Los lineamientos orientadores del futuro energético de la República Dominicana están formulados en la Estrategia Nacional de Desarrollo (END), documento promulgado como ley el 25 de enero de 2012. En particular, la visión estratégica en materia energética se define en los objetivos y líneas de acción del Tercer Eje de la END, pensados para ser alcanzados en un horizonte temporal de 18 años.
Uno de los objetivos generales del Eje -orientado a la consolidación de un nuevo modelo económico eficiente, competitivo y de amplia inclusión social-, consiste en cimentar las bases del desarrollo nacional en una energía confiable, eficiente y ambientalmente sostenible, con dos objetivos específicos de gran calado, a saber: (1) aseguramiento del suministro confiable de electricidad y (2) del abastecimiento de combustibles, apuntando a una mayor diversificación, precios competitivos y sustentabilidad ambiental.
En este sentido, los esfuerzos deberán encauzarse a:
En adición, partiendo del incremento esperado del consumo energético en todos los sectores en los próximos años, el Gobierno dominicano debe centrar sus esfuerzos en la planificación y promoción del “…desarrollo de una infraestructura de refinación, almacenamiento, transporte y distribución de combustibles moderna y eficiente, ambientalmente sostenible, geográficamente equilibrada y competitiva, que opere con los más altos estándares de seguridad y calidad”.
Como puede notarse, el país busca reducir su dependencia de combustibles fósiles, construyendo un nuevo sistema energético capaz de soportar los objetivos de desarrollo económico y social; a la vez que asegure su aporte a la reducción de las emisiones de contaminantes locales y de gases de efecto invernadero, dada su condición insular y la subsecuente vulnerabilidad a los impactos del cambio climático.
En este contexto, el mayor desafío proviene del desempeño del subsector eléctrico: en general, se caracteriza por un suministro poco confiable, deficiente y caro, cuyas manifestaciones más visibles son los apagones recurrentes, pérdidas técnicas y no técnicas, insostenibilidad financiera y ambiental, y fuerte dependencia de las transferencias del Gobierno con alto impacto en términos fiscales. Por tanto, y partiendo de los lineamientos estratégicos mencionados, el reto es implementar una solución de carácter sistémico, que cuente con el compromiso de todos los sectores y actores.
La END 2030 ordena la firma de un Pacto Eléctrico que resuma las líneas de acción nodales, contando con un amplio consenso sectorial, que asegure la solución de la crisis estructural del subsector eléctrico. El Gobierno dominicano, siguiendo la ruta estratégica trazada, inició hace unos meses los trabajos preparatorios en torno al Pacto, con una orientación de base general que incluye los siguientes componentes, bajo la modalidad de planes:
La activa participación del Ministerio de Energía y Minas (MEM) en la formulación de los contenidos del Pacto Eléctrico se enmarcará siempre en el contexto de su visión de seguridad energética. Ésta, entre otros elementos, incluye el desarrollo de iniciativas novedosas en el ámbito de varios ejes estratégicos ya definidos: primero, hidrocarburos, que hace énfasis en la modernización y/o actualización del marco regulatorio y de políticas, actuando paralelamente en la ejecución de proyectos en las áreas de prospección, exploración y explotación del posible potencial hidrocarburífero del país.
Segundo, minimizar la dependencia del país respecto a los hidrocarburos importados, transformando la economía dominicana en una con una matriz de generación eléctrica sustentable que priorice los recursos energéticos renovables, bajo la garantía de incorporación de nuevas tecnologías energéticas, competitivas y amistosas con el medio ambiente. Finalmente, y asociado al ámbito energético en general, el MEM se propone implantar un nuevo modelo de explotación de los recursos naturales renovables bajo criterios de equidad, inclusión social, seguridad y sostenibilidad ambiental. En este sentido, el Ministerio dará prioridad a los pequeños y medianos proyectos en el ámbito de la minería metálica y no metálica.
La contribución del MEM a la consecución de los compromisos plasmados en la END, en el Pacto Eléctrico y en el conjunto dinámico de las metas presidenciales en materia energética, será decisiva para el desarrollo nacional. La creación de este Ministerio, sin dudas, constituye la reforma institucional de mayor calado de los últimos años.