Costa Rica inició en septiembre del 2014 el proceso de un Diálogo Nacional de Energía, un espacio de debate plural y participativo que involucra de forma activa a todos los actores asociados al sector para establecer los lineamientos de la agenda nacional de energía en el corto, mediano y largo plazo. El Ministerio de Ambiente y Energía, como rector en la materia, es el encargado de liderar este proceso que responde a un esfuerzo gubernamental de incluir la participación ciudadana en la gestión pública.
Esta iniciativa que abordó en primera instancia el tema de la energía eléctrica, ha logrado reunir a sectores clave públicos y privados, a reguladores y representantes de la academia así como a líderes comunales y sociales, innovando la forma en que históricamente se construye la política pública energética en el país. En el primer cuatrimestre de este año dará inicio el segundo diálogo de energía que incluirá los temas de transporte y combustibles.
Tres foros: dos regionales y uno legislativo, así como mesas de trabajo donde se discutieron temas como eficiencia energética, generación distribuida, optimización de la matriz energética y aspectos socio-ambientales, sirvieron de plataforma para que los participantes aportaran los insumos necesarios para construir el camino a seguir en materia eléctrica.
Con el fin de propiciar un modelo energético de desarrollo sostenible, el Ministerio rector aportó como documento base al primer diálogo, un enfoque estratégico de gestión y planificación denominado “Propuesta para la elaboración del VII Plan Nacional de Energía Componente electricidad 2014 – 2030”; donde se establecen una serie de estrategias para este subsector.
En materia de eficiencia energética la estrategia base se dirige a incentivar el financiamiento de programas y compra de equipo energo-eficiente así como generar campañas de ahorro y uso eficiente de la energía. En el tema de la generación, las acciones se orientan a impulsar un plan basado en energías renovables, convencionales y no convencionales.
Además se contempla robustecer la coordinación entre el Ministerio rector y las fracciones políticas representadas en la Asamblea Legislativa, con el fin de elaborar las reformas legales necesarias para implementar una política nacional efectiva, principalmente en temas de generación distribuida y aprovechamiento de recursos geotérmicos, eólicos y solares, a través de un marco normativo que favorezca su efectiva operación.
Otra de las estrategias es incrementar el uso de las fuentes de energía renovable, con la intención de mitigar los efectos del cambio climático, reducir la factura petrolera, los costos de la energía y la contaminación ambiental por el uso de plantas térmicas.
En el segundo Diálogo de Energía denominado Transporte y Combustibles, también se colocará sobre la mesa un documento base con la propuesta gubernamental, la cual prioriza aquellos aspectos más importantes para consolidar un sistema de transporte público más limpio así como un modelo que asegure el abastecimiento de combustibles. En Costa Rica el sector transporte es el mayor consumidor de energía y por ende el responsable de una tercera parte de las emisiones de gases efecto invernadero (GEI), de ahí la importancia de implementar acciones inmediatas que permitan alcanzar la meta de neutralidad de carbono en el 2021.
A las estrategias gubernamentales planteadas, se sumarán los aportes de los sectores que han participado activamente en el proceso, que culminará este año con la elaboración del VII Plan Nacional de Energía.
La meta final es elaborar una política pública legitimada, inclusiva y representativa con todos los actores involucrados, para construir en conjunto un modelo energético orientado a garantizar la cobertura universal de energía de calidad, con tarifas justas, coherente con los objetivos de sostenibilidad ambiental por los que optó el país, y que permitan reducir la vulnerabilidad ante el cambio climático pero por sobre todo, consolidar un modelo donde el desarrollo social sea un eje medular.
El reto es construir una política energética colectiva donde el gobierno y los diversos sectores de la sociedad asuman corresponsablemente el uso de los recursos disponibles y su desarrollo, mediante un proceso transparente e integrado por una visión común de la ruta que como país se desea forjar.
La política energética de Costa Rica en los próximos 30 años será el resultado de este esfuerzo colectivo construido por la ciudadanía, la academia, empresarios, ecologistas, comunidades, generadores, distribuidores, gobiernos locales, territorios indígenas, partidos políticos, fracciones legislativas, organizaciones profesionales, sindicatos y grupos organizados de la sociedad civil, que asumieron el reto de elaborar conjuntamente el VII Plan Nacional de Energía de Costa Rica.
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