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El metano en la mira

martes, enero 30, 2024
A medida que aumenta la presión para frenar el calentamiento global, el objetivo de reducir las emisiones de metano se ha vuelto cada vez más relevante, lo que ha estimulado una mayor ambición y ha atraído más financiación. En la reciente Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima (COP28), incluso las principales empresas petroleras y gasísticas se comprometieron a participar en la acción.

 

Cincuenta empresas que representan más del 40% de la producción mundial de petróleo y gas firmaron la Carta de Descarbonización del Petróleo y el Gas, expresando su objetivo de acercarse a cero  emisiones de metano en esta década.

«Creemos que prácticamente todas las emisiones de metano pueden evitarse», afirma el acuerdo. «Nuestro objetivo es implementar las acciones y prácticas necesarias para lograr emisiones de metano cercanas a cero para 2030 en las operaciones que están bajo nuestro control y, según corresponda, comprometernos con socios operativos conjuntos para lograr emisiones de metano cercanas a cero.»

Estos cambios no serían graduales, según Fred Krupp, que dirige la organización sin ánimo de lucro Environmental Defense Fund. En una entrevista desde la COP28 con la cadena de televisión estadounidense PBS, Krupp afirmó que una empresa media tendría que reducir su contaminación con metano entre un 80% y un 90% para cumplir el objetivo de acercarse cero emisiones.

El metano es el mayor componente del gas natural. Puede escaparse de los gasoductos y a veces los operadores de los yacimientos petrolíferos liberan intencionalmente gas residual al aire o lo queman. Estas prácticas se conocen como venteo y quema en antorcha. Uno de los objetivos específicos del nuevo acuerdo es eliminar la quema rutinaria para 2030.

Vista aérea de la refinería estatal uruguaya de petróleo La Teja, situada en Montevideo. A escala mundial, el sector energético es responsable de casi el 40% de las emisiones de metano producidas por la actividad humana.

Más de la mitad de los firmantes eran empresas petroleras nacionales, entre ellas Ecopetrol de Colombia y Petrobras de Brasil. Entre las grandes petroleras firmantes figuran BP, ExxonMobil, Occidental, Shell, TotalEnergies y Repsol.

Las empresas reconocen en el acuerdo que sus ambiciones de descarbonización son voluntarias, pero se comprometen a facilitar la transparencia y a medir, supervisar, informar públicamente y verificar de forma independiente sus resultados y progresos en la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero.

Los críticos sostienen que las empresas petroleras y gasísticas no están haciendo lo suficiente. En una carta abierta a la presidencia de la COP28, más de 300 organizaciones de la sociedad civil criticaron los compromisos voluntarios de la industria en materia de emisiones por considerarlos «vacíos» y «una distracción peligrosa» de la necesidad de eliminar por completo los combustibles fósiles.

Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el sector energético es responsable de casi el 40% de las emisiones de metano procedentes de la actividad humana, lo que lo convierte en la segunda fuente más importante después de la agricultura. Los vertederos de residuos  son otra fuente importante de emisiones de metano de origen humano.

 

Potencial para una ganancia rápida

 

Después del dióxido de carbono (CO2), el metano es la segunda sustancia que más contribuye al calentamiento global. Aunque su efecto de calentamiento inicial es unas 80 veces más potente que el del CO2, el metano permanece en la atmósfera durante un periodo relativamente corto: unos 12 años, según la Coalición Clima y Aire Limpio. Como es potente y de vida corta, el metano se ha convertido en un objetivo cada vez más atractivo para reducir rápidamente las emisiones.

En la COP28 -celebrada en Dubai (Emiratos Árabes Unidos) del 30 de noviembre al 13 de diciembre- el metano fue un tema recurrente. No siempre ha sido así en las conferencias sobre el clima.

El metano fue un tema constante en la COP28. En la foto, el Presidente de la COP28, Sultan Ahmed Al Jaber (tercero empezando por la derecha), posa junto a representantes de alto nivel de China, Nigeria, Estados Unidos, el Banco Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, que intervinieron durante una sesión sobre energía. Crédito: UNclimatechange.

De hecho, John Kerry, Enviado Presidencial Especial de EE.UU. para el Clima, señaló en Dubai que ni siquiera se habló del metano durante las negociaciones sobre el clima que condujeron a la adopción del Acuerdo de París en 2015. Pero el tema está ahora «en primer plano», dijo.

Combatir el metano es «la forma más rápida, sencilla, barata y eficaz de poder reducir rápidamente las emisiones en el planeta», afirmó Kerry. «Este es el lugar para ganar y demostrar que podemos ganar la batalla», añadió.

Hace dos años -en la COP26, celebrada en Glasgow (Escocia)- la Unión Europea y Estados Unidos lanzaron el Compromiso Mundial sobre el Metano, un esfuerzo colectivo para lograr en 2030 una reducción de al menos el 30% de las emisiones mundiales de metano con respecto a los niveles de 2020. Hasta la fecha, 156 gobiernos se han sumado a este esfuerzo, los más recientes Angola, Kazajstán, Kenia, Kosovo, Rumanía y Turkmenistán.

China no forma parte del Compromiso Mundial sobre el Metano, pero en una reunión celebrada en noviembre, el presidente chino, Xi Jinping, y el presidente estadounidense, Joe Biden, acordaron aplicar su respectivo plan de acción nacional sobre el metano y cooperar en soluciones técnicas para mitigar el metano y otros gases de efecto invernadero distintos al CO2. Los dos países, junto con los EAU, convocaron una cumbre sobre este tema al margen de la COP28 en Dubai.

El objetivo de frenar el metano se ha convertido en un movimiento, según Marcelo Mena, Director General de Global Methane Hub, una organización no gubernamental financiada con fondos filantrópicos y creada para apoyar la acción sobre el metano.

«En pocos años, el mundo ha pasado de relegar las emisiones de metano a convertirlas en una pieza central de nuestro plan para combatir los efectos perjudiciales del cambio climático sobre el medio ambiente y la salud pública», escribió tras la COP28.

Éstos son sólo algunos de los otros acontecimientos recientes en el frente del metano que llamaron la atención en Dubai:

Más normativas se centran en el metano. La Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA) anunció nuevas normas para reducir drásticamente las emisiones de metano de las explotaciones de petróleo y gas. El gobierno de Biden afirmó que las normas lograrán una reducción de casi el 80% con respecto a las emisiones previstas sin la norma. El Ministro de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá, Steven Guilbeault,  también anunció nuevas normas rigurosas. «Reducir las emisiones de metano del sector petrolífero y el gasífero es una de las formas más rápidas y rentables de reducir la contaminación que agrava el cambio climático», declaró en la Conferencia Ministerial Mundial sobre el Compromiso de Metano 2023, celebrada en paralelo a la COP28. Brasil, por su parte, dijo que tiene previsto establecer directrices sobre la reducción del metano en el sector del petróleo y el gas para finales de 2024.

La Unión Europea (UE) también ha adoptado su primera normativa sobre el metano para los combustibles fósiles de producción nacional y tiene previsto exigir que las importaciones de petróleo, gas y carbón a la UE cumplan unos estrictos umbrales de intensidad de metano para 2030. Katherine Simpson, Comisaria de Energía de la UE, declaró en Dubai que el 70% de las emisiones de metano procedentes de las operaciones con combustibles fósiles podrían reducirse con la tecnología existente, y que el 80% de las reducciones podrían aplicarse sin coste neto.

La reducción del metano atrae más financiación. Los socios del Compromiso Mundial contra el Metano anunciaron que desde la COP27 se han comprometido más de 1.000 millones de dólares en subvenciones para medidas contra el metano. El Departamento de Estado de EE.UU. dijo que la financiación «más que triplica la actual financiación anual de subvenciones y apalancará miles de millones en inversiones en proyectos.» Las organizaciones filantrópicas y el sector privado aportaron más de 637 millones de dólares de la financiación de subvenciones, mientras que los gobiernos y la Comisión Europea (CE) contribuyeron con más de 408 millones de dólares, según la CE. Esta financiación “contribuirá a reducir las emisiones de metano en todos los sectores, con especial atención a los países de renta baja y media».

Además de las subvenciones, las instituciones financieras internacionales han aprobado más de 3.500 millones de dólares en nuevas inversiones para proyectos de reducción del metano desde la COP27, incluidos más de 1.900 millones de dólares del Banco Europeo de Inversiones y más de 372 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Una nueva iniciativa del Global Methane Hub financiará con 200 millones de dólares la investigación de formas de reducir las emisiones de metano procedentes de la ganadería.

La reducción de emisiones puede ir más allá del sector del petróleo y el gas. La mayor fuente de emisiones de metano en la agricultura procede del ganado vacuno, ovino, caprino y otros rumiantes, que digieren hierba o paja con alto contenido en fibra mediante un proceso denominado fermentación entérica y liberan metano a través de los eructos. En Dubai, el Global Methane Hub anunció una iniciativa de 200 millones de dólares -el Acelerador de Investigación y Desarrollo de la Fermentación Entérica- diseñada para colmar lagunas en la investigación y mejorar los esfuerzos existentes para frenar las emisiones de metano procedentes de la ganadería. Según un comunicado de prensa, la iniciativa incluirá la investigación de aditivos para piensos, herramientas para criar ganado con bajo contenido en metano, estudios inmunológicos para una vacuna contra el metano y formas de reducir el coste de la medición de las emisiones de metano del ganado, entre otros esfuerzos. Se financiará mediante una asociación pública, privada y filantrópica.

Los avances en los datos impulsarán nuevas reducciones de las emisiones de metano. El creciente uso de tecnología por satélite para verificar las principales emisiones de metano ayudará a exigir responsabilidades a los emisores, según afirmaron varios oradores en Dubai. Como dijo John Kerry, «se puede huir, pero no esconderse».

Ya hay varias iniciativas en marcha. Por ejemplo, el Observatorio Internacional de Emisiones de Metano (IMEO) del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente cuenta con un Sistema de Alerta y Respuesta al Metano (MARS), que emite alertas sobre plumas de metano a las autoridades responsables. Además, el Global Methane Hub, junto con el IMEO y otros socios, ha puesto en marcha una Campaña de Datos para la Acción contra el Metano, cuyo objetivo es aumentar la financiación para ayudar a gobiernos y empresas a abordar los problemas que se detecten, incluidas las fugas nocivas.

Otra iniciativa del Centro Mundial del Metano, denominada Plataforma de Evaluación del Metano de Residuos (Waste MAP), utiliza la vigilancia por satélite para rastrear y medir las emisiones de metano de los vertederos.


Imagen de portada: Quema en una planta de gas natural de la cuenca de San Juan en Nuevo México, en el suroeste de Estados Unidos.