrategias empresariales, y otras iniciativas de formas nuevas y más limpias para proporcionar energía. ECPA también se ha convertido en un vehículo para que los líderes en investigación y práctica sustentable trabajen a nivel institucional para que puedan vincular a la industria, universidades y grupos de la sociedad civil en el Nuevo Mundo.

El programa Fulbright NEXUS con dos años de existencia ya se ha convertido en un modelo regional para el apoyo de académicos comprometidos con la investigación aplicada y colaborativa en ciencia sustentable de todo el hemisferio. En una reciente reunión en Banff, Canadá, los 20 becarios Nexus enfocados equitativamente en proyectos individuales y grupales para evaluar y abordar los problemas ambientales que aquejan al Hemisferio Occidental. Curiosamente, la atención se centró en encontrar soluciones de base científica, y no sólo en la cuantificación de la magnitud de los cambios ambientales.

Durante el próximo año, los becarios Fulbright NEXUS van a trabajar en la región en proyectos que van desde la salud y productividad forestal en Alberta, Canadá, a las percepciones y estrategias locales de adaptación al cambio climático en los Andes del Perú, a entender las interacciones entre las estrategias mitigación y adaptación del clima en el sector eléctrico de Brasil.

Como grupo, sin embargo, esta clase de becarios Fulbright NEXUS han aceptado el reto de mezclar sus proyectos individuales de investigación con una serie de nuevos esfuerzos de equipo destinado a establecer asociaciones duraderas. El primero es un esfuerzo por vincular y mapear los impactos medibles que el cambio climático está teniendo en los distintos ecosistemas (arrecifes de Belice, los glaciares de Perú y Bolivia, los bosques en Canadá, y los desiertos de Utah) y contar la historia de las comunidades que dependen de la salud de estos sistemas para su supervivencia.

El segundo grupo conformado por investigadores de Argentina, Brasil, Colombia y los Estados Unidos, está trabajando con blueEnergy, una ONG en la Costa del Caribe de Nicaragua, para entender las implicaciones regionales de uso de la tierra, el agua y la energía, en virtud de una variedad de escenarios de crecimiento agrícola.

Con el aumento notable y relevancia de las TIC en el desarrollo, nuestro tercer grupo se centrará en las oportunidades que existen para estas tecnologías en áreas como los sistemas de alerta temprana de desastres, vigilancia de la contaminación y la gestión agrícola en Chile, Colombia, Jamaica, México y Uruguay.

El cuarto es un estudio que vincula los fondos nacionales disponibles para la solución de un problema ambiental aplicado a la investigación, la degradación ambiental y el crecimiento económico. A pesar de las recientes iniciativas como el programa de USAID-PEER Fundación Nacional de Ciencias, el Instituto Interamericano para la Investigación del Cambio Global, y la creación de una reciente propuesta del Consejo Sudamericano de Ciencia, Tecnología e Innovación, que han comenzado a fomentar la colaboración regional y las asociaciones, todavía hay una gran necesidad de apoyar y financiar la «utilización de inspiración, investigación básica» iniciativas basadas en los avances académicos con un fuerte enfoque en los controles sobre los impactos en la tierra. Estas colaboraciones se facilitarán a través de conferencias telefónicas cada dos semanas y trabajos realizados en los sitios web compartidos y conjuntos de datos basados ??en la web.

En abril de 2013, el grupo llevará a cabo otra reunión de integración en Medellín, Colombia, donde nuestros compañeros presentarán los avances en sus proyectos individuales y de grupos de investigación a las partes interesadas, y nuestra última reunión en Washington DC, nos dará la oportunidad de conocer a los miembros del gobierno de los EE.UU. con el que vamos a discutir las estrategias para continuar este diálogo a través de las Américas. Es cierto que estamos entrando en una nueva realidad económica, ambiental y política, pero a través de la colaboración, no hay duda de que vamos a hacer que el futuro sea menos incierto.

Diego Ponce de Leon Barido es estudiante de doctorado del Grupo de Energía y Recursos de la Universidad de California, Berkeley, quien ha realizado investigaciones en América Latina, India, y en Minnesota en la gestión del agua y en la valoración de los servicios ecosistémicos. Daniel M. Kammen es Profesor Distinguido de Energía de la Clase de 1935 de la Universidad de California, Berkeley.

Ver publicación original haciendo un clic aquí.
Traducido por el equipo del Mecanismo de Facilitación de la ECPA.