«Nuestro mayor reto es en el sector transporte” dijo Laura Lizano, Directora, Dirección Sectorial de Energía del Ministerio de Medio Ambiente y Energía. En ausencia de buenas alternativas de transporte público, comentó Lizano, cada vez más costarricenses han comprado vehículos en los últimos años, llevando a la obstrucción de calles en San José y en todo el Valle Central.
«Nosotros vivimos día a día un caos vial terrible. Hay gente que tarda dos horas en llegar a su trabajo».
Todos esos vehículos sedientos de combustible significan que-a pesar de su red de electricidad verde- Costa Rica depende de los combustibles fósiles para cubrir dos tercios de sus necesidades energéticas en general. El transporte representa la gran mayoría del consumo de productos petrolíferos, alcanzando un 82 por ciento en 2015.
El país está trabajando en varios frentes para disminuir la dependencia de los combustibles fósiles, guiado por el VII Plan Nacional de Energía 2015-2030, una hoja de ruta para lograr «sostenibilidad energética con un bajo nivel de emisiones». El plan, que establece metas generales y objetivos específicos, se desarrolló a través de un proceso que incluyó meses de consultas públicas. Fue aprobado y firmado en septiembre de 2015 por el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís Rivera, y el ministro de Ambiente y Energía, Edgar Gutiérrez Espeleta.
El transporte público es una de las principales prioridades del Plan Nacional de Energía, que señala que muchas personas han dejado de viajar en autobús debido al deterioro de los vehículos, la preocupación por la seguridad, la falta de información disponible para potenciales usuarios y el hecho de que los viajes en autobús tienden a ser lentos y ineficientes. El número de automóviles se ha duplicado en las dos últimas décadas -de 132 vehículos por cada 1.000 habitantes en 1994 a 263 en 2014- mientras que el número de motocicletas se ha triplicado.
El plan establece varios pasos para reestructurar y modernizar el transporte público, incluyendo un rediseño completo del sistema de autobuses para agilizar e integrar rutas y, eventualmente, la introducción de trenes eléctricos para algún tránsito rápido.
Otra meta importante para el sector transporte es aumentar el uso de los combustibles más limpios, incluyendo el etanol y otros biocombustibles, así como el gas natural licuado. El plan también examina la necesidad de actualizar los reglamentos y leyes, por ejemplo, para restringir las importaciones de vehículos antiguos que consumen más combustible.
Costa Rica también está comenzando a alentar el uso de automóviles eléctricos. El país pronto recibirá una donación de Japón para comprar varias docenas de esos automóviles para las flotas del ministerio del gobierno -un buen primer paso «para que se empiecen a ver vehículos eléctricos en la calle», dijo Lizano.
La estructura tributaria del país ya favorece la compra de vehículos eléctricos y el gobierno está trabajando con un consultor para identificar otras medidas que debe tomar, como hacer que las estaciones de carga estén ampliamente disponibles. El transporte eléctrico es « una buena opción para Costa Rica, ya que prácticamente toda la electricidad se produce en base de energías renovables», dijo Lizano.
Según la entidad pública prestadora de servicio eléctrico-el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) -98.2 por ciento de la electricidad producida en 2016 provenía de fuentes renovables. (En 2015, la cifra fue aún más alta: 98.99 por ciento.) La hidroelectricidad encabezó la producción en 2016, representando más del 74 por ciento, seguido por la geotérmica, en más del 12 por ciento.
Actualmente el país cuenta con una gran capacidad hidroeléctrica- el año pasado inauguró la planta hidroeléctrica Reventazón de 305,5 MW -pero la producción siempre es susceptible a los cambios en los patrones de lluvias, por lo que es importante aumentar la diversificación.
La abundancia de volcanes en Costa Rica hace que la energía geotérmica sea una opción atractiva y confiable, y varios proyectos están siendo proyectados para el corto y mediano plazo para expandir la oferta, agregó. El viento es otra fuente importante, proporcionando más del 10 por ciento de la electricidad generada en 2016. Por el contrario, la biomasa y la energía solar juntos aún representan menos del 1 por ciento de la electricidad producida.
Lizano dijo que es importante seguir integrando diferentes tipos de energía renovable en la red para satisfacer la creciente demanda y asegurar suficiente suministro de respaldo. También es importante enfatizar la eficiencia energética, dijo.
«La energía más barata es lo que ni siquiera tenemos que producir», dijo Lizano.
El VII Plan Nacional de Energía identifica la necesidad de campañas publicitarias y de educación para fomentar la eficiencia, promover el uso del transporte público y otros objetivos para reducir el consumo de combustibles fósiles. Costa Rica puede tener una ventaja sobre algunos países en este sentido, ya que tiene una larga historia de conciencia ambiental; por ejemplo, ya en 1949, cuando se estableció su utilidad eléctrica, se hizo hincapié en la energía renovable.
Como decía Laura Lizano, la necesidad de proteger el medio ambiente «está muy metida en nuestra conciencia».