En la capital provincial de Otuzco en Perú, en el departamento de La Libertad, los voluntarios del Cuerpo de Paz del programa de Agua, Saneamiento e Higiene están desarrollando la capacidad de una comunidad para desplegar y mantener su propio biodigestor. Esta iniciativa de la ECPA impulsó otros proyectos similares orientados a la modernización tecnológica y el fortalecimiento de la educación ambiental.

La voluntaria del Cuerpo de Paz Danielle Devuyst capacitó a los estudiantes del Instituto de Educación Superior Tecnológico Público de esta localidad en tecnologías ambientales. El interés que suscitaron estas tecnologías entre sus estudiantes la llevó a unir fuerzas con el Centro de Producción Experimental del Instituto—una granja que ofrece educación práctica a fin de complementar los conocimientos teóricos—para desarrollar una iniciativa de la ECPA sobre biomasa y energía solar. “Estoy muy contenta con el éxito de este proyecto”, dijo Devuyst, agregando que “todo se debe a mis excelentes contrapartes y estudiantes, quienes participaron en la instalación y las sesiones educativas del biodigestor”. Después de visitar el Centro de Producción Experimental, Devuyst se dio cuenta de que un biodigestor ofrecería considerables beneficios, habida cuenta de la disponibilidad de considerables cantidades de estiércol de origen animal, combinada con la demanda de gas de cocina y fertilizantes orgánicos. Esta tecnología reduciría la contaminación de las aguas superficiales y la dependencia con respecto a recursos externos, incluyendo los costosos fertilizantes químicos y el gas de cocina. “El trabajo fue difícil. Debimos cavar una gran zanja en el durísimo suelo de la sierra. Mis estudiantes y contrapartes enfrentaron el reto sin ninguna queja”, dijo Devuyst.

La recolección de estiércol bovino y porcino y su uso en un biodigestor reduce la contaminación de las aguas superficiales. El uso del gas metano para cocinar ayuda a reducir la extracción de leña, lo cual aumenta la estabilidad de las tierras arables y reduce las emisiones de dióxido de carbono. El biodigestor produce una gran cantidad de biol que se utiliza como fertilizante orgánico, cuyo uso es más seguro para el ambiente y la salud humana. Para la construcción, la iniciativa de la ECPA y los socios comunitarios adquirieron un tubo de geomembrana de 8,5 metros cuadrados. El Instituto contribuyó con la mano de obra, los ladrillos de adobe y otros materiales disponibles localmente. Varios estudiantes ofrecieron su mano de obra como requisito de graduación. La iniciativa de la ECPA no se centró tan sólo en la instalación. Además de capacitar a los participantes en el funcionamiento, la operación y el mantenimiento del biodigestor, el Cuerpo de Paz también impartió capacitación en estrategias de adaptación y mitigación del cambio climático.

A fin de incorporar estrategias de negocios y comercialización, el Instituto decidió cultivar hortalizas en un sistema hidropónico utilizando una bomba de agua que funciona con energía solar. El sistema comprende un panel solar de 75 watts y una bomba de agua de 2,5 amperes. Los fondos de la donación de la ECPA se aplicaron a la adquisición del panel solar y tubos de PVC, bombas y madera, mientras que el Instituto contribuyó con toda la mano de obra y los materiales disponibles localmente. Esta fue una contribución indispensable de la comunidad. Las hortalizas se comercializan a nivel local como productos hidropónicos y orgánicos. Estas técnicas de comercialización educan a la comunidad en el ahorro del agua y las estrategias de adaptación al cambio climático. El proyecto también tiene un importante componente educacional fortalecido con experiencias reales. Los voluntarios ampliaron las lecciones anteriores sobre tecnologías de energía alternativa concentrándose en la solar fotovoltaica. El uso de paneles solares es una estrategia de mitigación del cambio climático que goza de un amplio consenso visto que reduce las emisiones de carbono.

A fin de lograr que este proyecto se convierta en un sistema cerrado de producción sostenible, los estudiantes realizarán experimentos usando el biol proveniente del biodigestor para alimentar las plantas hidropónicas en lugar de adquirir nutrientes—la práctica de la mayoría de los proyectos hidropónicos— conectando así ambas iniciativas de la ECPA.