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Panamá adopta una estrategia nacional del hidrógeno

viernes, julio 28, 2023
Con el planeta batiendo récords de calor y los países sometidos a una presión cada vez mayor para cumplir sus objetivos de descarbonización, las iniciativas en materia de hidrógeno verde parecen ir en aumento en todas partes. Un pequeño país que está dando grandes pasos a nivel nacional, regional y mundial es Panamá.

 

Como muchos otros países de la región y del mundo, Panamá reconoce el potencial del hidrógeno verde para acelerar la transición energética y descarbonizar la economía.

Su nueva Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde y Derivados, aprobada oficialmente por el Presidente Laurentino Cortizo y su gabinete este mes, establece una serie de objetivos concretos a corto, medio y largo plazo. Aprovechando sus ventajas naturales, Panamá planea centrar sus primeros esfuerzos de producción de hidrógeno verde en abastecer a la industria naviera, seguida de la aviación y el transporte por carretera.

El hidrógeno, el elemento más abundante del mundo, es un portador de energía eficiente y versátil. El hidrógeno verde -también conocido como hidrógeno renovable, limpio o electrolítico- es el hidrógeno producido mediante electrólisis, un proceso que utiliza la corriente eléctrica de fuentes de energía renovables para dividir las moléculas de agua en hidrógeno y oxígeno. El hidrógeno resultante puede utilizarse para producir amoníaco verde y otros derivados, como los e-combustibles limpios.

La estrategia de Panamá propone producir 500.000 toneladas de hidrógeno verde o sus derivados en el país para 2030 y cuadruplicar esa cantidad para 2040. La estrategia identifica la industria marítima como un mercado especialmente prometedor para los combustibles limpios, ya que las compañías navieras pretenden reducir su huella de carbono.

Un portacontenedores atraviesa las esclusas de Miraflores del Canal de Panamá. El país espera que en 2030 el 5% del combustible vendido para buques proceda del hidrógeno verde o sus derivados.

La industria del suministro de combustible abastece a miles de buques que atraviesan el Canal de Panamá cada año. El objetivo de la nueva estrategia es que el 5% del combustible para buques vendido en Panamá proceda del hidrógeno verde o sus derivados para 2030. Esa cifra aumentaría al 30% en 2040 y al 40% en 2050.

En un país que funciona como centro regional para el transporte aéreo, el sector de la aviación también constituye un mercado con potencial para los combustibles limpios. El transporte por carretera de larga distancia es otro candidato, ya que un gran volumen de la carga enviada a América Central se descarga en Panamá y se transporta en camión a sus destinos finales. Para 2050, el objetivo es que el 30% del combustible utilizado en los sectores de la aviación y el transporte pesado del país proceda del hidrógeno verde o sus derivados.

No todo este combustible se fabricaría en Panamá. Más que aspirar a convertirse en un gran productor, el país se ve a sí mismo como un «hub de energía sostenible» en el que el hidrógeno verde producido en otros lugares de la región pueda ser entregado al resto del mundo, aprovechando la infraestructura portuaria del país y su experiencia en logística.

Rosilena Lindo, Subsecretaria Nacional de Energía de Panamá, estimó que América Latina podría algún día suministrar suficiente hidrógeno verde y derivados para abastecer un tercio de la demanda futura de Europa y Asia. Panamá, dijo, quiere crear un «supermercado» de combustibles limpios, ofreciendo productos a base de hidrógeno verde procedentes de Chile, Colombia, Brasil, Uruguay u otros países. 

«Para nosotros, lo prioritario de nuestro hub no es la producción. La producción es un valor agregado», dijo Lindo en una entrevista reciente con la Alianza de Energía y Clima de las Américas (ECPA). «Lo que para nosotros es sumamente importante es convertirnos en ese supermercado de energéticos limpios».

 

Una OPEP para el hidrógeno verde

 

Mientras tanto, Panamá considera urgente que los países intensifiquen la cooperación en cuestiones relacionadas con el hidrógeno verde. Para ello, está liderando una iniciativa para crear una Organización Internacional del Comercio del Hidrógeno, o HITO.

Durante un seminario web de la ECPA en junio y en la entrevista posterior, Lindo dijo que la HITO podría funcionar de forma parecida a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), pero basada en una fuente de energía beneficiosa para el planeta. De esta manera, proporcionaría un foro para que los gobiernos elaboren las reglas de un juego que aún está en sus primeras fases.

Rosilena Lindo, Subsecretaria Nacional de Energía de Panamá, habla sobre las perspectivas del hidrógeno verde en su país en el Tercer Congreso del Hidrógeno para América Latina y el Caribe, H2LAC 2023.

«Nosotros lo vemos como un espacio para decidir en conjunto hacia dónde queremos ir», dijo. «Es cuestión de poder aprender en este nuevo mercado juntos».

Entre los temas que podría abordar una organización de este tipo, figuran los estándares internacionales para la producción de hidrógeno verde, las normativas de importación y exportación, los procedimientos de certificación, los marcos de fijación de precios, las problemáticas de acceso a la energía y las metodologías para calcular la reducción de carbono. A diferencia de una asociación industrial, dijo, se trataría de un foro oficial con el respaldo de los Ministerios de Asuntos Exteriores de los países.

Lindo afirmó que es importante que la organización sea inclusiva y permanezca abierta a la participación de cualquier país interesado. A diferencia de los combustibles fósiles, las materias primas para producir hidrógeno verde pueden encontrarse prácticamente en todas partes. «Todo el mundo tiene agua, todo el mundo tiene sol, todo el mundo tiene viento, en menor o mayor medida».  

Panamá ha estado debatiendo informalmente la idea de una organización para el hidrógeno con docenas de países de América Latina y el Caribe, entre otras regiones. El país está redactando un acuerdo para crear la organización y espera tenerlo listo para su firma antes de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) de este año, que comenzará el 30 de noviembre en los Emiratos Árabes Unidos.

Según Lindo, el acuerdo tendría que ser firmado por al menos tres países y ratificado por sus respectivos poderes legislativos para entrar en vigor. Una vez en curso, los miembros empezarían a definir las normas de funcionamiento de la organización.

A medida que la industria del hidrógeno verde crece en todo el mundo, Panamá espera que los países intensifiquen su cooperación en materia de normas, certificación y precios, entre otras cuestiones.

Las conversaciones sobre hidrógeno verde se han puesto en marcha en todo el continente americano. De hecho, en junio se celebró en Río de Janeiro (Brasil) el Tercer Congreso del Hidrógeno para América Latina y el Caribe, denominado H2LAC 2023.

Organizada por New Energy Events y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la conferencia reunió a más de 300 participantes, entre ellos altos funcionarios del sector energético, reguladores y representantes de bancos, instituciones académicas y el sector privado.

Lindo, que participó en un panel del evento, describió a los asistentes a H2LAC como «profesionales de pasión» que creen que, innovando y cooperando, los países de América Latina y el Caribe pueden aprovechar la oportunidad que brinda el hidrógeno verde para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. 

Por supuesto, quedan muchos retos por delante, entre ellos la necesidad de que el hidrógeno verde y sus derivados sean competitivos en términos de costo con otras fuentes de combustible. Sin embargo, según Lindo, los avances tecnológicos son constantes y los precios bajarán.

Según Lindo, en Panamá hay actualmente 10 proyectos relacionados con el hidrógeno verde o sus derivados en fase de diseño o exploración. Además, se espera que la primera producción entre en funcionamiento en 2025.

La Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde y Derivados establece 30 áreas de acción para que el país logre sus objetivos en este sector, con medidas tan diversas como adecuar el marco regulatorio, ofrecer oportunidades de capacitación técnica y divulgar información sobre el hidrógeno verde en las comunidades donde eventualmente se construyan este tipo de proyectos.

Estamos en una época de «disrupción tecnológica», afirmó Rosilena Lindo, por lo que nadie sabe a ciencia cierta si finalmente será el hidrógeno verde, alguno de sus derivados o algún otro tipo de fuente de energía limpia la que acabe imponiéndose en el mercado frente a los combustibles fósiles. Sin embargo, dijo, los países deben actuar ahora para prepararse para los cambios que se avecinan y apoyarse mutuamente en sus esfuerzos por descarbonizar el planeta y promover el desarrollo sostenible.


Imagen de portada: Como parte de su estrategia para el hidrógeno verde, Panamá se centrará en sus ventajas naturales, empezando por la industria marítima.