Noticias

Minerales críticos, preocupaciones críticas

miércoles, noviembre 30, 2022
¿Qué tienen en común los paneles solares, las turbinas eólicas y las baterías de los vehículos eléctricos? Además de contribuir a una economía verde, todos ellos dependen de minerales críticos que deben ser extraídos. Esto significa que la industria minera tiene un papel clave en la transición energética mundial. Por ello, cada vez hay más presión para que la minería sea más ecológica, más sostenible y más responsable socialmente de lo que ha sido en el pasado.

 

Las problemáticas relacionadas a la minería existen en todo el mundo, por supuesto. Sin embargo, el desarrollo de esta industria tendrá un impacto mayor en los países de América Latina, donde la minería ha sido durante mucho tiempo una parte fundamental de la economía.

La región cuenta con grandes reservas del tipo de minerales que harán posible la transición energética. Habitualmente denominados ‘commodities del futuro’, éstos incluyen el cobre, litio, cobalto y níquel.

Tomemos las estadísticas de un informe publicado este año por el instituto Brookings, un grupo de expertos con base en Washington D.C.:

  • Chile, Perú y México poseen aproximadamente el 40% de las reservas mundiales de cobre, con reservas adicionales en Argentina, Brasil, Colombia y Ecuador. 
  • Cerca de dos tercios de las reservas mundiales de litio están en Latinoamérica, principalmente en Bolivia, Argentina y Chile, con menores cantidades halladas en México, Perú y Brasil.
  • Brasil alberga el 17% global de reservas de níquel, y existen reservas adicionales en Colombia y Cuba. La región posee también pequeñas cantidades de cobalto.

El informe ‘El Futuro de la Minería en Latinoamérica: Minerales Críticos y la Transición Energética Global’, explora escenarios posibles para el desarrollo de dichos minerales en la región, notando que «la trayectoria de la minería en Latinoamérica tendrá un impacto enorme en los mercados de commodities a nivel mundial y en la transición energética mundial».

El potencial de producción es enorme. Los sistemas de energía impulsados por tecnologías de energía limpia requieren de muchos más minerales que sus contrapartes alimentadas por hidrocarburos, según un informe de la Agencia Internacional de Energía (IEA) llamado El Rol de los Minerales Críticos en la Transición de Energías Limpias, publicado a comienzos de este año.

Balsas de evaporación para la extracción de litio en Salineras de Maras, Perú. Crédito: Guido Avogadro.

«Un típico automóvil eléctrico requiere seis veces más minerales que un automóvil convencional, y una planta eólica requiere nueve veces más recursos minerales que una planta de energía a gas», afirma la IEA. «Desde el 2010, la cantidad promedio de minerales que se necesitan para una nueva unidad de capacidad de generación de energía ha aumentado en un 50% a medida que crece  la participación de las energías renovables».

La creciente demanda de minerales críticos está generando mayor conciencia alrededor del mundo sobre la necesidad de gestionar los recursos naturales sabiamente, de forma que reduzca el impacto negativo y se genere valor para los países y comunidades donde los minerales se extraen.

El informe de IEA agrega que «consumidores e inversores están pidiendo cada vez más que las compañías que obtienen minerales, los produzcan de manera responsable y sostenible».

En junio, los Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido, la Comisión Europea entre otros, lanzaron la Minerals Security Partnership (Asociación de Seguridad de Minerales), una iniciativa diseñada para reforzar las cadenas de suministro y promover estándares elevados relacionados con el desarrollo de minerales críticos.

En una reunión de la Minerals Security Partnership llevada a cabo en septiembre en paralelo a la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, el Secretario de Estado de los Estados Unidos Antony Blinken reconoció la oscura historia de la minería alrededor del mundo. 

«Demasiado a menudo, la relación entre los países que producen minerales y los que los compran ha sido extractivista y se ha caracterizado por tener condiciones de trabajo abusivas», dijo Blinken y agregó «A menudo, de ellas resultan la degradación ambiental y comunidades devastadas».

Trabajadores mineros en Cerro Rico, Potosí, Bolivia. Crédito: Pedro Henrique Santos.

También dijo que la nueva iniciativa busca romper con este ciclo mediante la colaboración y consulta real con comunidades locales cercanas a los lugares mineros, especialmente con grupos que han sido históricamente desatendidos. El objetivo es asegurarse de que los países ricos en minerales se beneficien de todas las etapas de la cadena de valor, desde la extracción, hasta el procesamiento y el reciclado. «Y así será, en definitiva, como podremos asegurarnos de que cada proyecto sirva verdaderamente a sus comunidades y favorezca a sus ciudadanos».

 

Conciencia Creciente

 

Estas preocupaciones no son meramente académicas. En una encuesta global a ejecutivos de los sectores minero y metalúrgico llevada a cabo este año, la consultora EY descubrió que los problemas ambientales, sociales y de gobierno (ESG) encabezaron la lista de riesgos y oportunidades comerciales que enfrenta la industria, seguidas de la geopolítica y el cambio climático.

El informe de EY llamado Los 10 principales riesgos y oportunidades comerciales para la minería y metalurgia del 2023 indicó que las empresas mineras necesitan tener un enfoque holístico a la hora de enfrentar las ESG para ganar la confianza de los inversores y la comunidad. Dentro de la categoría de problemas ESG, los encuestados identificaron el impacto en la comunidad local, el manejo del agua y la descarbonización como las áreas que enfrentarán el mayor escrutinio de los inversores.

En un reciente foro online auspiciado por el Wilson Center sobre Energía Renovable y minería en Latinoamérica, tres ejecutivos mineros hablaron acerca de cómo sus empresas se encuentran trabajando para acotar sus emisiones de carbono, reducir el uso de agua, migrar a fuentes de energía renovable y atender las preocupaciones de las comunidades locales. 

La jefa de Relaciones Internacionales de la empresa minera Anglo American, Cristina Bruce, dio el ejemplo de una nueva mina de cobre abierta por su empresa en septiembre: la mina Quellaveco en el sur de Perú.

Bruce dijo que cuando se sumó a Anglo American hace una década, el proyecto había estado detenido por las preocupaciones de la comunidad respecto al agua. La empresa terminó rediseñando la planificación de suministro de agua para acomodarse a los intereses y necesidades locales, y hoy en día está produciendo cobre allí.

Control del agua en la mina de Quellaveco, en el sur de Perú. Fuente: Anglo American (peru.angloamerican.com)

«Tuvimos que incorporar esos requerimientos locales a nuestra propia planificación de proyecto y considero que eso es lo que se necesita».

Briana Gunn, ejecutiva del Grupo de Medioambiente de Newmont, dijo que su empresa reconoce la importancia de una minería responsable y sostenible para ayudar a abordar el desafío global que representa el cambio climático. La empresa, que posee minas de oro, plata y cobre, tiene el compromiso de manejar el consumo de energía e identificar las oportunidades de transición hacia fuentes de energía renovable y de bajas emisiones de carbono de una forma más eficiente. 

Por su parte René Muga, ejecutivo de BPH, dijo que su empresa busca generar valor social y contribuir positivamente a la economía, el ambiente, sus clientes y la sociedad en su conjunto donde sea que opere.

«Lo que necesitemos para abastecer este nuevo mundo descarbonizado y electrificado, tiene que ser producido de una forma diferente» dijo Muga, vicepresidente de asuntos corporativos de BHP Minerals Americas.

Los representantes de la empresa destacaron que la industria minera jugará un rol clave en la transición energética, independientemente de que los críticos entiendan o acepten esa realidad. 

Cristina Bruce dijo: «Sin minería, no tendremos economía verde. Todos los accesorios de la vida moderna simplemente dependen de la minería».

Jenna Schroeder, líder de equipo del Energy and Mineral Governance Program (EMGP) del Departamento de Estado de los Estados Unidos, quien también participó del panel, sostuvo que el gobierno de los Estados Unidos está trabajando con socios de todo el mundo, incluso en Latinoamérica, para compartir buenas prácticas, desarrollar capacidad para administrar de manera sostenible el sector minero y promover los más altos estándares ESG. Schroeder dijo que los gobiernos con los que está en contacto, están totalmente enfocados en estos temas.

Y agregó: «Ellos entienden que de esto depende la reputación. Existe el riesgo de hacerlo mal e incorrectamente, y sus ciudadanos simplemente no lo tolerarán».

 


Imagen de portada: Mina de cobre «La Alumbrera», provincia de Catamarca, Argentina. Crédito: Dirección Nacional de Minería Sustentable de Argentina