En el año 2011, gracias a una donación concedida bajo el marco de la Alianza de Energía y Clima de las Américas (ECPA), la organización sin fines de lucro Trees, Water & People (TWP) lanzó una iniciativa para incrementar el uso de tecnologías limpias en varios países de América Latina. Desde entonces, este proyecto piloto ha creado una empresa social que está poniendo productos de iluminación solar al alcance de clientes en áreas rurales de Centroamérica.
Todo comenzó con una subvención de 1,2 millones de dólares otorgada en el transcurso de tres años por el Departamento de Estado de Estados Unidos a la organización TWP, con sede en Colorado, para implementar una iniciativa de la ECPA llamada «Mejora del acceso a la energía limpia en América Latina». El objetivo era desarrollar formas efectivas de llegar a mercados fuera de la matriz energética con productos amigables con el clima como estufas limpias, linternas solares y sistemas solares domésticos.
Si bien estos productos proporcionan beneficios tangibles –aire interior más limpio, reducción en el consumo de energía convencional y mayor calidad en la iluminación y cocción– el gran reto es cómo crear una cadena de suministro sostenible para llegar a los mercados con mayor necesidad. La última parte de la cadena de distribución es compleja, impredecible y costosa. Las rutas a veces están intransitables, las comunicaciones móviles suelen ser inestables, y muchos hogares rurales no cuentan con acceso a financiamiento.
TWP trabajó de la mano con una empresa social llamada PowerMundo –que había abordado algunos de estos problemas en el Perú– y con socios en Nicaragua, Honduras y El Salvador para desarrollar un modelo comercial sostenible para las zonas de difícil acceso en Centroamérica.
Luego de probar varios enfoques diferentes, TWP descubrió que las instituciones rurales existentes, tales como las cooperativas agrícolas, organizaciones no gubernamentales y las cajas rurales de ahorro y préstamo, podrían actuar como distribuidores y minoristas de estos productos de tecnología limpia. Puesto que estos grupos a menudo tienen relaciones comerciales con pequeños agricultores, pueden proporcionar a estos mismos las líneas de crédito que necesitan para invertir en productos que tengan un verdadero impacto en sus vidas.
El año pasado, TWP dio un paso hacia la sostenibilidad de la iniciativa mediante la creación de una empresa social llamada Luciérnaga LLC para servir a Centroamérica con productos de iluminación solar. «Queríamos crear un vehículo a través del cual el proyecto pueda seguir creciendo», explicó Sebastián Africano, Director Internacional de TWP.
Luciérnaga cubre un nicho de negocio al proporcionar un enlace entre los fabricantes y los pequeños distribuidores locales. Importa productos de iluminación solar al por mayor a una localidad central en El Salvador, manejando los detalles logísticos y haciendo los pedidos en cantidades suficientemente grandes para mantener los precios unitarios bajos. Los artículos se pueden distribuir por tierra a los socios y clientes en todo el país, así como en Nicaragua, Honduras y Guatemala. Todas las ganancias se reinvierten en la empresa.
El crecimiento de este modelo de negocio y el nacimiento de Luciérnaga como empresa independiente con presencia internacional demuestra cómo subvenciones a corto plazo pueden apalancar objetivos de desarrollo sostenible a largo plazo, según Africano.
Actualmente, TWP está trabajando para estandarizar sus métodos en cada país e implementar un sistema de monitoreo basado en teléfonos móviles, donde los distribuidores pueden realizar un seguimiento de sus ventas, cobros y los procesos de garantía a través de una base de datos en línea compartida. El objetivo es mantener los costos bajos y proporcionar una nueva fuente de ingresos para las personas y las instituciones rurales, y potencialmente llegar a millones de hogares en América Central que no tienen acceso a la electricidad.
Desde el lanzamiento de este programa, Luciérnaga y PowerMundo han vendido cerca de 10.000 productos de iluminación solar a través de sus redes, proporcionando iluminación, capacidades de recarga del dispositivo, hogares más saludables y ahorros en efectivo anuales de más de $200 por producto a más de 50.000 personas en Latinoamérica.