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La agroindustria en Centroamérica apuesta a nuevas fuentes de electricidad

lunes, abril 28, 2014

La biomasa es un material biológico derivado de organismos vivos o que acaban de morir. Concretamente, el biogás es una mezcla de gases producidos por la descomposición de la materia viva u orgánica, en ausencia de oxígeno. Puede ser producido a partir de materias primas tales como el café reciclado o desechos del cerdo. El biogás es una fuente de energía renovable, cuya producción deja una huella de carbono bastante tenue.

SNV y VIOGAZ presentaron los resultados de su iniciativa ECPA para el ahorro de electricidad y uso de energía limpia a través del biogás en el procesamiento del café y la producción porcina. El proyecto fue presentado los días 4 y 7 de marzo en Honduras y Costa Rica, respectivamente. Las presentaciones sirvieron para dar a conocer el potencial de la generación de electricidad a partir del biogás, como una fuente alternativa de energía. Esta tecnología ha resultado ser eficaz en el procesamiento de alimentos al reducir los costos de energía, controlar los desechos orgánicos y reducir los riesgos para el medio ambiente asociados con su tratamiento. Las compañías implementadoras del proyecto ECPA aprovecharon las presentaciones para obtener nuevos conocimientos e invitar a las instituciones públicas y privadas a apoyar y participar en las iniciativas de energía renovable.

Gracias a esta iniciativa ECPA se desarrollaron cuatro proyectos piloto en dos productoras porcinas y dos cooperativas de café.  Los representantes de ARUCO, de Honduras, y del Grupo RZ y Procina Toledo, de Costa Rica, comentaron sobre sus experiencias en la generación de electricidad a partir de biogás y compartieron con el público asistente los resultados y beneficios concretos derivados de esta iniciativa.  Entre los resultados obtenidos se incluye el establecimiento de cuatro sistemas de generación de electricidad a partir de biogás, con una capacidad anual conjunta de 107 MWh y una reducción del 72 % de desperdicios orgánicos en aguas negras.  Los beneficiarios identificaron también importantes reducciones en las demandas química y biológica de oxígeno (DQO/DBO).

Además, ofrecieron una explicación sobre la integración y uso de la energía renovable en sus procesos estratégicos y la forma en que estas fuentes alternativas de electricidad hicieron a sus empresas más competitivas, tanto en sus niveles de producción como de mercadeo.  Por ejemplo, ambas compañías destacaron que observaron una reducción en sus costos de producción al sustituir la electricidad obtenida de fuentes tradicionales con energía renovable generada a partir de sus propios desechos orgánicos. También observaron una mejora en su imagen institucional en los mercados locales e internacionales al ser reconocidos como empresas más limpias y responsables ante el medio ambiente. De esta forma, ambas compañías han logrado reducir su contribución a las emisiones de carbono y al mismo tiempo mejorar su competitividad.

 

Si bien las emisiones de gases de efecto invernadero de estas compañías se vieron reducidas gracias a la captura de metano y al cambio en la generación de electricidad, sus voceros destacaron los retos que aún enfrentan los sectores productivos nacionales para incorporar las fuentes de energía renovable en sus actividades agrícolas y contribuir así a la mitigación de los efectos del cambio climático.