El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un préstamo de US$30 millones destinado al fondo Emerging Energy Latin America Fund II, diseñado para impulsar al sector privado como una fuerza motriz de las tecnologías limpias y la energía renovable en la región.
“Este financiamiento es parte del compromiso del BID para desarrollar mecanismos que permitan apoyar la financiación a largo plazo de la energía renovable y proyectos de tecnologías limpias en la región que estimulen la innovación, la creación de empleo y el crecimiento económico verde”, dijo Daniela Carrera-Marquis, jefa de la División de Mercados Financieros del Departamento de Financiamiento Estructurado y Corporativo (SCF) del BID.
Para 2030 la demanda energética de América Latina y el Caribe podría aumentar en 75 por ciento, y la energía producida de fuentes renovables podría representar la mitad de esa demanda total, según Andrés Ackermann, jefe del equipo del proyecto del BID.
El nuevo fondo invertirá en proyectos de energía eólica, solar y geotérmica, así como en pequeñas hidroeléctricas, al igual que en empreas de servicios energéticos que utilizan tecnologías limpias, incluyendo la gestión de residuos, biomasa, eficiencia energética y proyectos de redes inteligentes. El apoyo del BID al fondo se alinea con su compromiso de ayudar a mitigar el impacto del cambio climático.
El fondo será administrado por la firma Emerging Energy and Environment, LLC (EEE, por sus siglas en inglés), con sede en Stamford, Connecticut, que se especializa en energía limpia y renovable, tecnologías limpias, cambio climático y medio ambiente, así como en inversiones de infraestructura con bajas emisiones de carbono y en servicios de asesoría.
Se espera que el préstamo del BID sea complementado por aportes de inversionistas que podrán incluir a otras instituciones financieras internacionales y otras fuentes de capital local e internacional.
El Emerging Energy Latin America Fund II, que podrá ascender a unos US$150 millones, es el sucesor del CleanTech Fund, un fondo de capital semilla de US$25,2 millones que tenía un enfoque similar en relación con la energía renovable y las tecnologías limpias y que fue apoyado por el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del BID.
“Estamos muy contentos de asociarnos una vez más con el BID y trabajar juntos para proporcionar recursos importantes para alcanzar un objetivo común de promover las inversiones verdes, apoyando a una región más sostenible”, dijo John Paul Moscarella, fundador y director gerente de Emerging Energy Latin America Fund II.
El Departamento de Financiamiento Estructurado y Corporativo (SCF) es responsable de todas las operaciones sin garantía soberana del BID para proyectos a gran escala vinculados con empresas e instituciones financieras. Por medio de su programa de sindicación de préstamos, SCF cumple una función catalítica, sumando recursos de terceros al asociarse con bancos comerciales, inversores institucionales, co-garantes y otros co-prestamistas en proyectos con gran impacto de desarrollo.