Boletín de noticias de la ECPA

México: Hacia una agenda energética más sostenible

lunes, noviembre 10, 2014

El cambio climático ha dejado de ser una profecía, y los países de las Américas están implementando medidas concretas para hacer frente a sus consecuencias. Con el ánimo de facilitar el intercambio de información entre los países miembros de la OEA sobre este tema crucial, este boletín se dará a la tarea de periódicamente resaltar un país en particular, para examinar las políticas y medidas que está adoptado para enfrentar los múltiples desafíos del cambio climático. El primer país de enfoque es México, que ha establecido metas ambiciosas para ampliar el uso de las energías renovables y reducir la dependencia en los combustibles fósiles.

En los últimos años, México ha adoptado diversos mecanismos legales, marcos regulatorios e instrumentos financieros en materia energética. Desde el 2007, el Fondo de Sustentabilidad Energética busca impulsar la investigación científica y tecnológica en eficiencia energética, fuentes renovables de energía, uso de tecnologías limpias y diversificación de fuentes primarias de energía. El Fondo para la Transición Energética y el Aprovechamiento Sustentable de la Energía, por su parte, financia proyectos de los sectores público, privado y académico así como de organizaciones no gubernamentales.

México ha centrado muchos de sus esfuerzos en la potencialización de las energías renovables. La Ley para el Aprovechamiento de las Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética (LAERFTE), adoptada en 2008 y reformada desde entonces, establece que para el año 2024 la participación de las fuentes no fósiles en la generación de electricidad será del 35%.

El Programa Especial para el Aprovechamiento de Energías Renovables (PEAER), lanzado hace unos meses, busca aumentar la capacidad instalada y la generación de electricidad a partir de fuentes renovables de energía; incrementar la inversión pública y privada en la generación, construcción y ampliación de la infraestructura para su interconexión; aumentar la participación de biocombustibles en la matriz energética nacional; e impulsar el desarrollo tecnológico, de talento y de cadenas de valor en energías renovables.

“Es necesario el desarrollo de una visión de largo plazo que permita asegurar que la integración de las energías renovables en la matriz energética sea económica, ambiental y socialmente óptima”, se afirma en la descripción del programa, publicado en el Diario Oficial de la Federación en abril de 2014.

Desde 2008 hasta 2012, según cifras oficiales, los combustibles fósiles representaron alrededor del 80% de la electricidad generada para satisfacer la demanda no comercial del servicio público, por ejemplo para los edificios de la administración pública. En este sector, la energía hidroeléctrica fue lejos la fuente renovable más importante, representando entre 79 y 84% de la energía eléctrica generada a partir de fuentes renovables, mientras que la geotérmica tuvo una participación de entre 15 y 20%.

México se encuentra en el proceso de desarrollar otras fuentes renovables, por ejemplo a través de grandes proyectos eólicos en el estado de Oaxaca así como otros proyectos contemplados en Tamaulipas y en Baja California. El PEAER identifica que la energía solar tiene enorme potencial para la generación eléctrica en México; sin embargo explica que este potencial es teórico ya que no se han realizado estudios detallados que permitan comprobar su factibilidad. En el año 2012 se puso en marcha un proyecto piloto de energía solar fotovoltaica en Baja California Sur.

Dada la importancia de la recopilación de información y la elaboración de estudios sobre el uso potencial de los recursos renovables, México ha establecido el Inventario Nacional de Energías Renovables (INER). El INER está a cargo del Atlas Nacional de Zonas Factibles para el Desarrollo de Energías Renovables, herramienta mediante la cual se identifican zonas disponibles para la construcción de centrales eléctricas, principalmente eólicas y solares, de acuerdo a aspectos ambientales y de uso de suelo.

El país además cuenta con otros programas de energías renovables que benefician a poblaciones vulnerables, como por ejemplo el Proyecto de Electrificación a Comunidades Aisladas. Esta iniciativa busca, mediante el aprovechamiento de fuentes renovables, dotar del servicio de energía eléctrica a comunidades en condición de pobreza extrema y que por su ubicación geográfica se encuentren imposibilitadas de ser electrificadas de manera convencional. Para lograr esto, se dotarán e instalarán paquetes individuales de electrificación con energías solar y eólica que incluyen un panel fotovoltaico y/o un mini-aerogenerador con una capacidad de 250 W.

Otro programa de energías renovables apoya a actividades productivas en medios rurales, identificando localidades que técnica y económicamente son susceptibles a la electrificación mediante el aprovechamiento de energías renovables. Particularmente, esta abarca una cartera de proyectos en medios rurales utilizando micro hidroeléctrico, micro eólico, sistemas fotovoltaicos, biomasa, geotermia de baja entalpía y micro cogeneración. De igual manera se establece un modelo de gestión para la operación y el mantenimiento de los proyectos de electrificación rural mediante la creación de cooperativas eléctricas que estén constituidas, operadas y mantenidas por los propios beneficiarios.

Para reforzar el impacto de estos esfuerzos, el Programa de Energías Limpias en la Administración Pública Federal tiene como objetivo proporcionar a los edificios e instalaciones públicas federales la capacidad de autoabastecimiento de energía eléctrica, a través del aprovechamiento de energías renovables y con ello obtener un ahorro sustancial en la operación y mantenimiento del sitio.

Por último, se ha creado la Ventanilla de Energías Renovables para simplificar los requisitos y reducir los trámites para la realización de estos proyectos, y de esta manera fomentar la inversión en proyectos de energías renovables y contribuir al incremento de la capacidad instalada de generación de electricidad.

México es además un referente regional en la eficiencia energética, gracias a iniciativas como el Programa Nacional para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía (PRONASE). Este instrumento establece las estrategias, objetivos, acciones y metas que permitirán alcanzar el uso óptimo de la energía en todos los procesos y actividades para su explotación, producción, transformación, distribución y consumo final, mediante elementos como programas de eficiencia energética, regulación, mecanismos de cooperación, capacidades institucionales, cultura del ahorro de energía, y desarrollo tecnológico.

El Proyecto Nacional de Eficiencia Energética en Alumbrado Público Municipal tiene como objetivo apoyar a los municipios de México en la sustitución de sus sistemas de iluminación de alumbrado público ineficientes. Los municipios recuperan la inversión del financiamiento del nuevo sistema mediante los ahorros generados por la disminución en el consumo de energía eléctrica.

Mediante otro programa, se facilita la posibilidad de que la pequeña y mediana empresa nacional pueda implementar acciones y operaciones energéticamente más eficientes, otorgando financiamiento para la adquisición de equipos eléctricos eficientes.

Para mayor información sobre las políticas públicas y programas energéticos de México, consulte el portal de la Secretaría de Energía.