Esta tarea exige transformar un sistema de generación eléctrica «subdesarrollado, poco confiable y costoso» basado en combustibles fósiles, en un sistema moderno y sostenible que se base en diversas fuentes de energía, incluida la energía renovable nacional, según Evenson Calixte, Director de Gestión de la Autoridad Nacional de Regulación del Sector Energético de Haití (Autorité Nationale de Régulation du Secteur de l’Energie, ANARSE).
Durante la Cuarta Reunión Ministerial de la Alianza de Energía y Clima de las Américas (ECPA), Calixte habló sobre algunos de los pasos que el gobierno haitiano ha estado adoptando en el sector energético. El primer «gran avance», dijo, se produjo en febrero de 2016, con la adopción de un nuevo marco legal y regulatorio que puso fin al monopolio de la empresa de suministro eléctrico en la producción, venta y distribución de electricidad, y abrió las puertas a la inversión privada.
El gobierno se ha trazado una estrategia de electrificación basada en tres aspectos principales. Planea fortalecer y expandir la red metropolitana que brinda servicios a la zona de la capital y sus alrededores, Puerto Príncipe, expandir y restaurar las redes regionales aisladas que brindan servicios a otras zonas urbanas e implementar soluciones desconectadas de la red, incluyendo microrredes y sistemas solares domiciliarios, en zonas más rurales y remotas.
En la actualidad, solo alrededor de una docena de ciudades en Haití tienen electricidad las 24 horas, afirmó Calixte en una entrevista. En algunos casos, esto es el resultado de los esfuerzos en pos de la electrificación llevados a cabo a lo largo de los años con el apoyo de donantes, incluida la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
En Puerto Príncipe, donde habita aproximadamente 1 millón de los 11 millones de habitantes del país, la energía eléctrica está disponible por un promedio de 10 horas al día. El plan es complementar el suministro energético del área metropolitana con una planta a base de gas natural de 300 MW y una planta solar fotovoltaica que cuente con tecnologías de almacenamiento, así como agregar subestaciones y líneas de transmisión.
Asimismo, Haití se propone ofrecer concesiones a empresas privadas para expandir y fortalecer ocho redes regionales y agregar capacidad de generación, incluidas plantas de pequeña escala a base de gas y energía solar fotovoltaica (el país no cuenta con una red nacional, y su creación no está contemplada en el corto o mediano plazo). Con respecto a tres redes regionales, se están realizando ofertas a fin de identificar un operador privado que reemplace la empresa de suministro (Electricité d’Haiti ). ANARSE ha publicado los resultados de la precalificación en su sitio web (www.anarse.gouv.ht).
Para docenas de comunidades más pequeñas, la idea es poner en funcionamiento microrredes abastecidas mediante energía solar, con grupos electrógenos diesel que suministren energía de respaldo. En diciembre, el pueblo pesquero de Tiburón, en la península Sur de Haití, tuvo acceso a la energía eléctrica durante las 24 horas del día, los 7 días de la semana a través de una microrred, gracias a un proyecto desarrollado por EarthSpark International que gozó del apoyo de fondos provenientes de donaciones. Este fue el primer proyecto de microrred aprobado por ANARSE.
El organismo regulador, que otorga licencias y concesiones en el sector energético, espera contar con 51 microrredes en los próximos dos años, afirmó Calixte. Se adjudicaron siete proyectos en virtud de una primera solicitud de propuestas. ANARSE está revisando las solicitudes de propuestas con el objeto de atraer mayores inversores. A través de un mecanismo conocido como financiamiento basado en resultados, los desarrolladores podrían beneficiarse de los subsidios de los donantes para el gasto de capital inicial, dependiendo del número de conexiones a las microrredes.
Este esfuerzo ha recibido considerable apoyo técnico internacional y financiero del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y elBanco de Desarrollo del Caribe. Se espera que un préstamo concesional de US$20 millones proveniente de Taiwán ayude a financiar redes de distribución local en lugares donde se construirán micro redes.
El año pasado, Haití y el Banco Mundial establecieron el Fondo de Electricidad Desconectad de la Red con un financiamiento inicial de US$17 millones provenientes del Clean Technology Fund y el Scaling up Renewable Energy Program, para apoyar el acceso a la electricidad en zonas remotas.
Para las partes más aisladas del país, especialmente en las zonas montañosas, el plan a corto plazo consiste en suministrar a los hogares sistemas solares domiciliarios que generen suficiente electricidad para dar luz y cargar teléfonos. Hasta ahora, se ha realizado un proyecto piloto para atender a unos 10.000 hogares, pero este enfoque tiene el potencial de llegar a cientos de miles de personas, afirmó Calixte. El gobierno subsidiará este programa, cuyas prestaciones se estructurarán bajo un modelo de pago por uso (“pay-as-you-go”).
Incluso la cantidad más básica de electricidad puede tener un gran impacto en la vida de las personas, explicó Calixte en la entrevista. Implica que los niños en edad escolar puedan hacer la tarea después del anochecer sin tener que inhalar gases tóxicos emanados de lámparas de kerosén. Implica no tener que caminar varios kilómetros hasta el local de carga telefónica más cercano, una tarea que generalmente recae en la mujer del hogar.
Contar con electricidad confiable también puede cambiar las reglas del juego en las zonas más urbanas, afirmó Calixte. Piense Ud. en el vendedor de pescado que tiene que vender la pesca del día a precios bajos porque esta no se mantendrá, o el empresario que intenta vender bebidas frías u operar la discoteca del vecindario. «Creemos que brindando suministro eléctrico generamos riqueza», afirmó Calixte.
Él espera que la reciente reunión ministerial de ECPA genere nuevas oportunidades de colaboración y apoyo técnico para Haití, ya que busca suministrar el acceso a la electricidad a una mayor cantidad de ciudadanos. El gobierno actual está motivado y decidido a cambiar el panorama energético, afirmó Calixte.
«Nos estamos moviendo en la dirección correcta», dijo. «Necesitamos apoyo para poner en marcha la agresiva agenda que nos hemos propuesto».