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Precio del clima

miércoles, mayo 05, 2021
Algo que queda muy claro con respecto a la acción mundial sobre el cambio climático es que requerirá una gigantesca cantidad de dinero. ¿De dónde provendrá? especialmente ahora que las economías del mundo entero están bregando por recuperarse de la pandemia. El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, considera que la recuperación económica y la acción climática deben ir de la mano.

 

«Hasta ahora, se espera que solo el 18 al 24 por ciento del gasto en recuperación de la pandemia contribuya a mitigar las emisiones, reducir la contaminación del aire o fortalecer el capital ambiental», afirmó Guterres durante la reciente Cumbre de Líderes sobre el Clima que organizó el gobierno de Estados Unidos.

«Los billones de dólares necesarios para la recuperación del COVID-19 es dinero que estamos pidiendo prestado a las generaciones futuras», agregó Guterres. «No podemos usar estos recursos para instaurar políticas que las entierren bajo una montaña de deuda en un planeta roto».

Varios jefes de gobierno —Antigua y Barbuda, Argentina, Colombia y Jamaica— enfatizaron el papel central que desempeñará el financiamiento climático para permitirles alcanzar sus ambiciosos objetivos de reducción de emisiones. Señalaron que es importante no solo aumentar la cantidad de dinero disponible a través de instituciones como los bancos de desarrollo, sino crear mecanismos innovadores y flexibles que amplíen el acceso al financiamiento y brinden alternativas a los países que ya están endeudados.

Algunas opciones mencionadas: cancelación de deuda, suspensión, reprogramación o reestructuración. Canjes de deuda por clima que otorgan alivio de la deuda a cambio de acciones climáticas específicas. Establecimiento de un fondo mundial para desastres. Promoción de mecanismos como contratos de conservación de la naturaleza y pagos por servicios ambientales.

Señalaron que las reglas del financiamiento concesional también deben cambiarse al momento de determinar la elegibilidad a fin de tener en cuenta factores que van más allá de los niveles de ingresos, tales como el tamaño del país, el límite de endeudamiento y la vulnerabilidad a los impactos climáticos.

 

Invertir en soluciones climáticas

 

Una sesión de la cumbre virtual reunió a ejecutivos de instituciones financieras internacionales y administradores de fondos de capital privado, entre otros, para hablar sobre cómo incrementar la inversión en la acción climática.

La Secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, inició el debate refiriéndose a «dos preguntas que me quitan el sueño»:

  • ¿Cómo pueden las naciones reducir las emisiones al tiempo que apoyan el desarrollo económico y responden a otros desafíos importantes, como el COVID-19?
  • ¿Cómo deberían los gobiernos orientar el financiamiento climático del sector público para movilizar una mayor inversión del sector privado?

«Puedo decirles que el Tesoro de los Estados Unidos enfocará una gran variedad de herramientas y experiencia para trabajar con ustedes en el desarrollo de respuestas concretas e innovadoras a estas preguntas», dijo Yellen. Agregó que el Departamento del Tesoro trabajará en estrecha colaboración con socios internacionales.

«En nuestro presupuesto 2022, hemos solicitado US$1.200 millones destinados al Fondo Verde para el Clima, US$485 millones para iniciativas climáticas multilaterales y un mayor apoyo a los bancos multilaterales de desarrollo», dijo Yellen.

En el Plan Internacional de Financiamiento Climático del gobierno de Biden, Estados Unidos se propone duplicar el financiamiento público anual del clima en los países en desarrollo al 2024 con relación al promedio de la segunda mitad del gobierno de Obama.

Sin embargo, el volumen de inversión requerido supera la capacidad individual de los gobiernos. John Kerry, Enviado Presidencial Especial de Estados Unidos para el Clima, citó un informe de las Naciones Unidas que estima que la brecha financiera de los esfuerzos relacionados con el clima es de US$1 a US$2 billones por año durante los próximos 30 años.

«No hay manera de que un gobierno en cualquier lugar, o incluso un grupo de gobiernos, recaude un financiamiento de semejante magnitud», dijo. «La pregunta que se plantea hoy a todos los líderes aquí presentes es ¿cómo puede el mundo combinado de las finanzas públicas y privadas enfrentar este desafío?»

Como dijo la directora ejecutiva de Citigroup, Jane Fraser, la solución del cambio climático requerirá «una alianza público-privada sin parangón.

 

El componente de políticas

 

El contar con políticas adecuadas ya establecidas marcará una diferencia significativa en el cumplimiento de los objetivos relacionados con el clima, afirmó Kristalina Georgieva, Directora Gerenta del Fondo Monetario Internacional (FMI). Un tema clave que destacó fue la necesidad de «consolidar» el precio del carbono.

«De nuestro análisis se desprende que sin ello no alcanzaremos nuestros objetivos de estabilización climática», concluyó. Dijo que el establecimiento del precio del carbono, junto con la eliminación gradual de los subsidios al carbono, puede estimular la inversión en energía renovable, movilidad eléctrica, eficiencia energética y reforestación con un efecto positivo en el crecimiento económico y el empleo.

Si bien la fijación del precio del carbono está ganando impulso y se han implementado varios esquemas que incluyen los costos asociados a las emisiones de gases de efecto invernadero, «no estamos donde deberíamos estar», dijo Georgieva. Pidió el establecimiento de un precio mínimo del carbono internacional que se aplique a los mayores emisores del mundo, tales como las naciones del G20. Dicho mecanismo, cuyo diseño debe ser pragmático, equitativo y flexible, podría abarcar hasta el 80 por ciento de las emisiones mundiales, afirmó.

Otro tema en el que las políticas acertadas son esenciales, dijo Georgieva, es la «taxonomía verde» y la presentación de informes estandarizados sobre los riesgos financieros vinculados al clima. «Cuando miramos las encuestas de los principales inversores, más de la mitad cita la mala calidad o disponibilidad de datos como el mayor obstáculo de la inversión sostenible», dijo.

Marcie Frost, directora ejecutiva del Sistema de Jubilación de Empleados Públicos de California (conocido como CalPERS, por su acrónimo en inglés), un inversor institucional que administra unos US$450.000 millones en activos mundiales, se hizo eco de este punto. Frost les pidió a los gobiernos que tornen obligatorios los informes de riesgos climáticos y se aseguren de que los estándares aplicables a los datos de sostenibilidad estén al mismo nivel de los estándares aplicables a la divulgación de datos financieros.

«Contar con datos de alta calidad cambiaría las cosas», dijo. Agregó que los subsidios a los combustibles fósiles deberían eliminarse y se debería instituir el precio del carbono.

«Consideramos que también es vital que los reguladores federales hagan su parte y realicen un estrecho seguimiento del riesgo climático para el sistema financiero y guíen con claridad a las instituciones financieras que son las que están abordando estos riesgos a diario», dijo Frost.

El sector privado se ha manifestado cada vez más acerca del tema del clima. Por ejemplo, el día antes de la Cumbre de Líderes 43 bancos de todo el mundo, cuyos activos combinados representan US$28,5 billones, lanzaron Net-Zero Banking Alliance, indicando con ello que están «comprometidos a alinear sus carteras de préstamos e inversiones con el objetivo cero emisiones netas a 2050».

Durante la cumbre, los directores ejecutivos de Citigroup y Bank of America, ambos miembros de la coalición, describieron los planes de sus instituciones para minimizar su propio impacto y el de sus clientes en el planeta.

«Estamos comprometidos con el objetivo cero emisiones netas. La buena noticia es que muchos de nuestros colegas del sector privado están igualmente comprometidos», dijo Brian Moynihan, director ejecutivo de Bank of America. Afirmó que su banco ayudará a sus pequeños y medianos clientes a hacer la transición a la energía limpia otorgando financiamiento y experiencia, y que recaudará capital para grandes empresas que estén reestructurando sus operaciones o desarrollando tecnologías innovadoras para respaldar cero emisiones netas.

Un desafío importante, explicó Jane Fraser de Citigroup, será medir el desempeño de los clientes con respecto a la reducción de emisiones y la puesta en marcha de la transición energética. Puede imaginarse algunas «conversaciones difíciles» con los clientes: «¿Tendrán un plan cero emisiones netas? ¿Cómo podemos asociarnos con ellos para ejecutar esta transición tan fundamental? Si un cliente no está interesado en la descarbonización, ¿qué significado tendrá para nuestra relación a largo plazo?»

 

Inversión en los países en desarrollo

 

 

Cualquiera la fuente de inversión climática, ya sea pública o privada, varios oradores destacaron la importancia de garantizar un mayor apoyo a los esfuerzos relacionados con el clima en los países en desarrollo.

El presidente del Grupo del Banco Mundial, David Malpass, dijo que su institución planea aumentar significativamente el gasto en acción climática y movilizar fondos del sector privado en el marco de su Plan de Acción de Cambio Climático 2021-25 (véase el resumen).

«La clave para que esto funcione es integrar el clima y el desarrollo», dijo. «Necesitamos identificar las oportunidades de mitigación y adaptación más importantes y utilizarlas para impulsar nuestro financiamiento climático».

 Malpass señaló que la atención se centrará en los resultados. Por ejemplo, dijo, «en un país determinado ¿será más efectivo invertir en agricultura verde, energía baja en carbono o sistemas de drenaje que puedan salvar vidas durante un huracán? Estamos agregando diagnósticos que ayudarán con estas preguntas».

Por su parte, el presidente del Banco Africano de Desarrollo, Akinwumi Adesina, dijo que en la actualidad su institución dedica alrededor del 40 por ciento de su financiamiento total al clima y más del 60 por ciento de su financiamiento climático a la adaptación. «Estamos protegiendo el clima de África», dijo.

La necesidad no podría ser más urgente, según Adesina. Señaló que el continente ya está perdiendo entre US$7 mil y US$15 mil millones por año a causa del cambio climático, y el FMI estima que esta cifra aumentará a US$50 mil millones por año en 2040. «África no es cero emisiones netas, África está en el epicentro de la acción climática», dijo.

Adesina fue uno de los numerosos oradores de la cumbre que exhortó a los países desarrollados del mundo a movilizar los US$100 mil millones por año de financiamiento prometidos para ayudar a apoyar la acción climática en los países en desarrollo.

«Debemos vernos a nosotros mismos como campeones de los países en desarrollo, cuyo llamamiento a la acción hemos escuchado con una enorme claridad el día de hoy», dijo Alok Sharma, miembro del Parlamento del Reino Unido y presidente de la próxima conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático en Glasgow. (COP26).

«Todos sabemos que el cambio climático no respeta fronteras», agregó, «y abordarlo es indudablemente un esfuerzo mundial».