Ahondando en el tema de desarrollo sostenible tras su reciente reunión ministerial, la OEA co-organizó un debate internacional titulado «Nuestro tesoro compartido: Los océanos y el cambio climático» el 26 de octubre en Washington DC. La 67 Mesa Redonda de Políticas de la OEA, patrocinada por el Principado de Mónaco y National Geographic, reunió a panelistas expertos para analizar desafíos y prácticas eficaces para la conservación del océano.
El Principado de Mónaco estuvo representado por su Embajadora en los Estados Unidos, Maguy Maccario Doyle, quien destacó el amplio legado de su país como promotor de la gestión ambiental y aplaudió el foro proporcionado por la OEA como «la primera vez que se dedica al tema de los océanos y el cambio climático de manera conjunta.»
En su discurso de apertura, el Secretario General Adjunto de la OEA, Néstor Méndez, indicó que «Los océanos cubren el 70% de la superficie y el 99% del volumen del espacio vital del planeta. Sin embargo, sólo estamos empezando a comprender los bienes y servicios que proporcionan los océanos en términos de beneficios económicos y ecológicos. El valor de los océanos en términos de absorción de la contaminación, el ciclo del carbono, la regulación del clima, la acogida de la biodiversidad y el suministro de soporte vital básico para nuestro planeta aún está por ser cuantificado.»
Los panelistas se refirieron a un gran número de acciones necesarias para promover la integridad y productividad del océano, pero advirtieron que dada la interrelación de los ecosistemas del océano, esto sigue siendo un enorme desafío. Los expertos subrayaron que para lograr avances en este sentido, es esencial una comprensión plena de las iniciativas y mecanismos internacionales y nacionales existentes relacionados con la conservación de los océanos.
En este sentido, el diálogo de la Mesa Redonda se centró en las prácticas, políticas y mecanismos exitosos que están promoviendo la conservación de los océanos y el uso sostenible de la biodiversidad marina en áreas fuera de la jurisdicción nacional. Al reunir a representantes de gobiernos, expertos y organizaciones especializadas, la Mesa Redonda sentó las bases para facilitar la cooperación y el diálogo constructivo requerido para reforzar las condiciones del desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente.
Un tema que fue central en la discusión, y que ilustra el tipo de amenazas que enfrenta la región, fue el de las algas pardas o Sargasso. En los últimos años, una gran cantidad de Sargasso está llegando a las playas del Caribe, acumulando entre 3 y 4 pies en algunas playas. Aunque esta «selva flotante del océano» es un elemento ecológico oriundo e importante del Mar Caribe, cantidades de esta magnitud nunca se han visto antes, y los expertos creen que la base del problema yace en el cambio climático. El impacto negativo para las poblaciones locales en términos ecológicos, económicos y de salud de estos niveles de Sargasso es una preocupación actual para muchos gobiernos. Su desagradable efecto visual y sofocante olor está afectando los ingresos por turismo y provocando la migración hacia el interior de personas que viven en algunas comunidades costeras. Adicionalmente, la fauna está siendo afectada. Las tortugas marinas, por ejemplo, tienen problemas para anidar en las playas y sus crías quedan atrapadas en las algas tratando de llegar al mar después de nacer. Por otra parte, los medios de subsistencia de pescadores se han visto afectados al no permitirles llevar sus capturas a tierra.
La Organización está en condiciones de apoyar a los países a enfrentar este y otros retos relacionados. Bajo su Proyecto ReefFix, el Departamento de Desarrollo Sostenible de la OEA proporcionó recientemente 15 pequeñas subvenciones para apoyar la gestión eficaz de los recursos costeros y marinos en los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (SIDS) del CARICOM. A través de ReefFix, los países participantes desarrollaron técnicas para mitigar el deterioro de la salud marina que pueden ser replicadas en todo el Caribe. En el tema en cuestión, por ejemplo, algunos estudios de casos de ReefFix proporcionan resultados de investigación conjunta y fomentan acciones que podrían disminuir problemas como los brotes de Sargasso.
De manera importante, se destaca que la 67 Mesa Redonda de Políticas sobre océanos y cambio climático alentó la formación de un «Grupo de Trabajo Interamericano para los Océanos», una iniciativa de gran interés para los Estados Miembros de la OEA. De llegar a ser operativo, el grupo de trabajo podría servir para fortalecer la capacidad de los Estados miembros para cumplir compromisos adquiridos a través de acuerdos internacionales (como la Iniciativa Reto del Caribe (ICC), en la cual los países se comprometieron a conservar el 20% de sus recursos marinos para el año 2020) y complementar la investigación conjunta iniciada bajo el Proyecto ReefFix de la OEA.
Este artículo fue publicado en el boletín informativo de la Secretaría Ejecutiva para el Desarrollo Integral (SEDI), aquí.