Los países de las Américas se encuentran en el proceso de definir la próxima generación de desafíos para lograr el desarrollo sostenible. Un foro que se realizó recientemente en la OEA –sobre la construcción de una Agenda de Desarrollo Sostenible Post 2015 para las Américas– brindó una oportunidad de dialogar sobre algunas de las prioridades y metas mirando hacia el futuro.

En el foro, que tuvo lugar el pasado 21 de octubre, se dieron cita representantes de la sociedad civil, líderes juveniles, funcionarios de la OEA y representantes de los Estados Miembros para sostener un debate amplio sobre algunos de los desafíos que enfrenta la región en materia de desarrollo sostenible.

El debate tuvo lugar en un contexto en que los países miembros de la OEA están elaborando una agenda post 2015 sobre la materia, que sería aprobada por los Ministros de Desarrollo Sostenible en su reunión el año próximo en Honduras. En base de las prioridades y los principios plasmados en dicha agenda, los países están actualizando el Programa Interamericano para el Desarrollo Sostenible, instrumento que orientará la labor del Departamento de Desarrollo Sostenible de la OEA en los próximos años.

A nivel mundial, entre tanto, se está discutiendo cómo construir sobre los cimientos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas, y cerrar algunas de las brechas que persisten entre lo comprometido y lo alcanzado.

Todo esto resultó terreno fértil para el diálogo realizado en la OEA, el cual forma parte de un esfuerzo más amplio de asegurar que se escuchen las voces de la sociedad civil en este proceso. Los participantes plantearon una amplia gama de temas, como la necesidad de fortalecer la gobernabilidad para la implementación eficaz de iniciativas de desarrollo sustentable. Además destacaron la importancia de planificar los temas de desarrollo sostenible a largo plazo, de manera que superen los discursos y den resultados a pesar de los cambios de gobiernos.

Un tema que se planteó fue la importancia de incorporar a los pueblos indígenas en el proceso de elaboración de la agenda de desarrollo sostenible. Los participantes también hablaron sobre la necesidad de abrir las puertas al acceso de participación ciudadana en grandes proyectos de desarrollo. Si bien los gobiernos buscan atraer inversión, dijeron, deben de crearse ciertos lineamientos y esquemas para que las comunidades afectadas tengan una voz en las negociaciones y para asegurar que los proyectos sean de beneficio local.

También manifestaron que es importante medir el impacto medioambiental y la incidencia a desastres naturales por parte de los proyectos de desarrollo económico, de manera que la población esté enterada de sus implicaciones y posibles consecuencias. Los países de la región además deben reforzar las medidas de prevención a los desastres naturales, opinaron algunos participantes en el foro, señalando que tales medidas resultan ser una buena inversión. Otro tema abordado fue la galopante urbanización de la región y el impacto en la calidad de vida en las ciudades.

En materia de educación, los participantes hablaron sobre la importancia de incorporar la educación ambiental en los currículos básicos, de manera que las generaciones más jóvenes entiendan y sepan cómo abordar estos temas. Se expresó como una preocupación colectiva por parte de la sociedad civil que el desarrollo sostenible todavía no ocupa el lugar que se merece en las agendas políticas nacionales, y tampoco resulta ser una prioridad a nivel regional. A pesar de obstáculos relacionados con la capacidad de los países o los fondos disponibles, es fundamental el incremento de conciencia y el fortalecimiento de políticas ambientales en la región, se concluyó en el foro.