Antonio Almonte, Ministro de Energía y Minas, destacó que la aplicación de políticas públicas sólidas, con menos burocracia y más transparencia, ha favorecido el «gran salto»de las energías renovables en la República Dominicana. Catorce de los nuevos proyectos en marcha son sistemas solares fotovoltaicos y los restantes, de energía eólica.
Según el ministro, a finales de este año estos proyectos habrán añadido unos 800 megavatios (MW) de energía renovable al sistema eléctrico, con lo que el país estará a punto de cumplir uno de sus objetivos: generar el 25% de su electricidad a partir de energías renovables para 2025.
«Es posible que si no lo alcanzamos, podemos quedar bastante próximos», dijo Almonte, quien es ingeniero nuclear de formación y dirige el Ministerio de Energía desde que el presidente Luis Abinader asumió el cargo en agosto de 2020.
Los ministros de energía de toda la región se reunirán en Punta Cana (República Dominicana) los días 14 y 15 de marzo de 2024 para celebrar la Sexta Reunión Ministerial de la Alianza de Energía y Clima de las Américas. El tema será: «Energía Renovable en las Américas: Integración e Innovación».
Sus declaraciones se produjeron durante una entrevista con la Alianza de Energía y Clima de las Américas (ECPA), en el marco del reciente evento virtual: «Integración de las energías limpias para un futuro sostenible». Juan Cruz Monticelli, coordinador de la iniciativa ECPA y Jefe de Energía Sostenible de la Organización de Estados Americanos (OEA), fue el encargado de conducir la entrevista y moderar una mesa redonda. Se trató del primero de varios eventos que buscan sentar las bases para la Sexta Reunión Ministerial de la ECPA, que se celebrará en la República Dominicana el próximo mes de marzo bajo el tema «Energía renovable en las Américas: Integración e Innovació».
Almonte explicó que la «bujía inspiradora» que ha impulsado a la República Dominicana a apostar por las energías renovables, ha sido la fuerte dependencia que el país tiene de los combustibles fósiles importados.
«Nuestro país no produce ningún tipo de combustible, ni carbón mineral, ni fuel oil, ni petróleo, ni gas natural», dijo. Tampoco puede recurrir a los vecinos en busca de ayuda, añadió, señalando que el único país con el que comparte frontera, Haití, no produce suficiente energía para satisfacer sus propias necesidades.
Para reducir su vulnerabilidad ante los precios internacionales del petróleo y permitir que su dinámica economía siga creciendo, la República Dominicana debe adoptar un enfoque flexible y optimizar el uso de todos los recursos a su disposición, dijo Almonte. «Estamos trabajando para que las fuentes renovables pasen a ser muy significativas en cuanto a la oferta de energía eléctrica en el país», afirmó.
La administración actual ha reducido drásticamente los trámites burocráticos necesarios para los proyectos de energías renovables, dijo, de modo que las propuestas puedan tramitarse a través de los distintos organismos implicados sin retrasos injustificados. Se ha aportado «transparencia y seriedad» al proceso de concesión de licencias y permisos, señaló Almonte, para que los desarrolladores e inversores sepan exactamente qué esperar.
El Gobierno también ha estado ofreciendo contratos de compra de energía a largo plazo (PPA), que garantizan que la inversión generará beneficios. «El contrato PPA ha sido para nosotros una palanca sumamente importante para atraer inversionistas», declaró Almonte.
La comunidad empresarial ha estado prestando atención. Según Ricardo Estévez, Gerente de Desarrollo de la empresa energética dominicana EGE Haina, las empresas que se organizan y entregan su documentación a tiempo pueden pasar de una propuesta inicial a un proyecto en funcionamiento en menos de dos años.
«Todo el mundo está construyendo en la República Dominicana», afirmó durante una mesa redonda en el Foro de Energías Renovables del Caribe (CREF), celebrado en abril en Miami. Con su proceso transparente y sus políticas claras, dijo, el gobierno dominicano está «enviando una clara señal a todo el mundo de que está abierto a los negocios».
No se puede decir que todos los problemas energéticos del país estén resueltos. De hecho, durante el diálogo virtual del pasado 15 de junio, el Ministro de Energía Almonte señaló que la ola de calor que estuvo azotando la isla ejerció una presión sin precedentes sobre la red eléctrica.
A pesar de todos los progresos que el país está haciendo en el frente energético (no sólo ampliando la energía solar y eólica, sino también añadiendo centrales de gas natural de ciclo combinado y una terminal de gas), uno de los principales retos consiste en la necesidad de reacondicionar el sistema de distribución de electricidad, afirmó Almonte. Describió las redes eléctricas, los transformadores y las subestaciones del país como «antiguas» y «muy frágiles».
Mientras tanto, la demanda eléctrica de hogares y empresas se ha disparado. El consumo máximo durante una ola de calor actualmente supera los 3.300 MW, mientras que hace uno o dos años no llegaba a los 3.000, según Almonte. «El sistema de distribución que tenemos no soporta ese crecimiento de la demanda», añadió.
La creciente utilización de energías renovables conlleva sus propios retos. Almonte se refirió a algunas de las medidas que el Gobierno ha adoptado para aumentar la capacidad y la estabilidad de la red y reforzar el sistema de transmisión. Otro funcionario dominicano, Edward Veras, Director Ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE), también abordó algunos de estos desafíos en una entrevista con la ECPA durante la conferencia celebrada en Miami.
Un tema que se ha convertido en prioritario es la necesidad de añadir un sistema de almacenamiento de energía que permita incorporar al sistema eléctrico mayores cantidades de energía renovable intermitente, especialmente solar.
La energía solar fotovoltaica no sólo es una fuente de energía limpia, sino que tiene una clara ventaja de costo sobre los combustibles fósiles. «Hoy la energía solar, por lo menos en la República Dominicana, es a la mitad del precio de la energía térmica», afirma Veras.
Sin embargo, el sol puede ocultarse tras las nubes durante el día y, por supuesto, no brilla por la noche. Eso significa que se necesitan soluciones de almacenamiento a corto y largo plazo, explicó Veras. Primero, para ayudar a estabilizar la red compensando las fluctuaciones durante el día y segundo, para ampliar las horas de aprovechamiento de la energía solar.
Según Veras, las energías renovables intermitentes representan actualmente alrededor del 14% de la capacidad energética del país. Esto no sólo incluye proyectos a gran escala, sino también unos 300 MW de energía solar instalada sobre tejados. Además del objetivo del 25% de energías renovables para 2025, el país se ha fijado un objetivo del 30% para 2030.
No obstante, una vez finalizados todos los proyectos de energías renovables que se están construyendo y los que se encuentran en fases anteriores, el sistema no podrá gestionar mucha más energía solar fotovoltaica durante el día y seguir siendo estable, explicó Veras.
«Hay que llevar esa energía solar a las horas de la noche, usando almacenamiento de larga duración», dijo.
Una medida que está adoptando el Gobierno, es establecer normas que obliguen a los nuevos proyectos de energías renovables a gran escala a incorporar un determinado porcentaje de capacidad de almacenamiento. Los proyectos de entre 50 y 100 MW deben incluir al menos el 30% de esa capacidad en almacenamiento con baterías, porcentaje que aumentará para los proyectos más grandes, explicó Veras.
Si bien, en la actualidad, algunos proyectos pueden resultar financieramente inviables bajo esos términos, el Gobierno espera que los precios del almacenamiento bajen, tal como ha sucedido con los paneles solares en los últimos años, dijo Veras.
«Estamos apostando a que el desarrollo tecnológico y la industria de la tecnología de almacenamiento aumente en el mundo y nos permita tener precios más baratos en el uso del storage», dijo.
Otro de los desafíos que afronta la República Dominicana está relacionado con su sistema de transmisión, es decir, las líneas de alta tensión de larga distancia que llevan la electricidad desde una central eléctrica hasta la red de subestaciones que la distribuyen a hogares y empresas.
Normalmente, las centrales eléctricas que queman combustibles fósiles tienden a ubicarse cerca de los principales núcleos poblacionales, creando centros energéticos naturales. En cambio, la energía renovable debe generarse donde se encuentren los mejores recursos, que pueden estar lejos de la red eléctrica existente. En lugar de tener una gran central eléctrica y una línea de transmisión, explicó Veras, ahora puede ser necesario tener 10, 20 o 30 centrales eléctricas, cada una de las cuales requiere una solución de transmisión.
Por ley, el sistema de transmisión eléctrica de la República Dominicana está bajo control estatal: es propiedad y está gestionado por la Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana (ETED). Según Veras, esto tiene sentido desde el punto de vista de la seguridad nacional, pero también desde el punto de vista económico. A diferencia de una empresa con fines de lucro, que necesita generar un retorno de su inversión en un plazo más corto, una empresa pública puede repartir los costos de las líneas de transmisión a lo largo de un periodo mucho más largo.
Tanto los funcionarios dominicanos como los representantes de empresas que intervinieron en la conferencia CREF celebrada en Miami, coincidieron en que la inversión en energías renovables ha superado a la inversión en transmisión. Algunos desarrolladores dijeron haber construido tramos de líneas de transmisión con la aprobación de la empresa estatal, para poder poner en marcha sus proyectos a tiempo.
Almonte afirmó durante el reciente evento virtual que la ampliación del sistema de transmisión está muy avanzada, incluida la construcción de una nueva línea de alta tensión (345 kV).
«Se espera que a la vuelta de un par de años tengamos un sistema nacional de transmisión bastante robusto», dijo.
Almonte destacó la importancia de la electricidad para la expansión y sostenibilidad de la economía del país y dijo que el pueblo dominicano lo comprende y apoya el desarrollo de las energías renovables. La reunión ministerial de marzo, dijo, ayudará a concienciar a la opinión pública sobre la importancia de este asunto para el país y para la región en general.