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Científico Colombiano comparte su experiencia como investigador de café y habla sobre los objetivos de su investigación en el laboratorio del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).

domingo, diciembre 16, 2012
Juan Carlos López-Núñez, nació en Facatativá, ciudad situada a 50 Km al Oeste de Bogotá, la capital de Colombia. Estudió Microbiología en la Universidad de Los Andes, y desde 1991 se vinculó al Centro Nacional de Investigaciones de café (Cenicafe), dependencia de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, cuyo principal desafío es el de desarrollar tecnologías apropiadas para la producción de café en Colombia, en términos de sostenibilidad económica, ambiental y social.


El desarrollo profesional de Juan Carlos, se ha centrado principalmente en conducir investigaciones que permitan que los caficultores colombianos, disminuyan el uso de agroquímicos para el control de plagas y enfermedades, con la implementación de herramientas biológicas como alternativa viable para los caficultores y de fácil uso.  Como una muestra de esto, se resaltan los trabajos que han permitido incorporar el uso de los nematodos entomopatogenos, como herramienta complementaria de control de una de las plagas insectiles más limitantes del cultivo del café en el mundo, como lo es la broca del café. El estudio y puesta en práctica de esta herramienta de control, le ha destacado no solo en su país sino también en diferentes países latinoamericanos, como uno de los investigadores de trayectoria en el tema con que cuenta la región.


Paralelo a lo anterior, su trabajo ha aportado a conocer y a valorar la biodiversidad de diferentes organismos como hongos, bacterias y nematodos de Colombia y su interacción con el medio ambiente, actividades que se han reforzado aún más con su paso a formar parte de una nueva Disciplina en Cenicafé (Recursos Naturales y Conservación), permitiéndole realizar propuestas centradas en la exploración de novedosas fuentes de energía viables para el uso del caficultor. Principalmente esta última iniciativa, basada en que más del 90% en peso seco del fruto del café son desechos, y que de estos la pulpa y el mucílago son los más importantes subproductos obtenidos mediante el beneficio húmedo del café, al representar más del 60% en peso fresco de los desechos, permitió generar un acuerdo entre el Departamento de desarrollo Sostenible de la Organización de Estados Americanos (SG/OEA), el Centro Nacional de Investigaciones de Café (Cenicafé) y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA). Este primer acercamiento, dio como resultado que se estableciera un proyecto de investigación titulado «Utilización de la Biomasa del Café para la producción de Biocombustibles y generación de Electricidad”.  El proyecto tiene una duración de 15 meses, período en el cual las investigaciones se centrarán en determinar el uso potencial que tienen los desechos de café como fuente de biomasa (pulpa y mucílago principalmente), para generar energía renovable, adicionar valor a la producción de café, y lograr beneficios ambientales en cuanto a mitigación del impacto de la producción de café al ambiente.


Vista aerea del Centro Nacional de Investigaciones de Café. Cenicafe, Chinchiná, Colombia Sur América.