El reciente auge de la construcción en Nairobi revela los desafíos que enfrentan muchas ciudades en rápido crecimiento de los países en desarrollo. Los nuevos edificios construidos apresuradamente consumen a menudo mucha energía. Los servicios municipales se esfuerzan por satisfacer la demanda de electricidad. Entre noviembre de 2012 y marzo de 2013, a pedido del Gobierno de Kenya, el Banco Mundial elaboró un perfil energético del área metropolitana. Se demostró que Nairobi podía hacer grandes ahorros mediante la mejora de la eficiencia energética en los edificios y el sistema público de agua.
La historia es conocida: la expansión económica, las presiones demográficas y los presupuestos limitados provocan que los servicios y las infraestructuras se construyan a menudo muy rápido y al azar, obligando a las ciudades a permanecer en un ciclo de uso intensivo de los recursos. Afortunadamente, también se conoce -y es bien entendida- una gran parte de la solución: la eficiencia energética.
“La eficiencia energética es el combustible para el desarrollo urbano sostenible”, dijo Rohit Khanna, director del Programa de Asistencia para la Gestión del Sector de la Energía (i) (ESMAP, por sus siglas en inglés) del Banco Mundial. “Está relacionada con casi todos los aspectos de los servicios municipales: alumbrado, transporte, edificios, electricidad y calefacción, agua, y residuos sólidos”.
Banco Mundial ha trabajado durante años con ciudades para llevar a cabo evaluaciones de su consumo de energía y mejorar el desempeño de los sectores municipales. Una nueva iniciativa se basa en este aprendizaje para ayudar a las urbes a identificar oportunidades en todos los sectores, e integrar la eficiencia energética en su planificación y operaciones estratégicas.
La Iniciativa para la Transformación en materia de Eficiencia Energética de las Ciudades (CEETI, por sus siglas en inglés) fortalecerá la capacidad de los funcionarios para el desarrollo de planes de esta área y la ejecución de proyectos, ayudará a los gobiernos municipales a elaborar prospectos de inversiones promisorias relativas a eficiencia, y armonizará ciudades con fuentes de financiamiento. La fase inicial de US$9 millones, de tres años de duración, estará dirigida a 50 ciudades que tienen un gran potencial para mejorar la eficiencia.
El objetivo general es aprovechar la eficiencia energética para ayudar a los centros urbanos a ahorrar costos y mejorar los servicios, reduciendo al mismo tiempo la contaminación local y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). La CEETI es un esfuerzo dirigido por el ESMAP en colaboración con la unidad de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) del Banco Mundial y el Instituto del Banco Mundial (WBI) (i).
“Mediante el programa de la CEETI, el Banco Mundial puede respaldar a los gobiernos municipales durante todo el proceso de evaluación, planificación y financiamiento de la eficiencia energética y ayudar a las ciudades a administrar su uso de la energía a largo plazo”, dijo Khanna.
La CEETI fue anunciada el 18 de noviembre en Barcelona durante la conferencia CitiSense 2013 del Banco Mundial, un evento dirigido a altos funcionarios municipales, que aborda el tema de la innovación urbana.
Durante el primer año, apoyará la integración de la planificación de la eficiencia energética en la toma de decisiones, fomentará la capacidad de los planificadores urbanos, promoverá el aprendizaje y el intercambio entre ciudades, y facilitará alianzas con fuentes de financiamiento públicas y privadas. En el segundo y tercer año, se prestará asistencia técnica especial a las ciudades para el desarrollo de programas de inversión específicos en eficiencia energética, se realizarán estudios previos de factibilidad, y se fortalecerán las políticas y las instituciones. Al mismo tiempo, un concurso de innovación ofrecerá incentivos a desarrolladores de tecnología para la creación de aplicaciones que aborden los desafíos que enfrentan en terreno las ciudades de los países en desarrollo.
La nueva iniciativa se basa en tres años de colaboración del Banco Mundial con las ciudades en este tema, periodo durante el cual se ha empleado el instrumento de evaluación rápida de la energía urbana (i) (TRACE (i), por sus siglas en inglés) que se ha aplicado en 27 centros urbanos de África, Asia, Europa oriental y América Latina. TRACE, desarrollado por el ESMAP, permite que las urbes identifiquen rápidamente posibles mejoras de la eficiencia energética, se focalicen en sectores de bajo rendimiento y establezcan la prioridad de las intervenciones.
“La CEETI tendrá un importante componente de desarrollo de capacidades, ya que los productos del conocimiento, como el curso sobre “Cómo usar TRACE”, proporcionan una base bien establecida para acelerar aún más el entendimiento del objetivo de la eficiencia energética en las ciudades”, dijo Neeraj Prasad, director de Prácticas sobre el Cambio Climático del WBI.
Un ejemplo es la aplicación de TRACE en Gaziantep, Turquía, para identificar posibles ahorros anuales de más de US$50 millones mediante medidas como las mejoras en una planta de agua municipal, la ampliación de la red de transporte público y la renovación de edificios municipales.
La iniciativa del ESMAP forma parte de un esfuerzo más amplio del Banco Mundial para ayudar a las ciudades a planificar y financiar el desarrollo urbano sostenible, que también incluye la Iniciativa Ciudades Habitables con Bajo Nivel de Emisiones de Carbono (LC2). Esta última ofrece un paquete integral de apoyo destinado al desarrollo urbano inteligente en relación con el clima, y puede ayudar a las urbes a aprovechar todo su potencial de reducción de emisiones.
A través del trabajo conjunto, estos programas del Banco Mundial ofrecen una gama completa de soluciones para los clientes. Por ejemplo, en Río de Janeiro, TRACE se empleó para determinar dos posibles inversiones en eficiencia energética: alumbrado público eficiente mediante diodos emisores de luz (LED) y modernización en materia de eficiencia energética de edificios municipales, como escuelas y hospitales. En el futuro, la CEETI proporcionará asistencia técnica para la ejecución de la cartera de eficiencia energética en el marco del Programa de Desarrollo Urbano con Bajas Emisiones de Carbono de dicha ciudad de Brasil.
Este artículo fue publicado por el Banco Mundial, aquí.
Foto: Banco Mundial
La eficiencia energética es el combustible para el desarrollo urbano sostenible está relacionada con casi todos los aspectos de los servicios municipales: alumbrado, transporte, edificios, electricidad y calefacción, agua, y residuos sólidos. Mediante el programa de la CEETI, el Banco Mundial puede respaldar a los gobiernos municipales durante todo el proceso de evaluación, planificación y financiamiento de la eficiencia energética y ayudar a las ciudades a administrar su uso de la energía a largo plazo
“La eficiencia energética es el combustible para el desarrollo urbano sostenible”, dijo Rohit Khanna, director del Programa de Asistencia para la Gestión del Sector de la Energía (i) (ESMAP, por sus siglas en inglés) del Banco Mundial. “Está relacionada con casi todos los aspectos de los servicios municipales: alumbrado, transporte, edificios, electricidad y calefacción, agua, y residuos sólidos”.
El Banco Mundial ha trabajado durante años con ciudades para llevar a cabo evaluaciones de su consumo de energía y mejorar el desempeño de los sectores municipales. Una nueva iniciativa se basa en este aprendizaje para ayudar a las urbes a identificar oportunidades en todos los sectores, e integrar la eficiencia energética en su planificación y operaciones estratégicas.
La Iniciativa para la Transformación en materia de Eficiencia Energética de las Ciudades (CEETI, por sus siglas en inglés) fortalecerá la capacidad de los funcionarios para el desarrollo de planes de esta área y la ejecución de proyectos, ayudará a los gobiernos municipales a elaborar prospectos de inversiones promisorias relativas a eficiencia, y armonizará ciudades con fuentes de financiamiento. La fase inicial de US$9 millones, de tres años de duración, estará dirigida a 50 ciudades que tienen un gran potencial para mejorar la eficiencia.
El objetivo general es aprovechar la eficiencia energética para ayudar a los centros urbanos a ahorrar costos y mejorar los servicios, reduciendo al mismo tiempo la contaminación local y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). La CEETI es un esfuerzo dirigido por el ESMAP en colaboración con la unidad de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) del Banco Mundial y el Instituto del Banco Mundial (WBI) (i).
“Mediante el programa de la CEETI, el Banco Mundial puede respaldar a los gobiernos municipales durante todo el proceso de evaluación, planificación y financiamiento de la eficiencia energética y ayudar a las ciudades a administrar su uso de la energía a largo plazo”, dijo Khanna.
La CEETI fue anunciada el 18 de noviembre en Barcelona durante la conferencia CitiSense 2013 del Banco Mundial, un evento dirigido a altos funcionarios municipales, que aborda el tema de la innovación urbana.
Durante el primer año, apoyará la integración de la planificación de la eficiencia energética en la toma de decisiones, fomentará la capacidad de los planificadores urbanos, promoverá el aprendizaje y el intercambio entre ciudades, y facilitará alianzas con fuentes de financiamiento públicas y privadas. En el segundo y tercer año, se prestará asistencia técnica especial a las ciudades para el desarrollo de programas de inversión específicos en eficiencia energética, se realizarán estudios previos de factibilidad, y se fortalecerán las políticas y las instituciones. Al mismo tiempo, un concurso de innovación ofrecerá incentivos a desarrolladores de tecnología para la creación de aplicaciones que aborden los desafíos que enfrentan en terreno las ciudades de los países en desarrollo.
La nueva iniciativa se basa en tres años de colaboración del Banco Mundial con las ciudades en este tema, periodo durante el cual se ha empleado el instrumento de evaluación rápida de la energía urbana (i) (TRACE (i), por sus siglas en inglés) que se ha aplicado en 27 centros urbanos de África, Asia, Europa oriental y América Latina. TRACE, desarrollado por el ESMAP, permite que las urbes identifiquen rápidamente posibles mejoras de la eficiencia energética, se focalicen en sectores de bajo rendimiento y establezcan la prioridad de las intervenciones.
“La CEETI tendrá un importante componente de desarrollo de capacidades, ya que los productos del conocimiento, como el curso sobre “Cómo usar TRACE”, proporcionan una base bien establecida para acelerar aún más el entendimiento del objetivo de la eficiencia energética en las ciudades”, dijo Neeraj Prasad, director de Prácticas sobre el Cambio Climático del WBI.
Un ejemplo es la aplicación de TRACE en Gaziantep, Turquía, para identificar posibles ahorros anuales de más de US$50 millones mediante medidas como las mejoras en una planta de agua municipal, la ampliación de la red de transporte público y la renovación de edificios municipales.
La iniciativa del ESMAP forma parte de un esfuerzo más amplio del Banco Mundial para ayudar a las ciudades a planificar y financiar el desarrollo urbano sostenible, que también incluye la Iniciativa Ciudades Habitables con Bajo Nivel de Emisiones de Carbono (LC2). Esta última ofrece un paquete integral de apoyo destinado al desarrollo urbano inteligente en relación con el clima, y puede ayudar a las urbes a aprovechar todo su potencial de reducción de emisiones.
A través del trabajo conjunto, estos programas del Banco Mundial ofrecen una gama completa de soluciones para los clientes. Por ejemplo, en Río de Janeiro, TRACE se empleó para determinar dos posibles inversiones en eficiencia energética: alumbrado público eficiente mediante diodos emisores de luz (LED) y modernización en materia de eficiencia energética de edificios municipales, como escuelas y hospitales. En el futuro, la CEETI proporcionará asistencia técnica para la ejecución de la cartera de eficiencia energética en el marco del Programa de Desarrollo Urbano con Bajas Emisiones de Carbono de dicha ciudad de Brasil.