Las energías renovables ya no son una alternativa al alcance de países desarrollados únicamente. La reducción del costo de su infraestructura está sucediendo gracias al mercado que raídamente se establece gracias a su despliegue y a los ahorros generados por su uso. Las energías renovables son fundamentales para la diversificación dela matriz energética, para llegar a poblaciones aisladas que se encuentran fuera de la matriz energética y en condiciones de vulnerabilidad para mejorar su calidad de vida, y para avanzar hacia un crecimiento económico más bajo en carbono.
Cada vez es más claro que Latinoamérica debe potencializar la plétora de fuentes de energías renovables como un componente fundamental para la transición a sociedades menos contaminantes, conscientes que los naturales son finitos. Estas fueron las conclusiones generales del cuarto y último taller técnico regional, “Políticas para el fomento de un sector energético más sostenible”, realizado en Montevideo el 27 de octubre. Representantes de varios países sudamericanos, de instituciones multilaterales y de la sociedad civil coincidieron en que la interconexión es vital para eficiente incorporación de las energías renovables en el panorama eléctrico regional.
Uno de los temas más relevantes discutidos durante esta reunión fue la reducción de los costos de la infraestructura y manejo de las energías renovables, tendencia que desconocían muchos de los presentes, y que por supuesto facilita su incorporación. Otra herramienta que se determinó como importante para el fomento del uso de energías sostenibles, es el mapeo de zonas con alto potencial para el uso de energías renovables, de manera que se pueda determinar de manera más eficiente su ubicación y factibilidad. La necesidad de mantener un diálogo permanente y un intercambio de experiencias y mejores prácticas, fue señalada como un ejercicio esencial para avanzar en la materia.
El taller concluyó con un debate sobre el intercambio de soluciones e iniciativas que fomenten y faciliten el acceso a la energía, puntualmente de las comunidades más vulnerables y aisladas, en donde la incorporación de energías renovables juega un papel fundamental. Para atender una política pública de insuficiencia energética, Uruguay está apostándole a la implementación de iniciativas integrales, considerando el acceso a la energía como un derecho humano y de abordar la pobreza energética como un problema multidimensional, social, económica y técnicamente relevante. Estas soluciones integradas permiten el acceso regular a la energía, contribuye a la construcción y al fortalecimiento de capacidades para contribuir a la autonomía de los usuarios y evitar los subsidios a largo plazo. Este modelo de gestión integra a los ministerios de medio ambiente, vivienda y energía, quienes coordinan líneas de acción que complementen sus objetivos.