El Día Mundial de la Eficiencia Energética se celebra cada año el 5 de marzo. Es una fecha propicia para reflexionar sobre el uso racional que le damos a la energía, y actuar en consecuencia.
La eficiencia energética se plantea como una de las políticas de freno para el cambio climático y la consecución de sociedades sostenibles, junto con el desarrollo de energías renovables y una política de transporte menos agresiva con el medio.
Ello no implica renunciar a la calidad de vida, sino la obtención de los mismos bienes y servicios energéticos empleando para ello menos recursos. Esto se consigue con la mejora de los procesos, la cogeneración, el reciclaje, el uso de productos menos contaminantes y un consumo inteligente, es decir, utilizar solo aquella energía que realmente necesitemos.
Para la mayor parte de nuestras acciones de la vida cotidiana empleamos energía en sus distintas formas; la eléctrica es la más utilizada, tanto para la iluminación como para la calefacción y la puesta en marcha de electrodomésticos y motores, entre otras cosas.
Una de las claves para lograr sociedades sostenibles, sin que ello afecte la vida tal cual se la conoce, es poniendo en práctica el hábito del consumo inteligente, es decir, el uso solamente de la energía que necesitamos.
A poner en práctica
De acuerdo a datos del portal del gobierno uruguayo de Eficiencias Energéticas, no es lo mismo ahorrar y restringir el uso de la energía que utilizarla de manera estratégica. Mientras el concepto de ahorro implica la limitación del uso, el concepto de eficiencia energética involucra la optimización en el empleo del recurso y resulta más beneficioso y de largo plazo.
Aparatos como la televisión, el microondas, la computadora y los cargadores de batería de teléfonos celulares o cámaras fotográficas siguen consumiendo energía si se mantienen conectados aún cuando están apagados. Por eso, con la simple conducta de desenchufar los electrodomésticos cuando se dejan de utilizar, ya se estará contribuyendo.
También es importante seleccionar para el hogar productos que sean amigables con el medioambiente como las bombillas de luz de bajo consumo o alto rendimiento y artilugios de última generación, porque consumen menos que los modelos anteriores.
Una buena idea es poner temporizadores en el hogar; son sistemas de control de tiempo que se emplean para abrir o cerrar circuitos eléctricos, de forma programada.
También es importante que los gobiernos desarrollen e implementen políticas que fomenten la eficiencia energética. Los resultados, no solo contribuirán con el desarrollo de sociedades sostenibles sino con el ahorro de dinero en gasto de energía.
Fuente: Universia México