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Luz verde para Trinidad y Tobago

lunes, febrero 27, 2023
Trinidad y Tobago está en condiciones de avanzar con sus planes de explotación de gas natural en aguas venezolanas, ahora que ha recibido luz verde del gobierno de Estados Unidos. «Se trata de un desarrollo muy significativo con consecuencias de gran alcance», declaró el Primer Ministro Keith Rowley.

 

La posibilidad de explotar las reservas de gas situadas en el mar de Venezuela, supone un gran impulso económico para Trinidad y Tobago. Este país caribeño de dos islas, situado frente a la costa nororiental de Venezuela, cuenta con la infraestructura necesaria para producir gas natural licuado (GNL) y productos petroquímicos; sin embargo, su producción ha estado por debajo de su capacidad debido a la disminución de sus reservas.

«Siempre hemos sido conscientes de la importancia nacional y regional de los recursos de gas natural de Venezuela y de su proximidad a la infraestructura energética de primera clase existente en Trinidad y Tobago», declaró Rowley durante una rueda de prensa en Puerto España.

Rowley dijo que Trinidad y Tobago ya había negociado con Venezuela las condiciones para desarrollar el yacimiento de gas Dragón en 2018, pero que los planes habían quedado en suspenso debido a las sanciones estadounidenses para hacer negocios con la industria petrolera y gasística venezolana, impuestas en 2019.

El año pasado, Trinidad y Tobago solicitó una exención a la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos para poder emprender la explotación del yacimiento Dragón. El 24 de enero de este año la OFAC le concedió una licencia para el desarrollo, con algunos detalles aún por ultimar, señaló Rowley.

El Primer Ministro advirtió que el gas no estará disponible de la noche a la mañana. Trinidad y Tobago aún debe llegar a un acuerdo con su socio operador, Shell, y con el gobierno venezolano, explicó. Y aunque el yacimiento Dragón tiene reservas comprobadas, todavía hay que completar trabajos de ingeniería, perforar pozos y construir un tramo de gasoducto para conectarlo a la plataforma marina activa Hibiscus, ubicada en aguas de Trinidad y Tobago.

«Todavía queda mucho trabajo por hacer, pero este es un paso gigante», dijo. «Se ha superado el obstáculo más grande».

En la Cumbre de las Américas del año pasado, el Primer Ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley (en la foto con el Presidente y la Primera Dama de Estados Unidos, Joe y Jill Biden), junto con sus homólogos de otros países caribeños, entabló un diálogo con los líderes estadounidenses sobre seguridad energética. Credit: Embajada de Estados Unidos en Trinidad y Tobago

Rowley agradeció a varios miembros del Congreso estadounidense, así como a sus homólogos de distintos países caribeños por su apoyo para alentar a la Administración a conceder la licencia. Los líderes caribeños también trataron el tema de la seguridad energética con el Presidente estadounidense Joe Biden y la Vicepresidenta Kamala Harris en la Cumbre de las Américas del año pasado, dijo.

Rowley explicó que la licencia tiene una duración inicial de dos años, con la posibilidad de renovarla por otros diez. En su opinión, la explotación del yacimiento de gas «beneficia a todos», no sólo a Trinidad y Tobago, sino a toda la región del Caribe e incluso a Estados Unidos.

«El suministro de energía y la seguridad energética en el Caribe, es la seguridad energética en Estados Unidos», afirmó.

La licencia prohíbe a Venezuela recibir pagos en efectivo por el gas que suministra a Trinidad y Tobago, una condición que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha criticado en comentarios públicos, calificándola de «modelo colonial.»

Según un informe del Wall Street Journal, la National Gas Company de Trinidad y Tobago Ltd. (NGC) planea suministrar bienes humanitarios como alimentos y medicinas a cambio del gas que adquiere de Petróleos de Venezuela (PDVSA).

 

«Pragmatismo Energético»

 

Un buque de transporte de GNL frente a las costas de Trinidad y Tobago. La producción de gas natural licuado del país insular ha estado por debajo de su capacidad debido a la disminución de sus reservas.

David Goldwyn, quien dirige una empresa internacional de consultoría energética llamada Goldwyn Global Strategies y ha ocupado altos cargos de energía en el Departamento de Estado de Estados Unidos, elogió la decisión de conceder la licencia como un «bienvenido acto de pragmatismo energético».

«Fue pragmático al proporcionar una solución que cumplió el doble objetivo diplomático de apoyar a Trinidad pero sin enriquecer a Venezuela», dijo Goldwyn en una entrevista con la Alianza de Energía y Clima de las Américas (ECPA).

Esta no es la primera excepción a las sanciones. A finales del año pasado, por ejemplo, el Departamento del Tesoro estadounidense permitió a Chevron, que forma parte de una empresa conjunta con PDVSA, reanudar la extracción de petróleo en Venezuela. El Washington Post describió los términos de esta manera: «La licencia limitada estipula que el petróleo producido sólo puede exportarse a Estados Unidos. Ningún beneficio de su venta puede ir a la empresa estatal venezolana, sino que debe utilizarse para pagar a los acreedores venezolanos en Estados Unidos».

Concederle la licencia a Trinidad y Tobago, dijo Goldwyn, permite a Estados Unidos. «mostrar su buena fe como vecino» y ayudar a cumplir los compromisos asumidos el año pasado a través de la Asociación Estados Unidos-Caribe para Abordar la Crisis Climática 2030 (PACC 2030).

«Es un paso importante para hacerlo realidad, porque el Caribe sufre de una considerable falta de seguridad energética», dijo.

La licencia ayudará a la economía de Trinidad y Tobago, y al mismo tiempo servirá para reforzar la seguridad energética y alimentaria de la región, declaró Goldwyn.

La seguridad alimentaria es un factor determinante, considerando que el gas natural es una materia prima clave en la producción de amoníaco, que luego es utilizado para fabricar fertilizantes. Según Goldwyn, los aumentos del precio del gas natural, como los registrados el año pasado, encarecen los fertilizantes y vuelven aún más importante disponer de un suministro cercano para ahorrar costes de transporte.

La seguridad energética y la seguridad alimentaria están fuertemente vinculadas debido a que el gas natural es una materia prima clave en la producción de amoníaco, utilizado para fabricar fertilizantes.

El gas natural también es fundamental desde el punto de vista energético, dijo, y señaló que es muy preferible al fuelóleo. «A medida que el Caribe intenta dejar de depender fuertemente de esta fuente de energía, la posibilidad de contar con GNL a pequeña escala se presenta como una herramienta indispensable para el despliegue de las energías renovables, ya que proporciona resiliencia y redundancia y aborda la intermitencia de las energías renovables», afirmó.

Goldwyn estima que el gas venezolano podría tardar entre tres y cuatro años en llegar a Trinidad y Tobago.

Si bien Rowley no dio a conocer la fecha en la que el gas empezaría a fluir, afirmó, «Iremos a toda velocidad para llevarlo al mercado lo antes posible».

Según los términos de la licencia, Trinidad y Tobago dará prioridad a abastecer a otros países caribeños que necesiten GNL. Destacó a Jamaica y la República Dominicana como dos países que ya importan GNL y que se beneficiarán del aumento de la oferta.

 

El Caribe y los combustibles fósiles

 

Una refinería de petróleo en la isla de Aruba, frente a la costa norte de Venezuela occidental. El día en que la región del Caribe pueda sustituir completamente los productos derivados de los hidrocarburos «aún está muy lejos», declaró el Primer Ministro de Trinidad y Tobago, Rowley, en un discurso reciente. Credit: David Stanley.

El pasado 14 de febrero, en un discurso brindado en una conferencia internacional sobre energía celebrada en Guyana, el Primer Ministro Rowley se refirió a la dependencia que la región caribeña tiene de las importaciones de productos petrolíferos. Éstas representan el 87% del consumo de energía primaria, mientras que algunos países gastan hasta el 15% del PIB anual en importaciones de combustible, según indica el discurso publicado en la página web del gobierno.

«Con la inversión adecuada, la región puede reducir sustancialmente su dependencia de los productos energéticos refinados importados, aprovechando la energía natural generada por fuentes solares, eólicas, geotérmicas e hidroeléctricas», afirmó. «Aun así», añadió, «la sustitución completa o significativa de los productos derivados de los hidrocarburos está muy lejos».

Rowley atribuyó la lentitud en las inversiones en energía verde al coste relativamente alto de la infraestructura y a los problemas fiscales de la región. «El estímulo verbal, e incluso las exigencias agresivas de los países ricos, no han ido acompañadas de la atención y la inversión necesaria en nuestras pequeñas economías, cargadas de deudas y en dificultades», afirmó.

Por otra parte, señaló que la exploración extensiva y los descubrimientos de petróleo en el Caribe podrían cambiar radicalmente la situación de la región. Los combustibles fósiles siguen siendo la fuente de energía dominante en el mundo y son rentables, afirmó.

«Es la energía resiliente y asequible la que impulsa el crecimiento económico», afirmó Rowley. «Por lo tanto, el concepto de cambio climático no debe impedir que los países en desarrollo utilicen combustibles fósiles como fuentes de energía en pos del crecimiento económico».

Rowley abogó por una mayor cooperación energética entre los países del Caribe. «Debemos utilizar nuestros recursos energéticos en beneficio de nuestros pueblos, para desarrollar la resiliencia y ampliar nuestras economías y crear seguridad energética para la región», afirmó.


Imagen de portada: Una plataforma de exploración marítima en aguas territoriales de Trinidad y Tobago.