Boletín de noticias de la ECPA

Protección de los elementos

martes, marzo 21, 2017

Muchas personas en Latinoamérica y el Caribe viven en viviendas de baja calidad, a menudo construidas con materiales deficientes y carentes de servicios básicos de infraestructura. Un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo estima que son 59 millones de personas, o una de cada tres familias. Una organización llamada Weatherizers Without Borders (WWB) está trabajando en Argentina y más allá para ayudar a cambiar eso -y reducir el uso de energía en el proceso- haciendo que los gobiernos locales y nacionales inviertan en la sustentabilización de viviendas. El dinero ya está allí, dice el Director General de WWB, el desafío es dar forma a las políticas públicas.

Weatherizers Without Borders está tomando prestada una idea que ha funcionado durante décadas en los Estados Unidos. El Programa de Asistencia para la Sustentabilización de los Estados Unidos (WAP, por sus siglas en inglés), administrado por el Departamento de Energía, ha permitido que millones de hogares sean mejorados desde que comenzó en la década de 1970.

El presidente y director general de WWB, Nicolás Maggio, no ve razón alguna para que este tipo de programa público -que mejora la vida de las personas, ahorra energía y crea empleos- no pueda aplicarse con éxito en América Latina. Su organización no gubernamental aprovecha la experiencia desarrollada a través del programa de los Estados Unidos para conseguir esfuerzos similares en Argentina y otros países. En 2015, WWB participó en un foro de la ECPA en la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre «Eficiencia Energética y Sustentabilización en la Vivienda de Bajos Ingresos en las Américas«, y Maggio cree que la OEA podría ser un socio efectivo para avanzar este tipo de esfuerzos.

A la fecha, Weatherizers Without Borders ha implementado proyectos de pequeña escala en tres ciudades de Argentina-Rosario, Buenos Aires y Bariloche-y este año planea comenzar a trabajar en Montevideo, Uruguay y Santiago de Chile. En Bariloche, donde estos esfuerzos están más adelantados, el plan es pasar de 100 casas a 1.000 a partir de este año, reuniendo los recursos locales y nacionales existentes.

La meta no es que Weatherizers Without Borders realice una renovación de la vivienda a gran escala, dijo Maggio, pero plantar semillas para políticas públicas eficaces. « Este programa optimiza el uso de los recursos que ya existen«, dijo.

En Argentina, dijo Maggio, el costo de la sustentabilización de una vivienda de bajos ingresos es de unos 1.800 dólares por casa incluyendo materiales, logística, mano de obra, capacitación y otros gastos. Pero ese costo puede ser compartido por agencias y organizaciones con intereses que se superponen.

En algunos casos, los proyectos de sustentabilización pueden sacar provecho de fondos públicos ya disponibles para vivienda, subsidios de energía, mejoras en el hogar, formación laboral, e incluso de salud pública. Universidades, organizaciones sin fines de lucro, empresas eléctricas y bancos de desarrollo también pueden estar interesados ​​en donar fondos o recursos humanos. Hasta ahora, WWB ha establecido alianzas con gobiernos locales y nacionales, el Banco de Desarrollo de América Latina-CAF, Citibank, Fundación Avina, el Departamento de Estado de los Estados Unidos y otros para iniciar programas de sustentabilización en Argentina, Uruguay y Chile.

«Ninguno de los actores solos lo pueden hacer«, explicó Maggio, agregando que el reto es crear un «ecosistema local» de apoyo y, en última instancia, políticas públicas que permitan que este tipo de esfuerzos prosperen.

La recompensa para las personas es clara. Tome a Fidelina Llancamil, que vive en una pequeña casa verde brillante en un barrio de bajos ingresos en las afueras de Bariloche, donde el clima puede ser frío y lluvioso. En un video de WWB, ella habla de cómo su techo y sus delgadas paredes habían agravado su asma. «En el inverno era horrible. No me daba ni ganas de hacer nada», dice.

Con el apoyo de la WWB, la CAF y el municipio de Bariloche, un equipo de sustentabilización arregló el techo, reemplazó el falso techo y agregó placas de yeso y aislamiento, entre otras mejoras. «Yo estoy recontenta, porque está todo bien calentito», dice Fidelina Llancamil en el video. Ella le dice al equipo, “yo estoy muy agradecida de todo lo que hicieron. Dejaron muy linda mi casa.”