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La Comunidad María Auxiliadora, una historia de resistencia en asentamientos informales

miércoles, mayo 15, 2013
Imagen: María Eugenia Veliz presenta su cartel durante la sesión de carteles en la Conferencia Nacional de Planeación 2013 realizada en Chicago en abril. 
Foto por Luis Terán

El mes pasado, el programa internacional de la Asociación Americana de Planificación (con sus siglas en inglés APA) reunió por primera vez a nuestros cuatro coordinadores que lideran proyectos emocionantes e innovadores de la Alianza de Energía y Clima de las Américas (con sus siglas en inglés ECPA) que APA ejecuta en América Latina.

Los proyectos de la ECPA están financiados por el Departamento de Estado de los EE.UU., y proporcionan a APA la oportunidad de trabajar en América Latina. Si bien hay muchas historias inspiradoras que definen a este grupo de coordinadores que nos gustaría compartir con ustedes, en esta ocasión les compartiremos una en particular- la historia de Maria Eugenia Veliz.

María Eugenia es presidenta de una comunidad cooperativa, Hábitat Para la Mujer Comunidad María Auxiliadora (CMA), localizada a las afueras de Cochabamba, Bolivia. Su valiente historia es representativa de lo que hace esta comunidad tan especial.

María Eugenia estuvo atrapada en una relación abusiva durante muchos años, finalmente decidió dejar a su pareja con el fin de proteger a su hijo y a ella misma. Esta decisión no fue fácil de tomar. María sabía que se enfrentaría a una tormenta de críticas en todos los niveles, y en ocasiones podría parecer más fácil arriesgar su vida quedándose. Su capacidad de recuperación y su naturaleza determinante no se lo permitieron; por lo que decidió irse, sin estar segura de su futuro y sin saber cómo iba a sobrevivir.

Durante ese tiempo 
supo de CMA, una nueva comunidad creada para ayudar a las madres solteras como ella – madres que huían condiciones de vida insoportables vinculadas al abuso doméstico. CMA se basa en un modelo de propiedad colectiva, que hace hincapié al papel de las mujeres la cuales han sido entrenadas en técnicas de construcción, así como de liderazgo en la comunidad, el activismo y la negociación con las autoridades públicas.

En esencia CMA fue fundada para dar una voz y una red de apoyo a las que tradicionalmente no la tenían en la sociedad boliviana, y por lo tanto las dejaba vulnerables y con pocas opciones para cambiar su situación. Fundada en 1999, CMA ha crecido a más de 400 familias. En la comunidad se han establecido servicios básicos como agua potable, electricidad confiable, espacios de recreación, y un sistema de alcantarillado. Además, tienen otros servicios, como una organización dirigida a la juventud que se reúne en sesiones regulares de estudio y ayuda a los estudiantes de preparatoria a prepararse para la universidad.

El hecho de que la universidad sea una opción en sí es fenomenal. En circunstancias normales la juventud que habita este tipo de viviendas no contemplaría esta posibilidad. Lo cual continuaría el ciclo de pobreza y limitaría sus opciones profesionales estaría limitada a empleos en el sector informal.

Mientras que algunas de las iniciativas de CMA han sido financiadas por fuentes filantrópicas, la mayoría son financiadas por la propia comunidad a través de préstamos de ahorro de los residentes. El éxito, la sostenibilidad financiera y, la capacidad personal de María Eugenia de prosperar ejemplifica el impacto increíble que una simple idea de una red de apoyo más organizada puede tener en las comunidades de bajos ingresos. Estas personas no están buscando dádivas o caridad. Pero en cambio, están demostrando que cuando se proporcionan las herramientas y habilidades para cambiar su situación, lo hacen con orgullo y determinación.

Con cada historia de éxito existen sus retos actuales, y CMA no es una excepción.

María Eugenia y su comunidad están en peligro de perder el apoyo que la red CMA ofrece. La amenaza más grave para la existencia de CMA es el estado actual del título de su propiedad colectiva. En 1999, no había precedente para los derechos colectivos de propiedad urbana en Bolivia, que CMA hubiera podido utilizar como base para la formación. Lo que CMA había hecho era novedoso y los fundadores de CMA con poca orientación decidieron comprar el título de propiedad a nombre de una sola persona. Por desgracia, lo que ellos vieron como una solución simple a este vacío en la legislación nacional es ahora 14 años después mal interpretado por una comunidad colectiva fraudulenta.

La situación se ha vuelto aún más compleja. El terreno en el que se encuentra CMA ha aumentado su valor que fue de 3 dólares por metro cuadrado en 1999 a los 45 a 50 dólares por metro cuadrado en la actualidad. La tierra tiene posibilidades lucrativas y los especuladores de tierras están utilizando el estado de propiedad de la tierra incierta de CMA como un medio para deslegitimar su existencia y mover la inversión en sus 33 hectáreas. De tener éxito esta en última instancia, socavaría el trabajo de  CMA y el fuerte tejido social que han creado para algunas de las poblaciones más desfavorecidas de Bolivia.
No es sorprendente que los esfuerzos para remediar retroactivamente la condición del título de propiedad están enfrentando rechazo y oposición. 
Hasta la fecha, la Municipalidad de Cochabamba ha rechazado la solicitud de CMA de ser reconocidos como una entidad legalmente constituida, pero a través del proceso ha aprobado las solicitudes de dos entidades legalmente constituidas dentro de CMA. Es importante tener en cuenta que la Constitución boliviana de 2005 ya reconoce el derecho a las propiedades colectivas urbanas, siempre y cuando la comunidad tenga una función social.

La experiencia de María Eugenia, y la experiencia de cientos como ella, demuestra que CMA sobresale en la definición de la función social de la ley. Es así, que el rechazo ha dejado a muchos de los que participamos confundidos y frustrados. Sin embargo, al igual a los muchos otros desafíos que los residentes de CMA han enfrentado a lo largo de su vida, esta barrera no los desanima. Por el contrario continúan avanzando en su y se mantienen firmes en luchar por sus derechos.

CMA reconoce la única manera de lograr la incorporación legal es seguir presionando al Municipio de Cochabamba, por lo que continúan con la presión. APA está apoyando los esfuerzos de CMA, proporcionándoles herramientas adicionales para presionar eficazmente y mejorar sus mensajes políticos. Por ejemplo, APA está financiando la construcción de la Escuela de Liderazgo y el Centro de Entrenamiento. Esta instalación proporcionará capacitación adecuada a los socios para que puedan transmitir función social probada de su comunidad a las autoridades políticas. Además, APA envió a Nancy Bocskor, una especialista en mensajes políticos para ayudar a definir la misión de CMA.

La APA y el CMA tienen la esperanza que estas herramientas le ayudaran a lograr el reconocimiento legal como comunidad e incluso en el largo plazo a establecer la infraestructura social que se necesita para que los miembros de CMA puedan ser candidatos y obtener cargos públicos en las agencias locales. APA se enorgullece en ayudar a CMA a alcanzar las metas que se han fijado para sí mismos y continuará apoyando a través de visitas técnicas que les pueden ayudar a formalizar un plan de estudios en el mensaje político y esfuerzos de cabildeo.

Si usted está interesado en involucrarse o saber más de CMA y su lucha por el reconocimiento legal puede ponerse en contacto con nosotros a través de la Vivienda Sostenible e Inclusivo de la APA y la página principal del Programa de Desarrollo Comunitario.

La Iniciativa de Planificación Urbana de la Alianza de Energía y Clima de las Américas (ECPA) es financiada por el Departamento de Estado de los EE.UU. y ejecutada por la APA. Esta iniciativa apoya proyectos de planificación en Latinoamérica y el Caribe orientadas a abordar los desafíos que plantea el cambio climático. La Iniciativa de Planificación Urbana de la ECPA apoya a proyectos locales que ayudan a las ciudades latinoamericanas y caribeñas a ser más eficientes, económicamente sostenibles y eficientes en el uso de la energía; y en la promoción de entornos urbanos con ‘resiliencia al cambio climático. Para más información, visite: www.planning.org/international/ecpa/.

Luis Terán y Katalina Mayorga son contratistas de APA y trabajan en la segunda fase de la ECPA.  Luis Terán es el coordinador del proyecto en Bolivia, y Katalina Mayorga es la  coordinadora del proyecto en CTS-México.

Este blog fue traducido por el mecanismo de facilitación de la Alianza de Energía y Clima de las Américas.