Desde el puntapié inicial el 12 de junio, la Copa Mundial Brasil 2014 ha traído gran energía al campo de juego –además de avances en el campo de energías verdes. Un caso particular es el estadio de Mineirão en Belo Horizonte, el primer estadio de la Copa Mundial que funciona con energía solar.
Los 6 mil paneles fotovoltaicos del estadio tienen la capacidad de producir 1.600 megavatios/hora por año, suficiente energía eléctrica para 1.200 hogares, según el Portal de la Copa, del gobierno federal brasileño. “Como no es posible almacenar toda la energía, el 10 por ciento se utilizará en la alimentación del Mineirão y el resto se transferirá al consumidor común”, dijo Alexandre Maia Bueno, representante de la compañía eléctrica que construyó la planta solar del estadio. Los paneles instalados en el techo alimentan directamente al sistema eléctrico.
Varias de las otras instalaciones de la Copa Mundial también cuentan con una importante capacidad instalada de energía solar, entre ellos el Mané Garrincha en Brasilia, el Itaipava en Pernambuco y el famoso Maracanã, en Rio de Janeiro. El estadio deportivo más grande de Sudamérica, el Maracanã fue reconstruido para la Copa Mundial y también será una de las sedes de los Juegos Olímpicos del 2016.
Previo a la Copa Mundial, Brasil además invirtió en otras medidas de sostenibilidad. El Mineirão fue el primer estadio brasileño que lograra el nivel platino LEED, la más alta certificación bajo las normas de Leadership in Energy and Environmental Design (liderzgo en energía y diseño ambiental). Se trata de un sistema de uso voluntario establecido por el Consejo de la Construcción Verde de Estados Unidos (conocido como USGBC, su acrónimo en inglés) con el fin de promover estrategias de sostenibilidad en la industria de la construcción. En la evaluación de los edificios se otorga una serie de puntos en categorías que incluyen parcelas sostenibles, ahorro de agua, eficiencia energética, materiales, calidad de aire interior e innovación en el proceso de diseño.
El año pasado, el Castelão en Fortaleza fue el primer estadio de la Copa Mundial certificado bajo el sistema LEED. Desde entonces, cuatro más de las instalaciones deportivas han sido otorgadas el nivel plata de certificación: el Fonte Nova en Salvador, el Amazônia en Manaus, el Multiuso en Recife y el Maracanã. Según el USGBC, cuando se considera la totalidad de los espacios con certificación LEED, Brasil ocupa el séptimo lugar del mundo (sin contar Estados Unidos) en este índice ambiental –el único país sudamericano dentro de los primeros 10 países
Brasil además ha tomado medidas importantes de compensación por las emisiones de carbono generadas como resultado de la Copa Mundial, así como lo ha hecho el ente organizador del evento, la FIFA. La Copa Mundial 2014, que arrancó con las selecciones de fútbol de 32 países, culmina el 13 de este mes.